martes, 15 de marzo de 2011

Decrepitud de Pdvsa

Eddie A. Ramírez S.

Desde febrero del 2002 los trabajadores de Pdvsa advertimos sobre los peligros que la acechaban. ¡Salvaguardemos a Pdvsa!, fue el grito de angustia que lanzamos ante la evidencia de que el régimen necesitaba tomar por asalto a nuestra principal industria. Previamente hubo una campaña injusta de descrédito en la que participó no solo la extrema izquierda, sino también algunos formadores de opinión, hoy arrepentidos. Sin duda privó mucho el argumento de la envidia, aunque reconocemos que se cometieron errores y a veces abusos. Lo que nadie discutía era que Pdvsa contaba con excelentes recursos humanos y que los resultados de gestión eran positivos.

Hoy, Pdvsa es noticia por el descenso de la producción, por las dificultades operacionales en las refinerías, por los accidentes laborales, por el incumplimiento del contrato colectivo y de los compromisos con los proveedores, por el enorme endeudamiento y por los frecuentes casos de corrupción. El ciudadano común frecuentemente no percibe el acelerado deterioro de la empresa y solo le llaman la atención los incendios en las refinerías, la escasez de bombonas de gas y que de vez en cuando no se consigue la gasolina de determinado octanaje.

Del maletín con 800.000 dólares que salieron de Pdvsa para la campaña de Cristina Kirchner ya nadie se acuerda. Tampoco de Pudreval y del sobreprecio de la plataforma marina que se hundió. Hoy el escándalo de la pérdida de varios millones de dólares del Fondo de Pensiones acapara la atención. No hay duda que, contrario a lo afirmado por Rafael Ramírez, el Directorio de Pdvsa y el Director de Finanzas son culpables por haber seleccionado a un pillo para que dispusiera de gran parte de ese Fondo. ¿Negligencia? ¿Complicidad? ¿Renunciarán Rafael Ramírez y Eudomario Carruyo? ¿Se resolvería algo con estas renuncias o quien también debe renunciar es el teniente coronel que los designó y los protege a pesar de los numerosos desaguisados cometidos? Lo grave de la situación es que al petróleo no le quedan más de treinta años como principal fuente energética y por ello es imperativo tanto mejorar su extracción y procesamiento, como
invertir adecuadamente el producto de los ingresos. Sin duda Pdvsa está decrépita y de seguir así todo el país estará también en esas condiciones, por lo que es imprescindible un cambio de gobierno de acuerdo a la Constitución.

Como en botica: Isaías Rodríguez quería seguir disfrutando de la Villa del Oso y el Madroño, ¡co..! Felicitaciones a los estudiantes que hicieron huelga de hambre en la OEA y a los abogados Himiob, Sujú, y Romero. Nuestra solidaridad con los que están en el PNUD clamando por presupuestos adecuados para las universidades. Entendamos que el objetivo del régimen es acabar con la autonomía. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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