Guillermo Zurga
En la voz de su presidente, la diputado Cilia flores, el Poder Legislativo saliente, ha venido emitiendo declaraciones según las cuales informa que la actual unipartidista Asamblea Legislativa, antes de que se venza su periodo 1996-2010, aprobará varias leyes y reglamentos polémicos e ilegales, que violan la constitución de la republica, y que por supuesto, dificultarían las actividades de la recién electa pluralista Asamblea Legislativa.
Dentro de estas leyes, adelantó, que emitirán la del parlamentarismo de calle, donde las comunas serían unos de los principales protagonistas; que por cierto, la palabra comuna no está considerada en nuestra constitución. También mencionó la de modificar el reglamento interno de la Asamblea Legislativa, que modifica la forma procedimental vigente para presentar, aprobar, revisar, emitir y/o aprobar las futuras leyes venezolanas. También mencionó que promulgarían la ley de desarme nacional, que como sabemos, es parte de las acciones que han debido tomar muchos atrás, y por negligencia no lo han hecho.
Todos estos anuncios hechos por la presidente de la actual Asamblea Legislativa, en forma de evidente provocación, nos obliga a expresar lo siguiente: a) Esa paupérrima, moribunda e ilegitima Asamblea Nacional, no tiene ningún derecho legal, ni moral, ni ético, de pretender aprobar ni una sola ley más, de las tantas leyes irritas que han aprobado sin consultas, pasando por encima de la constitución y de las leyes, con solo levantar las manos como focas; b) Es bueno recordarle a la Asamblea Nacional actual, que los partidos que apoyan al gobierno, dejaron de ser mayoría en Venezuela, y pasaron desde el 26S a ser minoría, hecho confirmado por el propio CNE y refrendado por las planillas de votación, razón por las que deberían tener recato, ponderación y respeto a la voluntad de la nueva mayoría; c) ¿Qué fines oscuros e inconfesos persigue el chavismo, con tales provocaciones, las cuales, aunadas a las que ha hecho el presidente Hugo Chávez, a pesar de la derrota que obtuvieron, en lugar de ayudar a asegurar una transición pacífica y civilizada de gobierno, por el contrario, pareciera más bien un plan para desestabilizar al país?; d) ¿No sería indispensable, que el liderazgo de la MUD se pronuncie abierta y contundentemente sobre esta latente amenaza?
Aclaratorias, interpretaciones y demandas nacionales ante el TSJ, son pertinentes y válidas, para frenar tales exabruptos. Una acción preventiva y persuasiva a tomar por las mayorías democráticas del país, pudiera ser la de llevar formalmente esta preocupación al seno de la ONU, OEA y UNASUR, y al mundo, para advertirles sobre las consecuencias que pudieran tener estas pronosticadas acciones provocativas del chavismo para la tranquilidad del país, considerando, la relativa cercanía de las elecciones presidenciales.
Aún cuando pudiera resultar una petición inútil, por parte de la oposición venezolana, solicitar a estos organismos internacionales, que pongan su atención a las provocaciones del chavismo, de continuar con actividades inconstitucionales, ilegales y amorales; a modo de resguardo y con el propósito salvar responsabilidades, pareciera pertinente hacerlo de todas maneras. Sobre todo, en estos momentos de inminente pérdida de popularidad del gobierno. Quizás, estas advertencias les enfaticen, tanto al chavismo, como a los organismos que lo defienden tan fervorosamente, que estamos dispuestos a defender la democracia y la constitución.
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