Guillermo Zurga
Existen muchos países y grupos de gente preocupada por los anuncios del presidente Hugo Chávez de pretender desarrollar energía nuclear para fines pacíficos y/o de generación eléctrica. Por supuesto, que los venezolanos pensantes somos los primeros preocupados de esta insensata idea.
Existen muchos países y grupos de gente preocupada por los anuncios del presidente Hugo Chávez de pretender desarrollar energía nuclear para fines pacíficos y/o de generación eléctrica. Por supuesto, que los venezolanos pensantes somos los primeros preocupados de esta insensata idea.
Sin embargo, a nosotros los venezolanos en general, lo que debe preocuparnos en realidad, es el desprestigio mundial que está teniendo Venezuela, por tantas amenazas, provocaciones y habladera de pistoladas del presidente ante cualquier tribuna que consigue o improvisa. No nos imaginamos, en términos de crecimiento económico, de credibilidad, de competitividad, de educación, de desarrollo industrial y comercial del país, cuanto nos cuestan estas disparatadas ideas del presidente.
Particularmente, a mi no me preocupan en tanto esas permanentes bravuconadas del presidente, dado que considero que ese es un proyecto inviable en Venezuela, y no creo que el consejo de seguridad de la ONU se lo permita, por razones obvias. Y en caso de que la ONU se haga la vista gorda, EUA se lo impediría, por razones de seguridad perfectamente válidas y permitidas.
Con el permiso de los siquiatras y sicólogos, me atrevería a afirmar que, el perfil sicológico del presidente Hugo Chávez es muy parecido al de Fidel Castro en el sentido del fanatismo, de su cuestionado grado de cordura, la megalomanía, el ego, la soberbia y la grandeza. La diferencia está en que Fidel Castro demostró que es osado y valiente, en cambio, el presidente Hugo Chávez deja muchas dudas respecto a su osadía y valentía.
Cuando el régimen comunista de Cuba y la URSS, tuvieron el encontronazo con EUA respecto a los cohetes con ojivas nucleares que se habían instalado en Cuba, que casi lleva al mundo a una confrontación nuclear, Fidel Castro tuvo la osadía e insensatez de autorizar a la URSS de seguir adelante y desconocer las advertencias de EUA, lo cual hubiese sido catastrófico.
Afortunadamente, el entonces secretario general de la URSS, Nikita Kruschev, recapacitó y negoció con EUA la salida de estas bases de Cuba, con el descontento del gobierno cubano. Esta situación, ni alguna otra medianamente parecida, no creo que se repita en América.
Existen, otras muchas razones técnicas y administrativas, y logísticas para señalar la incapacidad tecnológica y organizacional de este gobierno chavista, de poder desarrollar este tipo de tecnología de avanzada, sobre todo cuando apenas le quedan unos dos o tres años de gobierno, y sin duda alguna, cualquier otro próximo gobierno democrático venezolano, estaría en total descuerdo con tal locura de proyecto.
Ejemplos de negligencia tenemos por doquier, por ejemplo: a) acabaron con PDVSA (la principal industria del país), b) destruyeron el aparato productivo de alimentación, c) destruyeron la industria siderúrgica, d) destruyeron la fábricas de cemento, e) destruyeron las industrias del aluminio, f) destruyeron el sistema de generación y distribución de electricidad, g) han sido incapaces de generar mas producción de agua potable, h) acabaron con la infraestructura vial, i) no han podido resolver el problema de falta de viviendas, j) los hospitales no dan un buen servicio, k) las escuelas están en mal estado, etc. ¿Cómo puede un gobierno tan negligente y mediocre, estar pensando en construir plantas nucleares?
Otro aspecto a considerar en esta diabólica idea de instalar plantas nucleares en Venezuela, es el gran problema que están teniendo hoy día las potencias nucleares de no saber cómo controlar e impedir eficientemente, el contrabando de uranio y de misiles nucleares, para fines terroristas, que ya empieza a ser un punto de extrema atención importante para el mundo civilizado.
Quizás el punto más importante de la actividad nuclear es el problema con la fuga de elementos radioactivos que se producen por descuido en las operaciones, manipuleo de los equipos o accidentes imprevistos y/o el deterioro de los materiales que contiene tales elementos.
Si a las naciones desarrolladas, organizadas y entrenadas les cuesta bastante controlar estas fugas, imagínese amigo lector, como sería ese control en países como el nuestro, donde no podemos controlar que: se pudran los alimentos en los contenedores, ni que se mueran las personas por falta de elemental atención medica, ni que se derrumben los cerros por falta de previsiones, ni que se corte la energía eléctrica por falta de generación, o que la gente tenga sed por no disponer de un servicio de agua potable, o que las refinerías se paren por falta de mantenimiento.
Un país petrolero y bendecido como el nuestro, debe tener obligatoriamente la capacidad de generar electricidad sin necesidad de plantas nucleares, con el uso de la energía hidráulica, del petróleo y/o del gas natural; eso, sin considerar el uso de la energía alterna de variadas fuentes, diferente a la nuclear tal como la eólica, la solar, de desperdicios y la vegetal.
Finalmente, aprovecho la oportunidad para hacerle un llamado responsable a los simpatizantes honestos y sensatos del chavismo, que pudieran influir en la conducta del presidente, si alguno, de que le adviertan sobre la inconveniencia para el país y para el sosiego de la sociedad latinoamericana misma, de su insensata propuesta, aún cuando intente justificarla a través de las evidentes y urgentes necesidades de electricidad de las que actualmente padecemos, por su propia negligencia.
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