domingo, 26 de agosto de 2012

Sindicato denuncia “la verdad” detrás de la industria petrolera

Todos Unidos por Venezuela 

Por Ana Vanessa Herrero / Noticias24

La madrugada de este sábado es de luto para el país. Una fuerte explosión en la refinería de Amuay, en Paraguaná, estado Falcón, arrastró vidas humanas que jamás serán saldadas. Lo más problemático, es que esta situación se repite a poco más de un año de otra explosión parecida que evidenció la falta de mantenimiento: ¿Es acaso esta la crónica de una muerte anunciada?
Según la información proporcionada, fue una fuga de gas la que generó una explosión en la refinería que junto a Cardón y Bajo Grande conforma el complejo de Paraguaná, el más grande del mundo con una capacidad de refinación de 940 millones de barriles de crudo diarios, según información de Pdvsa para el año 2011.

En conversación telefónica con VTV, el Ministro Rafael Ramírez dijo que al menos dos tanques explotaron y que la onda explosiva fue de “magnitud importante”, mientras que la televisión reportaba saqueos en los comercios aledaños, una situación que solo agudizaba más el problema que según informaron, ya está controlado; pero la realidad para Iván Freites, Secretario de Profesionales y Técnicos de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela y Secretario General del Sindicato Único de Trabajdores Petroleros del estado Falcón, es otra.

Las denuncias: “Primero es el partido y el Gobierno que las instalaciones”
Mientras pasaba frente a las inmensas llamas de la refinería, interrumpiendo con voz de asombro y angustia la entrevista, Freites conversó en exclusiva con Noticias24 sobre la situación que hace que el país amanezca con un nuevo problema. “Desde finales del año pasado nosotros hemos venido denunciando la cantidad de eventos que están pasando en el centro refinador Paraguaná y las refinerías del país”, dijo mientras empezaba a hablar tratando de no alterar su voz a medida que relataba como, según él, dentro de Pdvsa se ha implantado una “conducta partidista” haciendo que los gerentes “cambiaran su rol”.

Y es que estos altos cargos, encargados de velar por el bienestar y el mantenimiento de las personas y maquinarias que producen nuestro principal recurso natural y del que actualemente dependemos, supuestamente, pasaron de un carácter técnico a “recibir órdenes políticas”. Textualmente, “primero es el partido y el Gobierno que las instalaciones”, pues estamos en año electoral y la carrera al 7 de octubre debe ganarse “como sea”.

“De la noche a la mañana a los trabajadores de Pdvsa los pusieron de vendedores de pollo”, relató Freites quien en sus 29 años en la industria del petróleo aseguró que jamás había visto nada parecido. Un curriculum importante, sin duda, pues este hombre ha vivido su vida como operador de planta y ha visto pasar a varios Gobiernos delante de la estatal petrolera. Y tal vez por esto motivo es que no tuvo problemas en decir que sus declaraciones las hacía “con toda responsabilidad”, ya que su indignación al ver que la conducta de los Gerentes cambiaba superaba sus propios límites: “La conducta de los Gerentes era que si había una fuga, o un equipo no tenía repuestos, simplemente no se hacía nada, porque lo importante era la campaña electoral”.
 
“El gobierno de manera sistemática ha venido violándole los derechos a los trabajadores petroleros, teniendo que asistir a las reuniones de partidos y las marchas”, dijo. Más grave aún, el máximo representante de los trabajadores petroleros de Falcón aseguró que antes de facilitar la reparación de alguna falla, las órdenes eran sacar a los trabajadores a “soldar y construir” todo lo necesario para la Gran Misión Vivienda Venezuela.

“Exigimos respeto, los trabajadores no nos vamos a calar esta situación”
Ante una situación como ésta, las reacciones no se hacen esperar. Ya en horas de la mañana Eva Gollinger asomaba la posibilidad de un “saboteo” ante los venideros comicios. Pero el mundo se mueve por acción y reacción y Freites, sin tan siquiera saber estas declaraciones, aseguró que “aquí lo que se va a pretender decir es que ésto fue un saboteo (…) eso es falso (…) nosotros exigimos respeto, sobretodo al presidente Chávez, porque somos nosotros los que nos arriesgamos y el Gobierno lo que hace es irrespetarnos”.
Para este hombre que habla por todos los hombres y mujeres de la industria petrolera de Falcón, el Gobierno nacional “acabó con la posesión de nuestra industria”, pues en vez de “dejarnos manejarla como sabemos, nos ponen a pintar calles y a hacer casas”. La petición es simple y directa, lo que exigen es “que se nos garantice el derecho a la vida dentro de las instalaciones (…) los trabajadores no nos vamos a calar más esta situación”.

Con la voz llena de desilusión, Freites devolvió su discurso al pasado y recordó aquel año 1998 cuando el cambio del Gobierno auguraba un cambio en todas las instituciones y verbalizó lo que tal vez ya tenía muy adentro: “Yo creí en el 98 que íbamos a cambiar la conducta de Pdvsa, pero ha sido nefasto porque al menos los que había antes tenían conocimientos. Ahora los gerentes se convirtieron en políticos y que sepan que los gobiernos cambian, pero los trabajadores nos quedamos”.

Los hechos: las válvulas de gas ya presentaban fallas
“Hay un patio cercano al Comando de la Guardia y ahí hay una urbanización que llaman El Campito, donde viven los guardias con sus familiares y en la parte noroeste están unos tanques de almacenamiento de gases; unas esferas que contienen propano y butano”, así comenzó el entrevistado a relatar los hechos. Según denuncias que ya él había recibido por parte de algunos trabajadores, estas esferas presentaban fallas en las válvulas de seguridad que se agudizaron hasta causar la tragedia.

“Los mismos trabajadores lo dijeron. Anoche un trabajador nuestro tuvo que salir de emergencia porque había una fuga de gas; ellos llamaron a la sala de control y le dijeron que ya iban los bommberos para allá, pero media hora después explotó”. Y el fuego se expandió arrastrando todo aquello a su paso, incluso, según información suministrada, el Comando de la Guardia.
“Rafael Ramírez dijo que está controlado, pero es falso, ésto no es normal, aquí hay una refinería que está prendida”, resaltó. “Nosotros cuando vemos una candela tenemos que apagarla de inmediato, eso es un peligro inminente, una llamita que se prenda, imagínate una llama de 30 metros”.

Para él, la solución es simple: “La refinería tiene que ser sacada de operación, hay que olvidarse de si no producimos o si vamos a perder las elecciones, primero la vida de la gente y las condiciones de los trabajadores que están en una vida de terror”. Y tal vez el hecho de repetir cada cinco minutos reiteraba que esta situación “no había pasado nunca” en el país, lo que llevó a Freites a asegurar que “Pdvsa tiene que cambiar”, y el primer paso lo tomará el sindicato, acuediendo el Lunes a la Fiscalía y a la Asamblea Nacional a exigir respeto, vida y un cambio ante las sendas denuncias de que seguramente no parará de repetir.

Falta de mantenimiento, política antes que seguridad, partidismo y falta de atención por parte de los entes encargados de velar por la vida de aquellos que ahí laboran, son algunas de las acusaciones que hoy se hacen y que solo dejan una pregunta para la reflexión, ¿Es la política y la pelea de discursos más importante que las vidas que ya jamás se recuperarán?

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