miércoles, 8 de agosto de 2012

La Orimulsión se filtró en la campaña electoral



ANDRÉS ROJAS JIMÉNEZ

arojas@el­nacional.com EL NACIONAL (08-08-12)        

UNA MEZCLA DE CRUDO EXTRAPESADO Y AGUA POLARIZA A EXPERTOS PETROLEROS

Las propuestas de gobierno de Capriles y Chávez discrepan sobre retomar la manufactura del combustible

Hay más coincidencias que diferencias en materia petrolera entre el programa de gobierno del presidente Hugo Chávez y el del candidato de oposición, Henrique Capriles Radonski.

Hay acuerdo en aumentar la producción, mantener el régimen legal y que el Estado siga como propietario de Pdvsa.

Tres aspectos, sin embargo, marcan contrastes entre ambas propuestas. El plan de Capriles, en primer lugar, le asigna a Pdvsa el rescate de su actividad medular y dejar de ejecutar programas sociales. Segundo, que no se utilice al petróleo para ganar apoyos en la comunidad internacional y, tercero, evaluar la conveniencia de reanudar el desarrollo de los proyectos de Orimulsión, combustible desarrollado en los años 80, sobre la mezcla de crudo extrapesado con 30% de agua.

Se comercializó en Canadá, China, Dinamarca, Italia, Japón, Lituania y Singapur como sustituto del carbón para generar electricidad, pero hace seis años, el gobierno de Chávez paralizó su manufactura.

"Se ha suspendido la producción de Orimulsión y se perdió un potencial mercado global que hubiese dado salidas alternas a los ingentes volúmenes de hidrocarburos de la faja del Orinoco", se denuncia en los Lineamientos del Programa de Gobierno de la Unidad Nacional, documento que figura como la principal propuesta gubernamental de Capriles. "Se ha desanimado la investigación en nuevas tecnologías para extraer y procesar los crudos extrapesados de la faja", agrega.

En el documento preparado por los técnicos de la Mesa de la Unidad Democrática se propone "evaluar los costos de retomar la producción del combustible y de adaptar las plantas eléctricas existentes a su uso", es decir, que en la generación térmica, aparte del gas natural, se tenga como alternativa la Orimulsión, en vez de combustibles líquidos como el diesel o el fueloil.

El presidente Hugo Chávez no tardó en reaccionar y acusó a la oposición de pretender calificar las reservas de la faja del Orinoco de bitumen en vez de crudo para propiciar una baja en los precios, toda vez que este compuesto tradicionalmente se ha vendido al valor del carbón.

"Ahí andan hablando de la Orimulsión, esa es una señal que le mandan al imperio, pero se trata de una estrategia para lograr la reducción de los precios del petróleo", denunció el mandatario.

En un acto público a principios de mayo, la Agencia Venezolana de Noticias, integrante del sistema de medios públicos, consultó sobre esta materia al economista Ricardo Villasmil, coordinador del equipo económico de Capriles. "¿Por qué la oposición plantea en su programa de gobierno reconsiderar la Orimulsión?", preguntó uno de los periodistas de AVN. Según la agencia estatal, Villasmil respondió: "Hay que evaluar si eso nos conviene. Lo importante es ver cuál es la mejor manera de comercializar nuestro recurso petrolero".

En la nota informativa se asegura que el economista dijo: "La Orimulsión no necesariamente fue desventajosa para el país" y que se incluyó en el programa de la Mesa de la Unidad Democrática como "un instrumento más ante cualquier escenario de f lexibilización al capital extranjero".

El asunto fue discutido entre los expertos petroleros de diferentes generaciones que apoyaron la redacción de la propuesta de la unidad.

"Se trata de una tecnología que desarrolló el Intevep, de bajo costo y que demostró cumplir con todas las normas ambientales", sostiene Aníbal Martínez, presidente del Frente Pro Defensa del Petróleo.

"Ante la crisis eléctrica que existe en el país y el déficit de gas natural para la generación térmica, la Orimulsión es una solución para que Pdvsa no siga perdiendo dinero como lo está haciendo con el suministro de diesel o fueloil", añade.

En la redacción final de los lineamientos del programa de gobierno de la oposición, se insistió en el verbo evaluar porque existe el temor de que en la actualidad esta tecnología sea costosa y sobre todo aparezcan dudas entre los inversionistas por un constante cambio en las reglas de juego en Venezuela.

Pdvsa tuvo que renegociar su contrato con la empresa china Sinopec para que migrara del proyecto de Orimulsión al procesamiento y mejoramiento de crudo pesado de la faja y afrontó acciones legales debido a las demandas que introdujeron las compañías New Brunswick Power de Canadá y Enel de Italia.

Parte oficial En 2006, el Ejecutivo decidió paralizar la manufactura de Orimulsión con el fin de utilizar el crudo extrapesado en el procesamiento de mezclas, porque de esa manera se obtendría un mejor valor de exportación, argumentó Pdvsa en su momento. La producción de este compuesto rozó los 90.000 barriles diarios.

"En el pasado se quiso defender la rentabilidad de la Orimulsión calificando arbitrariamente el crudo extrapesado utilizado en su producción como bitumen natural, de un valor supuestamente menor", informó el Gobierno al anunciar la decisión. "En diciembre de 2003, el Ministerio de Energía y Minas determinó que las reservas existentes en el área asignada a la filial de Pdvsa Bitor, Bitúmenes del Orinoco, eran de crudos extrapesados y, en consecuencia, las reclasificó de esa manera", señala la notificación.

El promotor de la idea de suprimir los acuerdos de Orimulsión, desde el mismo momento en que Chávez llegó al poder, fue Bernard Mommer, ex viceministro de Hidrocarburos y actual gobernador de Venezuela ante la OPEP.

"El convenio de asociación de Bitor sigue teniendo muchos dolientes que no dejan de soñar con el regreso triunfal de este producto", argumenta Mommer. "La Orimulsión fue el peor de todos los proyectos de la autodenominada meritocracia petrolera en términos absolutos por barril", y asegura que las pérdidas alcanzaron los 3 millardos de dólares sólo por descuento en el precio.

Entre los simpatizantes del Gobierno metidos en el mundo petrolero, ha comenzado a circular un libro que salió de imprenta en julio y que con el título El Síndrome de la Orimulsión retoma las críticas que se hicieron hace seis años.

Su autor es Juan Carlos Boué, mexicano con formación en el área de administración pública y quien ocupó la gerencia comercial de Petróleo Crudo de Pemex Internacional.

También es un conocedor de la realidad petrolera venezolana, partiendo del hecho de que ha sido asesor de Mommer desde hace varios años.

"Los promotores y defensores de la Orimulsión siempre se refirieron a ésta en términos superlativos: el más importante invento de los venezolanos de todos los tiempos, el combustible del futuro, la alternativa económica `más verde’ para la generación de electricidad, el negocio que cambió paradigmas", advierte Boué. "Un eslogan más apropiado para este producto hubiera sido el siguiente: la Orimulsión, un combustible dizque premium, pero más barato inclusive que el carbón", dice como parte de sus conclusiones.





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