martes, 21 de diciembre de 2021

OPEP. Prospectiva demanda de Petróleo (2020 – 2045)

 


Por: Nelson Hernandez



·         Se espera que la demanda de petróleo se recupere a mediano plazo y alcance los 104.4 MBD para 2026.

·         El aumento de la demanda mundial durante el período de mediano plazo (2020-2026) es estimado en 13.8 MBD. Sin embargo, se espera que casi el 80% de esta demanda incremental se materialice dentro de los primeros tres años (2021-2023), principalmente como parte del proceso de recuperación del COVID-19

·         Usar 2019 como año base para la comparación resultaría en una demanda incremental de 4.4 MBD.

·         El crecimiento de la demanda será de 2.6 MBD en promedio durante los primeros cinco años del pronóstico. El crecimiento luego se desacelerará significativamente durante el segundo período de cinco años a 0.6 MBD y además a 0.3 MBD durante el período 2030-2035. Después de eso, las proyecciones indican virtualmente sin crecimiento, lo que apunta a un período relativamente largo de estancamiento de la demanda de petróleo.

·         El sector del transporte se convertirá en el principal contribuyente al futuro incremento global demanda de petróleo, agregando alrededor de 13 MBD entre 2020 y 2045. Sin embargo, la demanda en el transporte terrestre se estanca en 46 MBD a partir del año 2025.

Mi análisis es que la comparación del incremento de la demanda de petróleo debería realizarse tomando como base el año 2019, ya que este representa el volumen pico histórico de demanda (100 MBD)… De esta forma, el incremento de demanda total de la prospectiva es de 8.0 MBD, al situarse la demanda en el 2045 en 108 MBD.

Ahora bien, un crecimiento de 8.0 MBD, representa un incremento anual de 0.3 MBD durante el periodo 2019 - 2045, lo cual luce insignificante considerando las reservas existentes y el número de países (más de 70) que producen hidrocarburos, pero es un gran reto para estos países el competir en un mercado de crecimiento restringido,…y tal como está la industria hidrocarburífica venezolana, dicha competencia se le hace mas cuesta arriba, y más aun cuando nos adentramos en el presente siglo.


sábado, 27 de noviembre de 2021

VENEZUELA. Transicion Energetica y el COP26

Venezuela. Transición Energética y El COP26 by energia21 on Scribd

Prospectivas Demanda Mundial de Gas Natural


Autor: Nelson Hernández[1]

 

Resumen: El mundo prospectivo está indicando un cambio de paradigma energético, al establecer un mayor uso de energías no emisoras de gases de efecto invernadero en sustitución de las energías fósiles con el objeto de combatir el cambio climático. Sin embargo, el gas natural se vislumbra como la fuente energética “puente” para esa transición energética. La demanda de gas, para el periodo 2020 – 2050, es hoy muy disímil entre las prospectivas, debido a la incertidumbre existente y al objetivo estratégico que persigue la organización que la realiza. Lo que sí es cierto es que el gas será el último de las energías fósiles en salir de la matriz energética global.

 

La transición a un sistema energético con menos emisiones de carbono da lugar a una combinación energética más diversa, al darle una mayor participación a las energías no emisoras de CO2.

Toda transición está llena de incertidumbres. La energética no escapa de esto, y la presenta en forma más marcada por ser la energía un bien que está asociada directamente a todas las actividades que hoy realiza la sociedad, y sobre todo a la tendencia clara de la electrificación de estas.

Para una visión futurista (… y la transición energética lo es) se utiliza  la prospectiva[2], la cual viene acompañada de escenarios que minimizan la incertidumbre y construyen situaciones futuras mediante la interrelación de variables y tendencias, al utilizar las capacidades imaginativas  de quien hace la prospectiva. Es de acotar que las prospectivas son dinámicas. Cambian como cambia el entorno: político, económico, social y ambiental,  al cual están asociadas. En otras palabras, la prospectiva es el medio para construir un mundo distinto al que hoy tenemos, pero un mundo mejor.

