Miguel Méndez Rodulfo
El crecimiento desordenado de las principales
ciudades del país es un hecho consumado al que no escapan capitales como
Barquisimeto, Mérida y Maturín, ciudades que otrora crecieron planificadamente.
Este es un severo problema de orden urbano que aqueja a los pobladores
venezolanos sin distingos de raza, credo o clase social. El venezolano no tiene
calidad de vida en los espacios urbanos en los que se desenvuelve. Este régimen
nunca ha tenido una política en materia de desarrollo urbano y vivienda, ni le
ha importado en lo absoluto los problemas de las ciudades, ni tampoco el de
alojamiento. Por el contrario las cifras estadísticas indican que este es el
gobierno que menos vivienda ha construido desde 1958 y a diferencia de los
gobiernos de la democracia no ha realizado ninguna intervención urbana en
beneficio de las ciudades del país.
El chavismo y sus gobernantes tienen como
norma la improvisación en materia de sus ejecutorias públicas. Menosprecian la
planificación, carecen absolutamente de criterios gerenciales y la
desorganización y la corrupción son consustanciales a ellos. Así el régimen lo
que ha hecho es usurpar, invadir, arrebatar, expropiar, improvisar, no pagar e
incumplir las ordenanzas, reglamentos, leyes y hasta la propia Constitución.
Esto lo hemos comprobado en los desarrollos habitacionales que a la ligera se
están ejecutando en muchas zonas del país, en terrenos que fueron invadidos, no
cancelados a sus legítimos dueños, creando sobrecargas a los servicios públicos
y disminuyendo los espacios comunes del ciudadano. En todo caso, las viviendas
en construcción por el gobierno no son significativas, no reducen en forma
importante el déficit habitacional y sólo buscan crear la percepción electoral
de que se están fabricando masivamente.
Ciudad Polonia, en el estado Táchira, es un
proyecto adelantado con tesón y vehemencia por el Gobernador Pérez Vivas que
merece los mejores calificativos por cuanto es un tributo a la planificación,
pero también ha sido un modelo de negociación, de coordinación de recursos y de
gerencia de proyecto. En resumen es una propuesta que cumple absolutamente con
todos los parámetros de desarrollo urbano y vivienda que desde la MUD clamamos
porque se apliquen, de manera de hacer “Ciudad” y en consecuencia tener
ciudadanos que disfruten de espacios urbanos de calidad, así como de tener
comunidades sustentables y en armonía con el medio ambiente.
El proyecto que se acaba de presentar a las
fuerzas vivas del estado Táchira y que ahora se quiere difundir por el país,
tuvo una duración de tres años, la constitución de una gerencia de proyecto, la
interacción de múltiples especialistas, la elaboración de la propuesta en sí,
el diseño del Plan Rector y un costo de Bs. F 6.000.000. Sin embargo, los
intangibles que no se pueden cuantificar revelan el empeño de Pérez Vivas por
sortear el cerco financiero, la presión política y el saboteo administrativo
que manifiestamente el Gobierno Nacional ha realizado contra su gestión; aun
así, nadando contra la corriente, el proyecto de Ciudad Polonia, se pudo llevar
a cabo y hoy es una referencia, un ícono de lo que se debe hacer, una semblanza
de lo que un gobierno bien intencionado, utilizando herramientas de
planificación y gerencia y con una visión clara del desarrollo urbano, se le
puede brindar a los venezolanos para llevarnos a vivir al primer mundo, que nos
merecemos todos. La mejor tecnología disponible en el mundo, imágenes satelitales,
se han aplicado en el proyecto reduciendo los tiempos y los costos. En fin que
un sueño se ha plasmado en documentos, mapas, imágenes y cifras. Corresponde al
nuevo camino por venir concretar la ilusión.
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