A propósito de la proliferación de los golpes de estado que los países del Alba y sus compinches de la OEA y de UNASUR, denuncian en cada momento, cuando se produce una manifestación de rechazo de las minorías oprimidas, por los abusos y acciones de totalitarismos que los gobiernos de estos países del Alba aplican ilegalmente para pretender eternizarse en el poder e imponer un comunismo execrado por la humanidad en pleno, en Venezuela, se viene aplicando un auto golpe en diferido, por el mismísimo presidente Hugo Chávez, sin que las voces de José Miguel Insulza ni las de los Kirchner, ni las de los acostumbrados alcahuetes izquierdistas fanáticos del anti golpismo, se atreven a pronunciarse en contra.
En Venezuela estamos conscientes de que Hugo Chávez está dando un auto golpe de estado cívico militar en diferido, de poquito a poquito, sin que duela mucho, renglón por renglón, mientras la gente se queda tranquilita sin protestar, sin que sus alcahuetes de sur y centro América lo denuncien, mientras tiene algo de popularidad, la cual se le está acabando; para apoderarse definitivamente de las riquezas de Venezuela y utilizarlas en destruir a EUA y al capitalismo y satisfacer así su inmenso ego y megalomanía. Algo insólito y de dementes, pero lo está haciendo con mediana efectividad, y al parecer lo disfruta.
Ese auto golpe de estado lo ha tenido en su agenda Hugo Chávez, antes de arrancar la campaña electoral de 1998. De hecho, hubiera sido más fácil hacerlo en el momento en que se juramentó como presidente de Venezuela, cuando casi todo el país le aplaudía y le aceptaba. Si no lo hizo en ese momento fue porqué, primero debía crear una infraestructura política bolivariana y proceder a la compra de la cantidad de conciencias que compró con los petrodólares venezolanos, para abonar el terreno anti yanqui y pro comunista en Latinoamérica, que ha creado, ante la impotencia y frustración de EUA y los demás países demócratas de la región, quienes no han sabido contrarrestar esta ofensiva inédita de la extrema izquierdista en América, comandada por Hugo Chávez y dirigida por Fidel Castro.
Esa infraestructura política de la que hablo, ya está creada y funcionando en favor de Hugo Chávez y de sus propósitos, y es de esperarse que, cuando termine de darse el auto golpe de estado, conseguiría el consentimiento y autorización de esta infraestructura latinoamericana podrida engañada que le acompaña en nombre de los pueblos más necesitados de Latinoamérica, para continuar avanzando en sus propósitos destructivos.
Afortunadamente para Venezuela y su población inmensamente democrática, los autos golpe en diferido son una modalidad que en la práctica no funciona, y pueden ser frenados, controlados y revertidos. El amigo lector debe saber por la historia, que los golpes de estado del izquierdismo comunista, se dan de una sola vez y en el mismo momento, o no se dan. El ejemplo más cercano es el de Cuba. Los más lejanos son los de China y los de la URSS.
Esa agitación del presidente, en profundizar en el comunismo, aún cuando políticamente perdió las mayorías, es producto de la desesperación, y quizás una estrategia de provocar al pueblo venezolano a que se lance a la calle a protestar, para aplastarlo con los tanques, que hasta el momento controla, e intentar terminar de dar su auto golpe en diferido, lo cual le será impedido por ese mismo pueblo, a quién mintió, engañó y vejó.
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