A nivel internacional muchas organizaciones, privadas y públicas, se dedican a realizar prospectivas energéticas. Últimamente, estas han tomado mayor auge como consecuencia de la problemática del cambio climático, originando un nuevo  paradigma como es: Un mundo altamente electrificado pero con menor emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Las prospectivas energéticas, a la fecha, dan la visión de sustitución de las fuentes generadoras de CO2, por fuentes más amigables al ambiente. En las mismas se presenta la salida, paulatina pero constante, del carbón y el petróleo en los próximos 30 años. Más no así para el gas natural, al cual se le vislumbra una permanencia en la matriz energética global, más allá de la mitad del presente siglo.

La grafica a continuación compara varias prospectivas sobre la demanda de gas natural a nivel mundial, para el periodo 2020 – 2050, expresada en Exa Joule (EJ)



Se observa una gran variabilidad (incertidumbre) en el consumo de gas natural entre las prospectivas indicadas. Muchas de estas prospectivas no han sido actualizadas, en función del escenario “Emisión Neta Cero en el 2050 (ENC)”[3].

  • P. FPEG: Corresponde al Foro de Países Exportadores de Gas. Dentro de todas es la más optimista, con un crecimiento del 1.54 % interanual. Quizás se deba a la razón de ser de dicha organización.
  • P. EXXON y P. OPEP: Hay gran coincidencia entre estas dos prospectivas. Presentan un crecimiento de 1.21 %  interanual.
  • P. TOTAL: Esta prospectiva muestra un crecimiento interanual de 1.16 % hasta el año 2030, y una especie de meseta hasta el año 2040, con un crecimiento del 0.19 % interanual.
  • P. McKinsey: Con un crecimiento constante del 0.6 % interanual.
  • P. IRENA: Esta prospectiva es de la Agencia Internacional de Energía Renovables. Aquí ya se ha incorporado el ENC. Presenta un decrecimiento interanual del 2.03 %.
  • P. IEA: Pertenece a la Agencia Internacional de Energía. Esta prospectiva considera el ENC. Presenta una baja en el consumo de gas, equivalente a un decrecimiento del 2.7 % interanual.

En general, las prospectivas muestran que el gas natural juega y jugara un papel relevante en la transición energética. Muchos lo denominan la fuente “bisagra o puente” de la transición. Dentro de ese papel destacan:

  • La combinación de su uso con la tecnología de captura y almacenamiento del CO2, permitiendo una mayor permanencia de los hidrocarburos en la matriz global de energía
  • El apoyo a hacer más llevadero el abandono del carbón (plantas eléctricas) en las economías en desarrollo, y en las cuales las energías no emisoras de CO2 no pueden crecer con la suficiente rapidez para sustituir al carbón.

El mundo tiene que cambiar su paradigma del uso de los combustibles fósiles, lo cual requiere de políticas públicas novedosas en lo social, económico y político, de tal manera que la transición hacia un mundo con menor cantidad de GEI sea lo menos traumática posible. La demora en la implementación de esas políticas puede aumentar considerablemente la magnitud del desafío y dar lugar a importantes contratiempos.

Mientras tanto, el gas natural continuara incrementando su rol preponderante en la transición energética en la cual estamos inmersos. Aceptarla y contribuir a ella, es una acción individual y colectiva, local, nacional e internacional.

Recordemos:

No hay pasajeros en la nave espacial Tierra. Todos somos tripulantes” (Marshall McLuhan, sociólogo)

 



[1] Ing. de Petróleo, Msc.  Ingeniería de Gas y Energía. Miembro de la Academia Nacional de la Ingeniería  y el Hábitat. Profesor en diferentes universidades nacionales e internacionales en el área de gas y energía. Ex – Presidente de la AVPG. Actualmente se desempeña como Energista.

[2] Prospectiva: Ciencia que se dedica al estudio de las causas técnicas, científicas, económicas y sociales que aceleran la evolución del mundo moderno, y la previsión de las situaciones que podrían derivarse de sus influencias conjugadas.

[3] Cero emisiones netas de CO2: Se refiere al estado en el que las actividades efectuadas dentro de la cadena productiva de un país, empresa, etc. no causen ningún impacto neto en el clima debido a emisiones GEI.


viernes, 19 de noviembre de 2021

Que se logro en el COP26?

