martes, 21 de agosto de 2012

Los de adentro


         Eddie A. Ramírez S.

¿Qué piensan sobre el ambiente laboral la mayoría de los trabajadores activos de  Pdvsa,  Corpoelec, Banco Central, Seniat, Metro, CANTV, ministerios  y demás empresas y organismos del Estado?  ¿Están contentos con el contrato colectivo? ¿Están motivados por tener jefes impuestos por sus dotes revolucionarios? ¿Consideran que es justo que los ascensos no sean por méritos, sino por filiación al Psuv? ¿Asisten complacidos a las concentraciones políticas convocadas por el lenguatón saliente? ¿Les agrada ponerse una camisa roja?

Estamos convencidos, por múltiples casos, que la gran mayoría no está contenta y que desean un cambio que les garantice estabilidad en el trabajo, mejores condiciones socioeconómicas y no estar sometidos a presiones políticas. Desde luego que hay una minoría integrada por comisarios políticos y por mediocres  que desearían que no se implante la meritocracia.

¿Puede mejorar la eficiencia y eficacia de los organismos citados si no se  descartan los maulas que solo ocupan un cargo por contar  con  apoyo político? ¿Si no se remueve a los ineptos, estará el resto del personal suficientemente motivado para realizar el gran esfuerzo que requiere la reconstrucción del país?  Por otra parte, ¿cuánto personal se requiere para hacer determinada tarea? ¿Está sobrecargada la nómina de la administración pública?

En el caso de Pdvsa, recientemente, en compañía del ingeniero Antonio Méndez, dirigente del sindicato  profesional Unapetrol, realizamos giras por Punto Fijo, Valencia, Barquisimeto, Maturín, Barinas, El Tigre, Caracas, Puerto La Cruz, Maracaibo, Tamare y Cabimas, donde se realizaron asambleas muy concurridas de Gente del Petróleo. En las mismas comprobamos el descontento que a nuestra gente le han transmitido los trabajadores que están dentro de la empresa, los cuales  se sienten atropellados por los gerentes actuales.

A Henrique Capriles, tal y como ha declarado,  no le corresponderá tomar medidas al respecto   cuando asuma la presidencia, ya que solo le compete cambiar a los ministros y a las directivas de las empresas del Estado, quienes  tendrán la responsabilidad de enderezar entuertos respetando los derechos laborales.   Hay un camino, ciertamente lleno de obstáculos, pero estamos seguros que el flaco correcamino sabrá sortearlos.

Como en botica: “El llanero solidario” de Ramón Guillermo Aveledo  revela la personalidad de ese gran venezolano que fue Luís Herrera Campíns,: “Paciente, familiar, de aguda inteligencia, desafecto al reloj, solidario con sus amigos y con los oprimidos”. El libro  describe  una etapa política venezolana y  de la democracia cristiana mundial. Por cierto que Aveledo narra que en la I Convención de Copei en 1946, una de las consignas fue “Ni un paso atrás en el camino de la democracia”.  Las gandolas de Pdvsa siguen causando accidentes. Hemos comprobado casos de cauchos lisos, como el de la gandola X79,  placa AS3AE3C   que circulaba el  3  de agosto  por la Fajardo.

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