Guillermo A. Zurga
Desde que Hugo Chávez decidió conquistar democráticamente el poder en Venezuela, luego de su fracaso como golpista, se propuso hacerlo con el uso de las triquiñuelas. Como buen llanero que se jacta de serlo, aprendió a mentir desde temprana edad, propiedad esta intrínseca del llanero venezolano, quién además, es muy dado a los cuentos. Que me disculpen los llaneros, pero eso es lo que oído desde niño, y algo de cierto puede tener.
Para llegar a presidente, utilizo un antifaz de demócrata reconstituido, gracias a la maravillosa labor de hombres originarios del proceso revolucionario, tales como Luis Miquilena, entre algunos otros. En las innumerables entrevistas que le hicieron periodistas zamarros, que no se comían el cuento de que Hugo Chávez era demócrata y no traía cartas debajo de la manga, ante preguntas intencionadas, respondía con una solidez pasmosa, que confundía.
¿Es usted comunista? No vale, que voy a ser yo comunista, si ni siquiera sé que es eso. ¿Es usted amigo de Fidel Castro? No. A Fidel Castro lo conozco por referencias que me han hecho algunos amigos del partido comunista que me apoyan. ¿Piensa usted convertirse en dictador? No amigo. Yo gobernaré durante el tiempo que señala la constitución bolivariana de Venezuela. ¡Ni un día más ni un día menos! ¿Qué cambios se propone usted hacer durante su mandato como presidente? Los que me permita la constitución y las leyes vigentes. ¿Cree usted en la propiedad privada? ¡Claro que creo!..... Para mi gobierno, la propiedad privada es sagrada, y además, lo dice la constitución, la cual será mi norte. ¡Dentro de la constitución todo lo que sea posible, fuera de constitución nada! Palabras más, palabras menos, ese ha sido un recuento de las preguntas y respuestas claves que le hicieron a Hugo Chávez durante la campaña electoral y al principio de su gobierno.
De triquiñuela en triquiñuela, Hugo Chávez y su gobierno revolucionario, a) han acabado con el estado de derecho, b) han violado reiterada y consistentemente la constitución de Venezuela que ellos mismos impusieron, c) han destruido al aparato productivo privado y estatal, d) han destruido a PDVSA, e) han doblegado la voluntad institucionalista de las FAN, f) se han apoderado arbitrariamente de propiedades privadas productivas, convirtiéndolas en un amasijo de desechos, g) han cambiado la ley electoral para su propio beneficio, h) han impuesto un conjunto de leyes de corte comunista y socialista, incompatibles con lo indicado en la constitución, i) han aupado y permitido la impunidad en asuntos de corrupción, h) utilizan al poder judicial como arma política contra la disidencia, k) han prostituido a la Asamblea Nacional y la han convertido en un grupo de serviciales e incondicionales que no cumplen con sus responsabilidades de control, l) les niegan presupuestos a las universidades, gobernaciones y alcaldías en control de la oposición, con el fin de impedirles que hagan un buen trabajo.
El calificativo de dictadura, para señalar el tipo de gobierno chavista existente en Venezuela ha rebasado las fronteras de la patria y se ha convertido en una noticia muy expandida en los 5 continentes. Mientras tanto, Hugo Chávez sigue usando sus triquiñuelas, ahora con la intensión de ganar las próximas elecciones presidenciales y eternizarse en el poder, como próximo objetivo.
La escandalosa triquiñuela que realizó Hugo Chávez con su grupo de adláteres, de aprobar vía Asamblea Legislativa, mediante una ley habilitante extendida al ejecutivo, un paquete de leyes írritas, con la intensión de imponer ilegalmente el comunismo en Venezuela, luego de perder el referendo el 2 Dic. De 2007, para la modificación de la constitución, persiguiendo el mismo fin; ha quedado para la historia, como un hecho inaudito de ilegitimidad constitucional, causando grave daño a la democracia, que tarde o temprano tendrá que ser reparado.
Las triquiñuelas de Hugo Chávez hasta ahora han sido en cierta forma impuestas, con algo de supuestos visos de legalidad, aunado al hecho de que justifica que las hace para beneficiar al pueblo más pobre, ha habido una mezcla de algo de miedo y sensatez interna, y mucha alcahuetería y tolerancia externa, lo que permite que estas triquiñuelas se denuncian y se dejan pasar, sin mayores consecuencias y muy pocas protestas, para evitar violencia; priorizando una salida pacífica y democrática a nuestra situación.
Ante la inexistencia interna de controles del poder ejecutivo, por la sumisión y genuflexión y miedo de todos los demás poderes de la republica ante el proyecto político chavista, sumado a la pasividad alcahuete de la comunidad internacional, aunado al apoyo de la izquierda marxista leninista latinoamericana al gobierno chavista, las opciones de acción de la oposición para contrarrestar tales triquiñuelas, son limitadas. Hasta ahora las demandas internacionales contra el gobierno chavista, prosperan a medias, o evolucionan lentamente; y al pronunciarse, no producen los efectos impactantes esperados.
De seguir con estos abusos de poder y triquiñuelas de parte del gobierno, las reacciones internas de la sociedad civil pudieran despertar y actuar violentamente en defensa de sus intereses, sus libertades y exigiendo justicia, con la posibilidad de que se produzca un levantamiento popular contra estas medidas y leyes ilegitimas que ha ido imponiendo el chavismo a lo largo de estos 12 años de gestión.
Como es sabido, el chavismo ya es minoría política en Venezuela, existe mucho descontento dentro de la población venezolana, en particular dentro de la militancia chavista y dentro de los partidos políticos aliados del gobierno; indicativo de que cualquier cosa puede pasar en Venezuela, lo cual dependerá de la magnitud y grado de inconstitucionalidad de las próximas triquiñuelas que intenten imponer, y de la paciencia que tenga la sociedad civil venezolana para seguirlas tolerando.
Es de esperarse que las organizaciones internacionales cuya responsabilidades son las de velar por el respeto a los derechos humanos, la implantación correcta de justicia y en preservar las democracias en este continente americano, no esperen un último momento para pronunciarse y actuar, en defensa de las minorías, que están siendo atropelladas en Venezuela y en otros países latinoamericanos.
A los medios de comunicación internacionales solidarios y democráticos, se les hace un llamado para que sigan mostrando los atropellos e injusticias que día a día se cometen en nuestro país, que no sabemos hasta donde puedan llegar y las reacciones que se puedan producir, por parte de la población venezolana que está siendo atropellada. Dios salve a Venezuela.
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