 Por: Nelson Hernandez




El COP26 dio un paso hacia adelante en la cruzada contra el cambio climático. Quizás el resultado fue menor a las  expectativas planteadas, por lo que muchos lo califican de una “victoria frágil”. A continuación algunos aspectos resaltantes de la reunión:

  • La firma del Pacto Climático de Glasgow por todos los países pertenecientes a la ONU. Es primera vez que se logra un compromiso de todas las naciones. Este consenso responsabiliza a los países por el progreso que logren en el avance de sus objetivos climáticos
  • Se establece la aceleración gradual para la eliminación del uso carbón como energético y de los subsidios  a los combustibles fósiles
  • Más de 100 países acordaron reducir las emisiones de metano en un 30 % para el 2030. Por primera vez se incluye acciones para este GEI
  • Se resolvió la problemática del Artículo 6 del Acuerdo de Paris (COP21) referente al mercado mundial de carbono al establecerse un marco contable  para  el comercio de créditos de emisiones que ayudará a los países a alcanzar sus objetivos de descarbonización. En el futuro, un país que ha superado su objetivo climático puede contar las emisiones que ha evitado, por ejemplo, y venderlas a un país que se está quedando atrás. Según algunas estimaciones, el mercado de comercio de carbono podría tener un valor de 100 millardos de dólares.
  • Para reducir calentamiento global, más de 100 países que suman el 85% de los bosques del mundo prometieron poner fin a la deforestación para 2030

 

  • Estados Unidos y China, los países que mayor contaminación generan, anuncian acuerdo para reducir emisiones en la próxima década, sin dar detalles del cómo. India, el tercer emisor, se comprometió a dejar de generar GEI para el 2070.

 

  • 500 entidades financiera anunciaron que gestionarán 130 millardos de  dólares (40% de los activos financieros del mundo), a objetivos climáticos relacionados con el Acuerdo de París, incluyendo la limitación del calentamiento global a 1.5°C.

 

  • 20 países se comprometieron a no financiar proyectos emisores de CO2

 

  • USA, China, India, Francia y Reino Unido anunciaron su viraje hacia la energía nuclear modular

 

  • Se recordó a los países desarrollados, cumplir plenamente el objetivo de los 100 millardos de dólares dirigidos a los países más venerables para la mitigación y adaptación al cambio climático.

 

  • Se exhorto a los países, darle cabida al sector privado en el desarrollo de las políticas públicas y a su futura participación en el diseño, construcción y operación de proyectos no emisores de CO2

 

  • El BID anuncio la emisión del 1er Bono Azul para América Latina y el Caribe de 37 millones de dólares para ampliar el acceso al agua potable en la región.

 

Finalmente, el Secretario de la ONU, Antonio Guterres, menciono que “el mundo todavía estaba “llamando a la puerta de la catástrofe climática” y que el paquete de la COP26 está lejos de ser sólido. Como parte del pacto climático, ahora se solicita a las naciones que revisen y fortalezcan sus objetivos climáticos para 2030 para alinearse con el objetivo de temperatura del Acuerdo de París”.


martes, 24 de agosto de 2021

El Gas Natural en la Transición Energética



Autor: Nelson Hernández[1]

 (Tomado de la Revista INFOGAS - Julio 2021)


Resumen: Mitigar el cambio climático es el mayor reto que tiene la humanidad en el presente siglo, y el gas natural por sus características intrínsecas esta signado a tener un rol protagónico en la transición energética que se lleva a cabo para descarbonizar la matriz energética mundial. Dentro de este contexto, Venezuela debe máximar el uso del gas natural en su esquema energético y actuar para reducir las emisiones fugitivas de CO2. 

 

La humanidad se encuentra inmersa en una transición energética con el objeto de combatir el cambio climático, el mayor reto que se tiene en el presente siglo, producto de la excesiva emisión de gases de efecto invernadero (principalmente CO2) al quemar fuentes energéticas de origen fósiles con contenido de carbono.

