Rafael
Gallegos
La
historia está llena de casualidades. Chávez llegó al poder derrotando a
Henrique Salas y se irá derrotado por otro Henrique, Capriles.
Similar
a lo acontecido con la primera interrupción de la democracia venezolana,
demarcada por la caída y la elección de dos rómulos. Efectivamente, en 1948,
los felones tumbaron nada menos que a Don Rómulo Gallegos, quien acababa de ser
electo con más del 70 % de los votos. Se inició una feroz dictadura, que finalizó
con el gobierno del admirado Wolfang Larrazábal, institucionalizándose la
democracia con la elección de Rómulo Betancourt en 1.958. O sea, que la
dictadura estuvo, al igual que esta “revolución”, demarcada por dos tocayos presidentes
electos por las masas: Rómulo Gallegos y Rómulo Betancourt. Entre rómulos te
veas.
Para
más curiosidad, el descubrimiento, la conquista, la colonia y la Independencia de Venezuela,
es decir la formación del país, estuvo también demarcada por dos tocayos.
Cuando Colón descubre América, el rey era Fernando de Aragón y cuando Bolívar
logra la Independencia, el rey de España era Fernando VII. Entre fernandos te
veas.
Las
tres épocas mencionadas tienen en común que se siguió la flecha de la historia
hacia estadios superiores. Cuando la formación de Venezuela, desde el descubrimiento
hasta la Independencia y no al revés. Cuando Pérez Jiménez, desde la desde la dictadura hacia la democracia y no
al revés.
Siempre
hacia el estadio superior, como ocurrirá el 7-O. En ese lapso de henriques
transitaremos la ruta entre la desfachatez y la democracia.
Porque
no lo dude, esta “revolución” pasará a la historia como el período más
destructivo de Venezuela en tiempos de paz.
Cierto
que nuestra patria quedó diezmada luego de la Independencia. Pero fueron diez
años de guerra. Y peor cuando la Guerra Federal. Pero igual, fue una guerra.
Pero
en esta paz “revolucionaria” la destrucción ha sido masiva: la industria
petrolera, que debería producir seis millones de barriles diarios y apenas
produce dos y en barrena, sin contar con la destrucción de las refinerías por
cero mantenimiento. Tienen razón cuando
hablan de sabotaje petrolero. Un largo sabotaje de diez años de
ineficiencia, desviación de objetivos, exceso de personal, producción en
picada, daños a las instalaciones y los yacimientos, y explosión de refinerías. Cero en gerencia. Y
todavía tienen el desparpajo de decir que rescataron la industria petrolera… no
me rescate compadre.
En
paz, acabaron con las empresas básicas de Guayana, y disminuyeron en más de 30%
la cantidad de industrias y empresas e Venezuela. En paz convirtieron en
eriales las fincas y disminuyeron la producción
agropecuaria en más de 20%. Y ni hablar de la infraestructura, la violencia, la
desinversión y la división del alma nacional. Como la paz de los cementerios de
Gómez. Puro marasmo.
Imaginemos
nada más que estos catorce años, en lugar de ser de paz… hubieran sido de
guerra.
YA
COMENZÓ LA DESPEDIDA
Muchas
señales lo indican. La “revolución” se va. La tenaza de los tocayos Henrique,
hace su trabajo de pasar la página de la historia, como lo hicieron los tocayos
Rómulo y Fernando. Casualidades históricas; pero… de que vuelan, vuelan.
Por
sobre todo, hay un mar de fondo. Estamos frente a una nueva generación que tomará las riendas del país. La tercera
generación de Venezuela. Y todas han surgido, contra las autocracias.
La generación
de Simón Bolívar, contra la autocracia española. El grito lo dio el futuro
Libertador: “¿es que no bastan trescientos
años de calma?”
La
segunda generación fue la del 28. La de los estudiantes que emergieron contra
Juan Vicente Gómez, al grito de sacalapatalajá.
Y
la tercera generación, es esta que encabeza Capriles (y allí vamos todos de
todas las edades), que emerge contra esta autocracia al grito de Hay Un Camino.
La
primera generación implantó la Independencia. La segunda, agregó la Democracia.
Y esta Tercera Generación, añadirá la Prosperidad.
Por
ello el 7-O escogeremos entre el Camino de la Historia, o el Barranco que nos
conducirá a las cavernas de Trucutrú.
O a
sociedades similares a las de los “panas” de esta “revolución”: Bielorrusia, la
última dictadura de Europa. Cuba el último totalitarismo de América y paraíso
de tiburones come balseros. Irán... ¿qué será de la vida de los opositores
golpeados y presos por denunciar fraude en las últimas elecciones de ese país?
Siria… sin comentarios. Eso sin contar con los terribles líderes “panas” que ya
no están y tanto daño ocasionaron a sus pueblos.
¿Es
eso lo que usted quiere para Venezuela?
El
camino de Capriles es la unidad
electoral para la unidad del alma nacional. Respeto, diálogo, legalidad vs
leguleyismo, humanismo basado en las libertades. El camino es el siglo XXI, que
emergerá desde el fondo de los venezolanos.
Capriles
Presidente. Una necesidad nacional.
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