Alberto Quiros Corradi
I. El regreso de Chávez plantea seis escenarios posibles: 1. No vino.
Eso es poco creíble. El peligro de que se descubra la farsa puede ser
“tumba gobierno” pero mientras el oficialismo no de una prueba
contundente de su presencia, hay que incluir este escenario. 2.
Incapacitado. Chávez está en estado de coma o algo parecido. Maduro,
Cabello, Ramírez y Jaua toman las decisiones que les impone Cuba y las
presenta al pueblo como si vinieran de Chávez. Hay muchas razones para
este escenario: Chávez no ha sido visto en más de 70 días. Su única fe
de vida son unas fotografías que parecen un montaje y unas firmas que
son idénticas a firmas anteriores. Si este fraude se descubre terminara
en forma deshonrosa con la carrera política de los involucrados. Sin
embargo, hay un aspecto que pone en duda esta posibilidad. La familia de
Chávez tendría que haber ayudado a la farsa lo cual es difícil de
creer. Aunque, si ellos piensan que es necesario para salvar la
revolución y defender el sueño de su padre, podrían estar dispuestos a
colaborar. 3. Se cura y ejerce a cabalidad la presidencia. Enfrentaría
graves problemas pero su visibilidad ayudaría a posponer lo que es hoy
una crisis de gobernabilidad. Acabaría con la incertidumbre, los rumores
sobre su salud y la violación de la Constitución. 4. No se cura y sigue
la situación actual. El poder ejecutivo correría el peligro de que su
ilegitimidad le dificulte al país firmar convenios internacionales,
endeudarse más y, peor aún, agotar a un pueblo que ya perdió la
paciencia. 5. La renuncia. Ante la debilidad que le produce su
enfermedad, Chávez renuncia. Este escenario tiene dos lecturas: a. El
grado de seguridad que tenga Chávez en Maduro después de su pobre
gestión. b. El grado de conflictividad dentro del PSUV. Si Chávez cree
que tiene controlada la situación del partido y confía en Maduro debería
“sorprender” a la oposición con su juramentación y renuncia ya. El CNE
celebraría elecciones en 30 días o menos, lo cual enfrentaría a una
oposición que no tiene todavía candidato. Pero si no todo está resuelto y
la devaluación y lo que viene después ponen en peligro al éxito
electoral, entonces el chavismo necesita ganar tiempo y la renuncia se
postergará hasta que Chávez esté seguro de su mejor momento electoral.
Entre una y otra posibilidad, los analistas están divididos. Por mi
parte, si Chávez no se va a curar, mientras más pronto renuncie es mejor
para él, porque lo que viene en este país es todo menos bonito. 6. La
muerte. Sobre esto no se puede especular mucho. Habría que aplicar la
Constitución y convocar a una elección dentro de 30 días. Aunque el TSJ
podría decidir que los 30 días son para convocar y las elecciones pueden
posponerse indefinidamente. Pero si el TSJ vuelve a violar la Carta
Magna eso, aunado a la crisis de gobernabilidad y al desastre económico,
puede traer consecuencias muy graves e impredecibles.
II. La oposición. Dos recomendaciones: a. Atiendan la sugerencia de
Copei de escoger un candidato presidencial ya (por si acaso se da el
escenario 5 en su versión de renuncia inmediata) b. No critiquen la
devaluación. Si hubiéramos ganado tendríamos que haber hecho lo mismo.
Lo que hay que condenar son las razones que llevaron a esa decisión:
regaladera de dinero, destrucción de la capacidad productiva y aumento
de las importaciones, excesivo gasto público sin invertir en proyectos
rentables, discriminación en los nombramientos de funcionarios públicos y
una enorme corrupción.
¡Escoja usted!
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