TAL CUAL
Según el consultor internacional José Aguilar la seguridad energética se perdió por fallas en los suministros de gas, diesel y fuel oil, a pesar de que el país exporta gasoil.La idea de volver a las medidas de racionamiento y exigencias de ahorro eléctrico está tomando cada vez más cuerpo.
Las personas que viven en grandes ciudades o en la Gran Caracas podrían pensar que la crisis eléctrica fue superada, tal y como han asegurado las autoridades gubernamentales, pero esto no es así.
Según comentó José Aguilar, consultor internacional, los factores que existían al momento de declararse la emergencia eléctrica por parte del Ejecutivo el año pasado aún persisten, “y estos se pueden resumir en ineficiencia en la gestión, pues los planes que se tenían estipulados para el Sistema Eléctrico Nacional no se hicieron”.
Además considera que uno de los hechos más graves es que la seguridad energética se perdió debido a que el sector eléctrico necesita del suministro de combustibles que no se están produciendo (gas, diesel y fuel oil) para operar, y además el sector petrolero necesita la generación de electricidad para llevar a cabo parte de sus operaciones. “Lo peor es que aun siendo Venezuela un país con grandes recursos energéticos, los últimos 14 años han estado signados por un retroceso en esa materia en cuanto a la oferta para satisfacer con calidad la demanda del mercado interno y en lo que respecta a una disminución en los niveles de exportación de petróleo”, afirmó.
Aguilar también recordó que cada vez se hace más evidente la falta de combustible, y lo importante es que no se debe olvidar que “Colombia nos da gas y megawats, esa combinación en términos equivale a unos 500 MW o electricidad para 1,2 millones de venezolanos, y si Colombia se las ve feas por El Niño (que se encuentra nuevamente en puertas), ellos necesitarán más generación térmica, para lo cual utilizarán su propio combustible y su generación, dejando probablemente a Venezuela sin ese fluido.
“Los embalses de Colombia son de regulación anual no son como Guri con 32 meses de regulación”, lo que a su juicio pone en riego el sistema por las fallas de generación en Venezuela.
VUELVE EL NIÑO
Aguilar explica que si la sequía, derivada del fenómeno climático de El Niño afectara el embalse de El Guri y la escasez de combustibles que tiene Pdvsa minimizan la capacidad de obtener fuentes materia prima de generación para las plantas hidroeléctricas y térmicas, el gobierno optará por echarle nuevamente la culpa al fenómeno. Y si el 7 de octubre existe un cambio de mandato, Henrique Capriles Radonski se pudiera estar enfrentado a un comienzo apretado por la crisis eléctrica; “recordemos que el Caroní detiene sus aguas de enero hasta abril. De no llover lo suficiente en está temporada, se detona el cuadro”.
Por esto alertó: “Colombia frente al impacto de la sequía se prepara, pero en el caso venezolano hay una realidad, se importa gasoil y se carece reservas para auxiliar las plantas que salgan a mantenimiento y reparación, y reportan fallas todas las instalaciones”.
Finalmente el ingeniero señaló: “el discurso oficial ronda en el ofrecimiento de los mismos megavatios de siempre y continúan los apagones. Pues para ellos producir más megavatios de las fuentes naturales que provienen del Guri, podría ser un problema ante la sequía, y pensar en más térmicas a gasoil representará más costos para el país al aumentar la importación y sobretodo el tiempo que no se tiene”.
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