 

La ruta que se ha diseñado para la minimización de tales emisiones, y poder  garantizar un aumento en la temperatura terrestre no mayor a 1.5 °C, es la salida paulatina de las energías fósiles, principalmente carbón y petróleo, de la matriz energética global. En otras palabras, la descarbonización del sistema energético.

 

En la situación actual, el presupuesto global de CO2 es del orden de 0.59 TT (Tera Toneladas), volumen máximo que aceptaría el ecosistema sin que se llegue al punto de no retorno. Es decir, se podrían arrojar, anualmente, 34.7 GTCO2 (Giga Toneladas de CO2) en cada uno de los próximos 17 años.

 

Ahora bien, el gas natural es un combustible versátil que puede ser utilizado en todos los sectores productivos y de servicios que hoy utilizan petróleo y carbón. Pero además de su versatilidad tiene otros tres aspectos importantes: 1) Es el combustible fósil más amigable al ambiente. Emite un 80 % menos que el carbón y 20 % menos que el petróleo; 2) Reservas significantes del orden de los 7019 Tera pies cúbicos y 3) Precios estables y competitivos, hoy no mayores a 3 $/MBTU.

 

Estas características intrínsecas del gas natural, le dan la prestancia para jugar un rol protagónico en la transición energética. Muchos expertos lo consideran “el combustible bisagra”  de dicha transición. Las prospectivas de consumo de energía al 2050, así lo indican.

 

En un escenario de “emisiones netas cero”, grafico a continuación, se observa que de los combustibles fósiles emisores de CO2, el gas es el único que presenta crecimiento para el periodo 2019 – 2050, equivalente a 1.56 % interanual, al pasar de 3060 MTPE (Millones de Toneladas de Petróleo Equivalente) (= a 375 GPCD, Giga pies cúbicos por día) en el año 2019 a  4880 MTPE (= a 598 GPCD).

 



El resto del crecimiento de la demanda total es absorbido por las energías renovables y la nuclear, que crecen a 5.57 % interanual, situándose en el año 2050 en 10480 MTPE, para un crecimiento neto de 8422 MTPE en el periodo.

 

En lo atinente al total de energía, presenta un crecimiento de 5.77 GBPE, equivalente a un incremento interanual del 1.23 %. Es de acotar, que ese crecimiento se concentra en la generación de electricidad, lo cual es el resultado de la estrategia de electrificar la economía en todo su ámbito: carros eléctricos, digitalización, internet de las cosas, criptomonedas, entre otros. En otras palabras, un mundo consumidor de energía, altamente electrificado pero con mínima emisión de CO2.

 

Por otra parte, de acuerdo al Índice de Transición Energética (desarrollado por el Foro Económico Mundial) en su edición 2021, indica que Venezuela es el país que menos está haciendo para incorporarse a dicha transición. Sin embargo, Venezuela es uno de los países que menos emisiones tiene, ya que su contribución para el año 2018 fue de 233 millones de toneladas de CO2, equivalente al 0.49 % del total mundial. Pero es de aclarar que esto no indica que no se haga nada para reducir las emisiones.

 

De ese total de Venezuela, 14.1 % corresponde al sector transporte, 16.5 a agricultura, 24.2 % a emisiones fugitivas[2], 26.2 % a la generación termoeléctrica y 19 % a otras actividades.

 

Una reducción de las emisiones venezolanas, conlleva a mirar con estrategia al gas natural, para “gasificar” el país.  Así tenemos que:

 

  • El uso del gas natural, como GNV, en el sector transporte como sustituto de la gasolina y el diesel
  • Mayor uso del gas en la generación termoeléctrica, sustituyendo al diesel
  • Ampliación del suministro de metano a los sectores productivos y de servicios, como sustituto del diesel y el GLP
  • Programas y proyectos que minimicen las emisiones fugitivas en la industria de los hidrocarburos, especialmente en lo que concierne al gas arrojado a la atmosfera y a emisiones en las refinerías.

 

Como corolario podemos indicar lo siguiente:

 

  • Está en marcha una carrera de alta competitividad entre el carbón, el gas natural y las energías no emisoras de CO2 para proporcionar energía y calor a la economía mundial.

