martes, 23 de abril de 2013
Kim Jong-nic
Eddie A. Ramírez S.
Existe cierto paralelismo entre Kim Jong-un y Kim Jong-nic. El norcoreano fue impuesto por su padre, el “Jefe Eterno” Kim Jong-il. Sin duda es inmaduro y por lo tanto inseguro. A pesar de las manifestaciones públicas de adulancia, percibe que no lo aceptan los propios seguidores del régimen. Por ello amenaza, inventa ataques del “imperio”, moviliza su guardia pretoriana. Ante esta actitud primitiva, sensatamente el mundo civilizado trata de evitar una guerra que inexorablemente perdería el bocón, pero que ocasionaría millones de muertes.
Por su parte, Kim Jong-nic, conocido en nuestro medio como Nicolás el ilegítimo, también fue impuesto por su padre el “Comandante Eterno”. Igualmente es inmaduro y solo se rodea de adulantes. Se arriesgó a contarse para intentar demostrar que tiene apoyo de las masas. Sin embargo, las trampas fueron tan evidentes que el mentiroso revolucionario solo convence a los fanáticos rojos. En su artículo semanal, el ingeniero y profesor Rafael Gallegos nos recuerda que Joaquín Crespo impuso como candidato a su hijo afectivo Ignacio Andrade quien se midió en las urnas con el popular “Mocho” Hernández. El oficialismo hizo fraude y Andrade fue proclamado, pero la sabiduría popular sentenció que “El Mocho se quedó con las masas y Andrade con las mesas”. El ilegítimo Andrade solo duró un año en el poder.
¿Cómo enfrentar a Nicolás el ilegítimo, quien cuenta con la sumisión absoluta del Tribunal Supremo de Justicia, de la Fiscalía y de las cuatro Rectoras de los cinco miembros que integran el Consejo Nacional Electoral? ¿Cómo hacer valer nuestros derechos ante quien heredó la sumisión de la mayoría de la Asamblea Nacional, de 20 gobernadores, de una parte de la Fuerza Armada y de una minoría importante de adeptos? Desde luego, aunque quisiéramos y es nuestro derecho, no puede ser por la fuerza ya que las consecuencias serían catastróficas e impredecibles. Por el momento debemos confiar en el liderazgo de Henrique Capriles y de la MUD. Los resultados del 14 de abril y las protestas posteriores tendrán consecuencia. El entorno internacional cada vez es más favorable a la democracia. Somos mayoría, aunque no avasallante. A corto plazo se derrumbará la ya debilitada popularidad del régimen. Kim Jong-un seguramente caerá como el Muro de Berlín, es decir por un creciente e indetenible malestar interno. Kim Jong-nic no podrá resolver los problemas económicos y sociales que nos aquejan. Como no cambiará y pretenderá profundizar el castro-comunismo, no le arrendamos la ganancia. Paciencia que la revolución languidece. Perdió las masas y solo con trampa ganó las mesas .
Como en botica: Los salvajes volvieron a agredir. Nuestra solidaridad con William Dávila y con los manifestantes heridos. Deplorable el espectáculo de la directiva y alta gerencia de Pdvsa dando vivas a Fidel y aceptando que el ilegítimo los llame “pata en el suelo”. Otro incendio en la refinería de Cardón
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