sábado, 16 de febrero de 2013

EL PETRÓLEO NUESTRO DE CADA DÍA (I)

Rafael Gallegos                                       


El 2014, el pozo Zumaque1 cumplirá cien años. O sea… cien años de explotación comercial del petróleo en Venezuela. Hora de balance, de reflexión. De filosofar acerca de nuestra realidad petrolera.

¿El petróleo, palanca o valla? Las respuestas son disímiles.  Algunos parafrasearán a nuestros indígenas: el petróleo es el excremento del diablo

Otros afirmarán la Leyenda Negra: el petróleo es el culpable de todos nuestros males. Dirán que si no tuviéramos petróleo seríamos como Alemania, cuando todos sabemos que no hay ninguna razón para que sin petróleo, fuéramos diferentes a tanto pobre país latinoamericano.

No faltará quien defienda la Leyenda Rosa: somos un país inmensamente rico. La realidad es que nos asemejamos  más a un  frustrado alquimista que no logra dar con la piedra filosofal, que le permita transformar el petróleo en bienestar colectivo.

Pero ni blancos, ni negros… grises son los colores de la vida. El petróleo nos ha traído mucho bienestar acompañado de muchos perjuicios. Y el balance está lleno de altibajos.

Ni bueno ni malo. Simplemente somos un país petrolero. El único miembro importante de la OPEP, en el mundo occidental. Lo fundamental del balance, es sacar lecciones para lograr que el petróleo que nos queda, además de sus tres mil productos, genere el derivado 3001: el bienestar de los venezolanos.

A partir de 1.928, el petróleo se convirtió en nuestro generador de divisas más importante.  Y Venezuela comenzó un crecimiento sostenido por más de treinta años. 

Desde la muerte de Gómez hasta el boom petrolero del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, desaparecieron enfermedades endémicas, la estatura del venezolano subió significativamente, al igual que el consumo de alimento per cápita, los niveles educativos, las escuelas, las universidades, los hospitales, autopistas. Guri,  CVG, desarrollo agroindustrial, clase media, ciudades, el sureste de Caracas.  Pasamos de una a otra Venezuela. Ah!  y a excepción de los diez años de la dictadura  militar… vivimos en democracia. Con todos sus defectos, Venezuela llegó a ser un país modelo en Latinoamérica.

EFECTO VENEZUELA
En 1974 se multiplicaron los precios del petróleo. El primer presupuesto de CAP triplicó al último de Caldera. Venezuela pasó a manejar más dinero del que podía.  Pérez Alfonzo determinó que el país se iba  a indigestar con tanto dinero, cual individuo que ganara el premio gordo de la lotería  y comenzara a comer siete veces al día… hasta la descompensación.  A este fenómeno lo denominó Efecto Venezuela.

Propuso bajar la producción hasta 1 millón de barriles. El gobierno por su parte,  creó el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) para represar los dólares excedentarios.

Venezuela se deslumbró. En el extranjero teníamos un poder adquisitivo equivalente al de un sueco, cuando en el fondo nuestra productividad no superaba a la de cualquier país latinoamericano. La Tribu Ta Barato. La riqueza del Estado arropó la creciente improductividad del país. La deuda externa llegó a niveles impagables. Tanto recurso deformó a Venezuela. Nos indigestamos. 

Nos parecimos más a Sodoma y Gomorra, que a un país productivo. El Estado tenía que darnos todo. Se multiplicó la burocracia, las importaciones, la corrupción. Se aflojaron los resortes morales. Creció la marginalidad. La renta dejó de ser suficiente.

La anti política se puso de moda y dejamos- en general- la política a los más incapaces.
Inflación, deuda, descomposición. A los líderes emergentes se les bloqueó el camino. El país, desmoralizado, dejó de creer en sí y en la democracia. 

4 DE FEBRERO
Y llegó el comandante Chávez y mandó a parar. Cabalgó sobre el fracaso colectivo. En lugar de soluciones, ofreció venganza. Y el pueblo… aplaudió.

Miles de millones de dólares. Otro Efecto Venezuela. Más largo, más profundo y más dañino. Ahora la renta, sirve… para desbaratar al país para comerte mejor.

Por lo menos  los otros eran demócratas. Y no le entregaron el país al totalitarismo cubano.
Así, hemos llegado a este despeñadero.

PRIMER EPÍLOGO
1.- ¿Por qué  los países con recursos mineros no se desarrollan? La realidad nos va demostrando que el único recurso que desarrolla es la inteligencia. La libre empresa, la orientación a las exportaciones, las estrategias de desarrollo adelantando agresivas políticas sociales.

2.-  Hay que estar claros en que el petróleo no es riqueza. Apenas dólares que sirven para cualquier cosa. Nuestro deber es   gerenciar los recursos petroleros. Todo lo contrario de lo que hace esta “revolución”.

3.- Tenemos que hacer las cosas de manera diferente a como hasta ahora. Para lograr resultados diferentes.

4.- ¿Podremos? … no se pierda la segunda parte de este artículo. 

2013, es nuestra próxima oportunidad.

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