 

  • El mundo migra hacia energías más limpias, el gas natural se convierte en la mejor alternativa para iniciar ese proceso de transición que permitiría modificar la matriz energética, desde el carbón al gas natural, y así, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

 

  • Es imprescindible maximizar el uso del gas natural en la matriz energética venezolana

.

Finalmente, es de resaltar que reducir las emisiones de GEI no significa reducir el bienestar sino cambiar la manera en que se logra esa calidad de vida.



[1] Ing. de Petróleo, Msc.  Ingeniería de Gas y Energía. Miembro de la Academia Nacional de la Ingeniería  y el Hábitat. Profesor en diferentes universidades nacionales e internacionales en el área de gas y energía. Ex – Presidente de la AVPG. Actualmente se desempeña como Energista.

[2] Ocurren inesperadamente por fallas en equipos y/o accidentes. Son muy recurrentes, principalmente, en la industria de los hidrocarburos


domingo, 15 de agosto de 2021

La Descarbonizacion del Sistema Mundial de Transporte Vehicular

 Por: Nelson Hernandez 



La transición energética es un hecho. No hay vuelta atrás. Las energías no amigables al ambiente, serán sustituidas paulatinamente por las amigables. Es decir, todo se reduce a la descarbonización del sistema energético mundial.

 

No es fácil cambiar un sistema de transporte alimentado por hidrocarburos que ha tenido más de 100 años de vigencia,  por uno de cero emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) como una de las vías para mitigar el cambio climático. En otras palabras, es la sustitución de los  Vehículos de Motor a Combustión Interna (VCI) por Vehículos o Carros Eléctricos (CE)

 

En tal sentido, en el documento se comparan las ventajas competitivas del CE  Vs  VCI y  se desarrolla una prospectivas de la incorporación de los CE al parque automotor global con resultados sobre la declinación del consumo de petróleo, la reducción de las emisiones de CO2 y las necesidades eléctricas para para alimentar a los CE.

 

Del análisis realizado, se desprende lo siguiente:

 

  • Desde el punto de vista energético los CE son más eficientes que el VCI. 3.7 veces más que el de a gasolina y 3.1 veces más que el de a diesel.
  • El CE es más económico, 2.58 veces que el de  gasolina y 1.96 veces que el de diesel, desde el punto de vista de la factura energética
  • A nivel mundial, el parque de CE iguala al de VCI en el año 2033, situándose en el 2050 en 1130 millones de CE
  • Para el periodo 2020 – 2050, la incorporación del CE al parque automotor, disminuye el consumo de gasolina en 37 Millones de Barriles de Diarios (MBD) (78.7 MBD de petróleo), al situarse en 7.2 MBD (15.3 MBD de petróleo) en el 2050.
  • Para el año 2050, los 1130 millones de CE no permiten el arrojo de 5 GTCO2, equivalente al 83.7 % de lo emitido en el 2020.
  • El consumo de electricidad por el CE, representa el 10 % de la demanda de electricidad proyectada a nivel mundial para el año 2050.

La sustitución de los VCI será un proceso dinámico, y que ya está liderado por los países que producen más del 70% de los VCI, donde muchos de ellos han establecido fecha en la cual no se venderá más en su territorio un  VCI, dándole así la entrada a los CE, objetivo principal para la descarbonización del sistema de transporte terrestre.

Ver:  Documento Completo

miércoles, 28 de julio de 2021

Que se espera del COP26?


¿Qué se espera del COP26?

Por: Nelson Hernández

Se espera:

·        El consenso de las Partes para iniciar con firmeza el Acuerdo de París de 2015, y afrontar con éxito la descarbonización del sistema energético global para desacelerar el cambio climático dentro de los primeros 50 años del presente siglo y construir  así un Desarrollo Sustentable

Desde hace más de 30 años, la sociedad mundial ha realizado reuniones que se han denominado “Cumbres Climáticas”, tal como lo muestra la gráfica a continuación. Estas se iniciaron en el 1987, con el Acuerdo de Protocolo de Montreal, para proteger la capa de ozono de la tierra[1].



La última cumbre importante fue la COP21, realizada en Paris en el 2015. La cual extendió el Protocolo de Kioto, aprobado en 1997, con una 2da fase en el 2012, hasta el 2020.

