Rafael Gallegos
Haciendo uso de la figura de “pueblo interpelador” y ante tantas mentiras y medias verdades que se han dicho sobre la industria petrolera, pivote económico de Venezuela para los próximos treinta años, nos vemos precisados a exponer las siguientes verdades:
1.- La producción petrolera de Venezuela… según la OPEP y también según la AIE (Asociación Internacional de Energía), es de 2,3 millones de barriles por día. De la AIE el gobierno podría aducir que se trata de una mentira del imperio; pero de la OPEP, no. Somos miembros de esa organización. Si lo que dicen es mentira, el gobierno debería protestar. ¿Quién miente, Venezuela o la OPEP? El que calla… ¿otorga?
2.- Según el Plan denominado Siembra Petrolera, elaborado y aprobado por los petroleros oficialistas, Venezuela debería producir hoy, 5,8 millones de barriles. Si tan solo producimos hoy 2,3 millones, como rezan al unísono la OPEP y la AIE, hay un déficit de más de 3 millones de barriles todos los días, respecto a lo planificado. Una brecha cercana al volumen de explotación de Irán y superior a la producción de Kuwait. A los precios actuales, eso representa que al país dejan de entrar todos los días más de 250 millones de dólares. O sea… 90.000 millones de dólares al año. ¿Quién responde por esa gigantesca brecha?
Se trata de la consecuencia de haber expulsado 23.000 trabajadores petroleros en la huelga general del 2002. Algo así como botar a los médicos de un hospital. ¿Quién opera a los pacientes? O a los cocineros de un restaurant. ¿Quién cocina? Ergo, botaron a los técnicos petroleros de una petrolera… ¿Quién produce petróleo? ¿Quién responde por tamaño déficit… ”Yoprovoquéelparo”?
3.- La “vieja” PDVSA estaba considerada como una de las petroleras más eficientes del mundo. Sus 45.000 trabajadores producían 70 barriles diarios cada uno. Hoy tiene alrededor de 100.000 trabajadores que, según se infiere de las cifras de AIE y la OPEP, producen… 22 barriles cada uno. Más gente y menos petróleo. ¿Quién justificará tanta ineficiencia?
De paso era la empresa más productora de petróleo en América Latina. Hoy es la tercera, la superan Brasil y México. Y Colombia se acerca. ¿Qué diría Rockefeller, para quien la primera Ley petrolera, era que el mejor negocio del mundo es una petrolera bien administrada? Y su segunda Ley, que el segundo mejor negocio del mundo era una petrolera mal administrada? ¿Tendría en su bolsillo una tercera Ley? Remember Pemex la vieja.
4.- La deuda de PDVSA es de 30.000 millones de dólares. A ese monto habrá que agregar las expropiaciones y el pago de los 23.000 botados. A la Gente del Petróleo no se le ha cancelado nada. Ni las prestaciones, ni el plan de jubilaciones, ni la caja de ahorros. Nada. ¿Quién les da permiso a los “revolucionarios para infringir la Ley? No pagarle a los 23.000 trabajadores es ilegal. Y de paso no los dejan trabajar en petroleras privadas de Venezuela. Los mandan a botar. Todo en nombre de la “inclusión” socialista.
5.- La “revolución” le BAJÓ el impuesto a las petroleras. Sí, antes el ISLR (Impuesto sobre la renta), era de 66,67 %. Ahora es… 50 %. ¿Entonces?
6.- La Faja… Costosa y requirente de alta tecnología. La vieja PDVSA se asoció con gente que sí sabía de petróleo, e independientemente de sus porcentajes de participación, mantuvo una “acción de oro” para comandar las decisiones y los altos ejecutivos eran empleados de la empresa. Es cierto que se cobró 1 % de regalía y 34 % de ISLR. Pero para ese momento ese crudo pesado no se vendía en más de 10 dólares. Además, se previó subir esos impuestos en la medida que se incrementaran los precios petroleros. El resultado, 500.00 barriles al día. Hoy, van en barrena por cuatrocientos y los deslenguados dicen que se han “desmejorado los mejoradores”. Ah! Y de manera insólita, están asociados en la Faja con algunos países panas, que saben tanto de petróleo como nosotros de energía nuclear. Por ejemplo Uruguay, Viet Nam, o Cuba. Tan absurdo como si la NASA, nos contratara para liderar el viaje a Marte.
En resumen, bajan la producción, incrementan la ineficiencia, pierden posiciones y mercados, se endeudan peligrosamente. ¿Qué defienden? La soberanía petrolera va resultando como el peso macuquino del siglo XIX, que de tanto sobarlo perdía su valor. ¿Soberanía sin producción e importando componentes de la gasolina?
Hay que debatir. Por el futuro del país. Venezuela tiene derecho a una industria petrolera de primera. Y las generaciones actuales tenemos el deber de legarla. Debatir. No cinco minutos vs seis horas. Debatir sin bate (como caballeros) y sin vates que le canten a una república inexistente, como si los venezolanos fuéramos bobos.
Ingeniero y Consultor Gerencial.rafaelgallegosc°hotmail.com
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