Por: Nelson Hernández
En su reunión
Nro. 161, celebrada en
Viena, la OPEP decidió mantener su techo de producción de 30 millones de
barriles diarios (MMBD), el cual ya había sido establecido en su reunión anterior
celebrada en diciembre de 2011.
La Conferencia examinó la evolución
reciente del mercado del petróleo, en particular, las proyecciones de oferta /
demanda, así como las perspectivas para el segundo semestre de 2012, señalando
que la mayor volatilidad de los precios presentada durante la primera parte del
año 2012 era un reflejo de las tensiones geopolíticas y de los mayores niveles de
especulación en los mercados de materias primas, y no sólo una consecuencia de
los fundamentos de oferta / demanda.
La tabla arriba mostrada, presenta
lo que deberían ser los niveles de producción de petróleo para cada país, pero
que en la realidad no lo es. Igualmente presenta dos niveles de producción para
el mes de mayo de 2012. Uno tomado de la información dada directamente por cada
país y la otra de fuentes secundarias como PIW, EIA, etc. (Ver: Reporte
Mensual OPEP).
En lo
atinenente a la producción asignada (cuota) esta es determinada, para cada país,
en función del nivel de reservas que posee, su potencial de producción y su
consumo de productos de hidrocarburos en el mercado interno.
De
acuerdo a la información, los países OPEP no han estado respetando las
asignaciones de producción, ya que existe una sobre oferta en el mercado de 2.3
MMBD o de 1.6 MMBD, de acuerdo a la fuente de información.
La
columna denominada “ajuste a la producción”, es simplemente la variación que
debe realizar cada país para cumplir con los 30 MMBD de techo. Dicho ajuste es
incongruente (no viable) de que se materialice. Veamos algunas de las razones.
En
el caso de Venezuela, le corresponde una producción de 4.4 / 4.3 MMBD (fuente
propia / fuente secundaria). Sin embargo, el ajuste de aumentar producción es
inviable motivado a que no tiene potencial de producción desarrollado para un
incremento de 1.6 / 1.9 MMBD.
El
caso de Angola es patético, ya que debería reducir su producción a la mitad del
volumen que produce actualmente. Esta situación es cuesta arriba debido a los
compromisos internos que dependen de los ingresos del petróleo.
A
Arabia Saudita, le correspondería bajar su actual producción en un 23 %. De
hacerlo, se dificultaría que el mundo tenga un suministro de 30 MMBD, lo que repercutiría
en un alza en el precio del crudo, aspecto este que no está dentro del esquema
de precios que maneja este país.
Irán
presenta una situación similar a la de Venezuela. Tendría que aumentar su producción
pero no tiene potencial desarrollado para realizarlo.
En
definitiva los países OPEP seguirán produciendo lo que hoy producen. Los ajuste
para disminuir 2.3 / 1.6 MMBD y situarse
en el techo de 30 MMBD, será realizado
por aquellos que como Arabia Saudita tienen
potencial disponible para balancear la oferta global de la OPEP.
Por
todo lo anterior, luce que el mecanismo de asignación de producción de crudo de
la OPEP dejo de tener vigencia. Muy pocos países pueden ajustarse al nivel de producción
asignado, unos por razones técnicas de producción (Venezuela, Irán), otros por
compromisos de ingresos de divisas (Angola, Nigeria) y otros por cumplir con
los volúmenes de suministro que espera el mundo para balancear la oferta y la
demanda de petróleo (Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes).
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