viernes, 21 de septiembre de 2012

CAMINO O BARRANCO… USTED ESCOGE




Rafael Gallegos                                                                    

El 7-O es el día de la  Y en el camino. Pero no una Y cualquiera. Se trata de una Y histórica. La deuda o las lolas, la deuda o las lolas, tendremos que reflexionar los venezolanos, como el pajarito de la propaganda. Comunismo o democracia, comunismo o democracia.
Y como definitivamente no somos pajaritos sino seres humanos, y es claro que uno de los caminos que marca la Y es el barranco del comunismo mesiánico, es imperativo que los venezolanos escojamos la  ruta de la democracia.
De ganar esta copia borrosa del comunismo cubano, seríamos recordados por nuestros hijos, nietos, bisnietos y tataranietos… hasta la enésima generación, como unos bobos que por la vía electoral, elegimos coartarnos las libertades.
Y más que generación boba, nos definirían como los masoquistas del siglo XXI. Algo así como el condenado que por propia voluntad, escogiera el cadalso como castigo. O la mujer que espera a su marido borracho, para que le pegue.
Porque si a ver vamos, los tan admirados – por el líder de la “revolución” bolivariana – comunismos que en el mundo han sido, se impusieron a sus pueblos por la vía de la violencia. Ninguno llegó al poder por la vía electoral. Veamos.
 El comunismo ruso, fue el resultado de un golpe contra el Zar Alejandro. El comunismo chino, del derrocamiento de Chang Kai-shek. El comunismo de los pueblos de Europa tras la cortina de hierro, una anexión forzosa propuesta por Stalin como botín de guerra, y aceptada por los Aliados de la segunda guerra mundial. Y comunismo cubano, un gran engaño de Fidel Castro, luego de derrocar al dictador Batista. 
Ninguno de esos pueblos escogió al comunismo como sistema de gobierno. ¿Pasaremos los venezolanos la vergüenza histórica  de abrir la puerta al comunismo, como unos inocentes corderitos? Cuando los pueblos se han visto en la alternativa de escoger entre el autoritarismo y la libertad por la vía electoral, generalmente  han escogido la libertad.
Por ejemplo en Chile, donde unidos como un solo chileno y saliendo a votar en masa, derrotaron nada menos que al terrible dictador Augusto Pinochet. Nadie podía creerlo. Pero cuando los pueblos se llenan de valor, el cielo es el límite. 
O en la sorpresiva Nicaragua, donde contra todos los pronósticos, Violeta Chamorro derrotó al sandinismo, que ya se transformaba en dictadura socialista. Esos pueblos, al igual que estimamos sucederá en Venezuela para el 7-O, escogieron asertivamente entre el barranco y el camino.
El barranco, que en Venezuela ya comenzó. Imagine nuestro mapa roto al ser lanzado por un despeñadero. Ya comenzó. Por la ruptura del alma nacional. Por la ruptura de las instituciones. Por la ruptura de la industria, de la agricultura, de PDVSA, de las empresas básicas. Si gana la “revolución”, muy simple, se institucionalizará tanta desfachatez. El mesías, ya sin contemplaciones, nos servirá de guía en la ruta del comunismo cubano. Y aunque usted no lo crea, hasta podríamos ser un solo país. 
Y los pobres, supuestos beneficiarios de las “revoluciones”, serán, no lo dude, más pobres. Como la masa cubana igualada por abajo a punta de demagogia. El país más “igualitario” de América: todos son pobres, a excepción de la nomenklatura.
Si la “revolución” cubana fuera tan buena, nos atosigarían de propagandas acerca de la prosperidad de ese pueblo. O como se dice, los mayameros, luchadores por la libertad injustamente llamados  “gusanos” por el mesías Castro,   se irían nadando hacia La Habana.
Por otra parte hay un camino. El camino que encarna Capriles, que es el de la democracia. De todos los venezolanos de todos los colores, tras un proyecto de país.
El camino del siglo XXI. Mariano Picón Salas dijo que Venezuela entró al siglo XX a la muerte del dictador Juan Vicente Gómez en 1.935. No es exagerado afirmar que entraremos en el siglo XXI el 7-0, con doce años de retraso… pero entraremos.
Y lo haremos en manos de una nueva generación. Cero Mesías. Un nuevo liderazgo que hará  las cosas de manera diferente para que Venezuela obtenga resultados diferentes.
Resultados diferentes como una sola alma nacional, elecciones sin ventajismo, alternabilidad, viviendas decentes para todos los venezolanos, hospitales que funcionen, educación para todos, pobreza cero, desarrollo agropecuario, desarrollo industrial, infraestructura, empleos buenos.
Hay que ir contra de este liderazgo tipo flautista de Hamelín, que conduce a las masas, contentas o hipnotizadas, al barranco. Porque además de no ser pájaros, como decíamos al comienzo del artículo… tampoco somos ratones. Somos ciudadanos dispuestos a hacer respetar nuestro derecho a un futuro próspero. Y lo haremos el 7-O.
Capriles Presidente. Una necesidad nacional. Cero barranco.

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