Alberto Quiros Corradi
¿Piensa Chávez que las repetidas confiscaciones pueden ayudarlo en su empeño de perpetuarse en el poder? ¿O es que ese objetivo no es el que orienta a sus decisiones? ¿Es entonces una estrategia para imponer una ideología: El comunismo, Cuba, socialismo del siglo XXI? ¿O es para atemorizar a todos los empresarios, grandes y pequeños, para imponerles el silencio ante sus desmanes? ¿O hay de todo lo anterior en su estrategia? Debemos identificar a quiénes, aparte de los dueños de las empresas, perjudican las estatizaciones. Por los negativos resultados obtenidos a la fecha, perjudican a todos los venezolanos.
Hay objetivos claros en la selección de lo confiscado. Veamos solo 3 ejemplos recientes. La confiscación del edificio La Francia. Allí convivían pequeños empresarios ¿será que se quería demostrar que del objetivo estatizador no se escapan los pequeños comerciantes? ¿O, quizás, fue un mensaje al comercio de joyas que no tiene cabida en una sociedad donde no se tolerará ni el lujo ni el consumismo? ¿O fue una decisión para apartar de áreas donde reina el Libertador la presencia del comercio, presuntamente incompatible con el respeto que se le debe al héroe? ¿O fue solamente una demostración del poder que tiene Chávez para imponer sus caprichos por muy atrabiliarios que sean? El Presidente tiene a las empresas Polar en su mira, pero no se atreve a confiscarlas sin pasar primero por un proceso de ablandamiento. Confiscando a Agroisleña retira del mercado algunos de los insumos agrícolas imprescindibles para manufacturar los productos que sustentan el prestigio de las empresas Polar.
Eso va a pasar, bien porque la confiscación fue una acción no planificada o porque la ya probada ineficiencia gerencial del régimen resultara en una falta de apoyo financiero y técnico a muchos productores del campo con la consiguiente pérdida de su producción. Al confiscar la Owens se retiran del mercado nacional los envases necesarios para que las empresas Polar puedan comercializar algunos de sus productos. Le queda a la Polar la opción de importar lo que ya no estará disponible en el país. ¿Quién le suministrará los dólares necesarios? Si los productos de las empresas Polar empiezan a escasear, eso traerá consecuencias negativas. El pueblo desinformado la criticará y el régimen la acusará de golpista. La oportunidad estará servida para una nueva confiscación para defender el “interés nacional”.
Cargill ha sido también un objetivo y la estrategia es la misma. Al final, el régimen no puede dejar cabos sueltos en la forma de empresas privadas grandes y exitosas. Otro objetivo es no pagar el valor real de la empresa, demorar cualquier aporte y finalmente entregar papeles devaluados del Estado como compensación. En el caso de la industria petrolera la acción es al revés. Se quieren vender activos del Estado (PDVSA) en el exterior al mejor postor público o privado. Ya se empezó con la venta en Alemania y a ésta le seguirá Citgo. El objetivo inmediato es buscar dinero para financiar la campaña presidencial 2012 con alguna holgura y tener un remanente para comprar, mediante subsidios, el voto de la marginalidad que empieza a rechazarlo. Hay, además, el deseo de reducir presencia en los Estados Unidos para no tener activos en ese país que pudieran ser embargados por quienes no han recibido compensación adecuada. Se confisca en Venezuela y se venden en el exterior nuestros activos. Aparte de las excusas dadas hay ignorancia y desesperación. Malos compañeros de viaje.
Hay objetivos claros en la selección de lo confiscado. Veamos solo 3 ejemplos recientes. La confiscación del edificio La Francia. Allí convivían pequeños empresarios ¿será que se quería demostrar que del objetivo estatizador no se escapan los pequeños comerciantes? ¿O, quizás, fue un mensaje al comercio de joyas que no tiene cabida en una sociedad donde no se tolerará ni el lujo ni el consumismo? ¿O fue una decisión para apartar de áreas donde reina el Libertador la presencia del comercio, presuntamente incompatible con el respeto que se le debe al héroe? ¿O fue solamente una demostración del poder que tiene Chávez para imponer sus caprichos por muy atrabiliarios que sean? El Presidente tiene a las empresas Polar en su mira, pero no se atreve a confiscarlas sin pasar primero por un proceso de ablandamiento. Confiscando a Agroisleña retira del mercado algunos de los insumos agrícolas imprescindibles para manufacturar los productos que sustentan el prestigio de las empresas Polar.
Eso va a pasar, bien porque la confiscación fue una acción no planificada o porque la ya probada ineficiencia gerencial del régimen resultara en una falta de apoyo financiero y técnico a muchos productores del campo con la consiguiente pérdida de su producción. Al confiscar la Owens se retiran del mercado nacional los envases necesarios para que las empresas Polar puedan comercializar algunos de sus productos. Le queda a la Polar la opción de importar lo que ya no estará disponible en el país. ¿Quién le suministrará los dólares necesarios? Si los productos de las empresas Polar empiezan a escasear, eso traerá consecuencias negativas. El pueblo desinformado la criticará y el régimen la acusará de golpista. La oportunidad estará servida para una nueva confiscación para defender el “interés nacional”.
Cargill ha sido también un objetivo y la estrategia es la misma. Al final, el régimen no puede dejar cabos sueltos en la forma de empresas privadas grandes y exitosas. Otro objetivo es no pagar el valor real de la empresa, demorar cualquier aporte y finalmente entregar papeles devaluados del Estado como compensación. En el caso de la industria petrolera la acción es al revés. Se quieren vender activos del Estado (PDVSA) en el exterior al mejor postor público o privado. Ya se empezó con la venta en Alemania y a ésta le seguirá Citgo. El objetivo inmediato es buscar dinero para financiar la campaña presidencial 2012 con alguna holgura y tener un remanente para comprar, mediante subsidios, el voto de la marginalidad que empieza a rechazarlo. Hay, además, el deseo de reducir presencia en los Estados Unidos para no tener activos en ese país que pudieran ser embargados por quienes no han recibido compensación adecuada. Se confisca en Venezuela y se venden en el exterior nuestros activos. Aparte de las excusas dadas hay ignorancia y desesperación. Malos compañeros de viaje.
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