martes, 19 de junio de 2012

Con un dineral subsidian las energías venezolanas

Por Yrmana Almarza / Maracaibo / yalmarza@laverdad.com

Gasolina y diésel son los productos que más contribución recibieron por parte del Estado. Nelson Hernández, experto en temas energéticos elaboró un documento que revela lo costoso del subsidio en Venezuela

Foto: Archivo

El precio de la paz social es alto y el Estado venezolano lo paga. Para evitar que en el país se desaten conflictos como los ocurridos en el Caracazo de 1989 cuando Carlos Andrés Pérez en su segundo mandato presidencial anunció el aumento en los precios de la gasolina y otras medidas económicas, la administración Chávez en 2011 echó al saco roto del subsidio a todas las energías (gasolina, gasoil, gas, gas licuado y electricidad) la cantidad de 29 mil 15 millones de dólares.

El dato lo aporta el ingeniero Nelson Hernández, experto energético que en mayo de este año publicó su trabajo "El precio de las energías (subsidiadas) en Venezuela". El papel revela que en gasolina y diésel se invirtieron 21 mil 710 millones de dólares para mantener los precios internos de bolívares 0,097 y 0,070 en las gasolinas de 91 y 95 octanos y de 0,047 bolívares en el diésel.

Para Gustavo Machado, analista económico, la información "no es sorpresiva". Recalca que en Venezuela tenemos precios en los combustibles, "menores a los precios internacionales y que no cubren su costo de producción. Datos como estos nos revelan la necesidad de elaborar un plan nacional de energías que nos permita utilizar de manera óptima nuestra abundante base energética para el desarrollo sustentable".

Daño irreversible
Nelson Hernández, autor de la publicación, explica que el caso de los subsidios en Venezuela "ha alcanzado valores muy altos, inexplicables para el resto del mundo, debido a la aplicación de públicas diseñadas con base a que el pueblo debe tener energía barata por ser Venezuela un país productor y exportador de hidrocarburos, lo cual ha llevado por décadas, a la proliferación de la demagogia política en el precio de los energéticos".

Califica la medida que se ha mantenido por 13 años, como un "paradigma que promueve la expectativa generalizada en la población de un derecho a acceder a combustibles y energéticos baratos, lo cual ha sido, es y posiblemente será difícil revertirlo en el corto plazo", sin que ajustar el precio de las energías no genere consecuencias negativas en las distintas actividades de la sociedad.
En el país "cuesta más cocinar" con gas licuado del petróleo (1,6 dólar) que tanquear un carro con gasolina (0,6 dólar) o diésel (0,28 dólar), dice Hernández. "El subsidio de la gasolina representa 45,4 por ciento del total de los subsidios en Venezuela. Hay que hacer una revisión de los precios y tarifas de los energéticos en el mercado interno".

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