La COP21 se presento como la última oportunidad real con la que la humanidad cuenta para hacer frente al cambio climático. Y es que no hay mucho más tiempo que perder. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha constatado que la temperatura del planeta se ha incrementado en 1°C con respecto al período preindustrial 1880-1899. Sin embargo, no tuvo el éxito esperado, aun cuando se considera como un hito histórico el unir por primera vez a países ricos y en desarrollo en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, con el fin de alcanzar esta universalidad ha sido necesario ceder antes las demandas de muchos países y reducir la ambición de los objetivos inicialmente planteados.

 

Lo más polémico del COP21, ha sido el artículo 6 del Acuerdo de Cambio Climático, lo cual se esperaba resolver en el COP25 (celebrado en Madrid en el 2019). Este artículo 6, define el mecanismo de mercado para la acción climática, y permite crear un mercado del carbono. Esto es fundamental porque es el único de todo el Acuerdo de París que establece la participación de los privados en la acción climática, lo cual es básico en la economía de la descarbonización de la matriz energética.

El artículo 6 tiene tres puntos que generan debate.

 

·        El primero, que los países tengan proyectos desarrollados por privados, y se enfoquen solamente en la absorción de gases invernaderos, como forestales o energéticos, mas no en la mitigación de las emisiones per se.

 

·        Otra de las medidas que genera discusión entre las partes constituyentes tiene que ver con los planes que se desarrollaron según las medidas de Kioto. El punto aquí es si son transferibles o no, al nuevo esquema de desarrollo sustentable, los bonos de carbono generados bajo el Protocolo de Kioto

 

·        El tercer punto que genera controversia, es la transparencia del bono de carbono. Es decir, no puede haber doble contabilidad por parte de los países cuando se venden bonos. En otras palabras, el país que vende el bono y el país que lo compra, no pueden registrarlos ambos como una reducción de sus gases de efectos invernaderos porque al final es un solo proyecto que lo genero.

 

Dentro de un marco de disensos, porque existen otros de menor cuantía al artículo 6, el COP26, a celebrarse en Glasgow en diciembre de 2021:

Aspira demostrar la urgencia y las oportunidades de avanzar hacia una economía neutra en carbono, así como el poder de la cooperación internacional para hacer frente a los retos a que se enfrenta la humanidad. En este sentido, en la Cumbre del Clima de Glasgow se hará hincapié sobre una serie de ideas y mensajes:

       Aprobar un paquete de medidas equilibrado y negociado que cumpla con el Acuerdo de París y permita avanzar hacia los objetivos climáticos de la ONU. Resolver la problemática del artículo 6.

       Para asegurar el éxito, es necesario que todos los países se comprometan a alcanzar las emisiones netas cero lo antes posible, realizando recortes significativos,  ya para el 2030.

Ayudar a las sociedades y economías a adaptarse al cambio climático, especialmente a las más vulnerables, para garantizar una transición exitosa y justa

      Es fundamental sustituir las fuentes de energía contaminantes por sistemas energéticos limpios, aprovechando la oportunidad que ofrece la rápida caída de los costos de las renovables y el almacenamiento energético

       Acelerar la transición hacia el transporte sin emisiones de carbono,  eliminando gradualmente los motores de gasolina y diesel.

       Para que todo esto sea posible, es imprescindible la transformación verde del sistema financiero, de manera que todos los países puedan impulsar inversiones limpias y resilientes.

Finalmente, la descarbonización de la economía mundial requiere de innovación y del compromiso de todos: ciudadanos, inversionistas, empresas, países, regiones y ciudades. Todo englobado en la Transición Energética, lo cual tiene implícito:

      Un uso de energías amigables al ambiente, que crea empleos sostenibles y que aborda los desafíos vinculados a la salud pública, el cambio climático y la pérdida de biodervisidad con el objeto de proteger al ambiente para las generaciones futuras. Es decir, un Desarrollo Sustentable.



[1] Es de destacar que el objetivo perseguido por el Protocolo de Montreal se alcanzo, y su estrategia principal fue la eliminación del uso de los productos clorofluorcarbonados. 

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