Guillermo A. Zurga
A solo 100 días de haberse convertido en presidente juramentado de Colombia, el presidente Juan Manuel Santos nos ha sorprendido con algunas acciones relacionadas con su declarado nuevo mejor amigo, el presidente Hugo Chávez de Venezuela.
La nueva actitud del presidente colombiano respecto al nuevo trato que estaría dando a quién por estos últimos años ha actuado como el peor enemigo de Colombia, estarían siendo justificada por el hecho de que lo hace por su amor a Colombia y al compromiso como presidente de su nación, que le obligan a mejorar las relaciones “comerciales” con el gobierno venezolano, las cuales estaban rotas por decisión unipersonal del presidente venezolano.
Al parecer, el presidente Santos, se ha tomado muy en serio esta nueva amistad con Hugo Chávez, y hasta se está dando el lujo de hacerle favores especiales, como lo es, su anuncio de repatriar a Venezuela al ciudadano sirio-venezolano Walid Makled, actualmente detenido en Colombia por narcotraficante y lavado de dinero. La justificación del presidente Santos para tamaña decisión, es la de que él se lo prometió al presidente venezolano, y cumple con su palabra cuando la compromete.
Al menos que esa sea una estrategia diseñada entre los gobiernos gringos y el colombiano, en la cual pudiera esconderse una trampa para cazar al presidente venezolano, y encerrarlo al igual que se hizo con Manuel Noriega, este anuncio debe tener al mundo del narcotráfico y a sus principales representantes desconcertados, ya que todos conocemos la dependencia extrema del tribunal supremo de justicia del gobierno venezolano, y cualquier cosa pudiera suceder en un juicio llevado a cabo en dicho tribunal.
De no ser una componenda entre EE.UU y Colombia, el gobierno norteamericano y en especial la DEA, deben de estar muy furiosos con su supuesto mejor amigo latinoamericano, ya que éstos daban como un hecho que el poderoso narcotraficante, quién por cierto, al parecer enviaba mensualmente a EE.UU, vía centro América, unas 10 toneladas de droga a esa nación. Esto, debido a que es públicamente conocido que el gobierno de EE.UU. había pedido la extradición del susodicho narco a ese país, y hasta ahora Colombia nunca les había fallado.
Anoche, en el programa “zoom a la noticia” que dirige el conocido periodista Hassan Hassar, pude observar, que las opiniones parecieran estar divididas respecto a esta decisión del presidente Santos de extraditar a Venezuela al poderoso narcotraficante Walid Makled. Tampoco está muy claro, si el presidente Santos puede autorizar esta extradición, sin la autorización del tribunal de justicia colombiano, quién pareciera ser el que tendría la última palabra en tal decisión, asunto este que les tomaría entre 6-18 meses de tiempo.
Esta decisión del gobierno colombiano, deja entrever la importancia del comercio de Colombia con Venezuela, y no deja la menor duda de que en ese país, lo comercial está prevaleciendo sobre lo político1. Esto no debe sorprender a nadie, si esos intercambios se realizasen con cualquier otro gobierno democrático de la región; pero con el gobierno comunista de Venezuela, no deja de ser preocupante, dada la capacidad de manipulación que tiene el presidente Hugo Chávez y los nexos que le atribuyen con el narco terrorismo colombiano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario