JUAN FERNANDEZ
La sala situacional del candidato Chávez cuya tarea es realizar
extenso seguimiento a la opinión publica
sobre el día a día en el país, ahora con mayor relevancia y criticidad durante
el periodo de campaña electoral. En consecuencia, es fácil ver como el gobierno
aplica un mecanismo repetitivo de
manipulación de la realidad, utilizando para ello personajes claves del gobierno, en función
del aspecto a tratar de ser modificado en la opinión publica, mecanismo
utilizado a través de toda la estructura de la red de medios públicos.
El candidato Chávez cuya obsesión es el control absoluto del país
y por supuesto de PDVSA, sabe claramente
como la tragedia de Amuay le quita la careta al gobierno y lo deja en evidencia
de su pésima gestión de lo publico. En consecuencia, cumple al pie de la letra
las recomendaciones de la Sala para intentar modificar, cambiar la opinión
publica con respecto a la tragedia en Amuay.
Lo anterior, es una receta aplicada desde 1998, por lo tanto se hace
fácil develar su estrategia de comunicación.
En primer lugar, viene una arremetida en contra de los trabajadores
petroleros despedidos ilegalmente por Chávez en 2003, al intentar relacionar el
paro cívico con la tragedia en Amuay y correr la culpa hacia otros, con ello
logra su objetivo de todos estos años de sembrar la separación entre los
venezolanos. Veremos nuevamente acciones
en los tribunales para echarnos la culpa, una especie de tribunal tipo inquisición
al conocimiento, al merito, a los principios y valores. De hecho la maquinaria
de propaganda del gobierno, quiere nuevamente sembrar la idea del sabotaje, termino
que seguirán utilizando los operadores políticos del gobierno, pero verán como
el personal de PDVSA excluirá la palabra “sabotaje” del léxico, para cuidarse
ante los aseguradores, quienes no pagan daños por esas razones.
En segundo lugar, desconocer o ignorar las opiniones de venezolanos
expertos con suficientes credenciales conocedores de las instalaciones
petroleras venezolanas y los informes como el “Risk Improvement Recomendations”
cuyo análisis y recomendaciones de mantenimiento correctivo y preventivo en el
Centro Refinador Paraguaná, reflejan la recurrencia de 222 incidentes en 2011 y 100 incendios. Lo
cual es un síntoma evidente al no tomarse en cuenta apropiadamente resulta en el
aumento del riesgo de la accidentalidad.
En tercer lugar, la población que por causas de su situación
económica se ve obligada a vivir en zonas las cuales deberían ser de protección
de la refinería, sin correr riesgo sus vidas. El gobierno irresponsablemente,
solo anuncia la reconstrucción, buscando mostrarse eficiente cuando en realidad
lo que debería de hacerse es una evaluación estricta para evitar se repita una
tragedia afectando a la gente, incluso utiliza a los afectados para dar gracias
por la ayuda recibida. El tema de los familiares de las victimas es altamente
ignorado, pues ello apunta hacia los responsables, siendo de interés del
gobierno sea obviar el tema de la responsabilidad.
En cuarto lugar, el desorden en los voceros del gobierno sobre la
tragedia fue evidente, desde indicar que en dos días la refinería estaría
operando normalmente hasta las declaraciones de funcionarios del gobierno,
explicando lo que no saben. Por ello, se transforma en una vocería que lejos de
explicar con claridad lo ocurrido se utiliza para alabar el supuesto proceso
revolucionario, e inclusive se habla de cómo la tragedia “hace salir a PDVSA fortalecida”. El Gerente del Complejo
Refinador Luongo, mas que un responsable de la operación de la refinería parece
un activista político del partido del gobierno, cuidando su puesto.
Por ultimo, el propio candidato Chávez aprovecha la tragedia para
justificar su gestión al frente de PDVSA con la bandera de la soberanía, la
independencia, con ello se lava la
cara, elude su responsabilidad, y por
el momento respalda a Ramírez, hasta tanto la sala situacional evalué
nuevamente la percepción de la opinión publica y determine los pasos a seguir.
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