Rafael Gallegos
Cuando a finales del siglo XX se realizaron encuestas a objeto de determinar al hombre más influyente de la historia, el resultado fue sorpresivo. El tope no fue ocupado por algún genio de la talla de Einstein, Newton o Platón, ni por literatos como Cervantes o Shakespeare, ni por hombres de poder como Napoleón, Carlomagno o Bolívar. El personaje seleccionado fue más modesto: Guttenberg, el inventor… de la imprenta. ¿Sorprendidos? No deberíamos estarlo tanto; imprenta significa divulgación de la información. Y la información se convierte en conocimiento, que cual gasolina, moviliza las transformaciones del mundo.
Gracias a la imprenta, el conocimiento derrumbó las cuatro paredes de los monasterios, donde hasta ese momento, dedicados monjes pasaban la vida transcribiendo manuscritos de ediciones muy limitadas. Antípoda de la expansión editorial de hoy que inunda al mundo de libros, revistas y toda clase de textos. No es exagerado afirmar que a partir de ese invento, el mundo dejó de ser lo que había sido. Y menos plantear que el Renacimiento, esa explosión de conocimiento que produjo a Rafael, Leonardo, Miguel Ángel, Savonarola, Maquiavelo y tantas genialidades, es producto… de la imprenta. La Revolución Industrial y la Revolución Francesa, inicios de la era moderna, fueron resultado de la divulgación de los conocimientos científicos, técnicos y políticos.
El siglo XX, tuvo un vertiginoso avance; pero sin altibajos significativos hasta el advenimiento del chip, la computadora, el PC, el Internet, el skype y ahora el twiter y todos esos inventos, cuyo mentor más significativo para el vulgo, es Bill Gates. Por cierto, ¿será Bill Gates el hombre más influyente de la historia en alguna encuesta, digamos del siglo XXV?
Por lo pronto, el twiter se llevó a Mubarak. Distinto a época de los papiros egipcios, cuando el analfabetismo y la incomunicación, creaban taras de servilismo que solo podían generar faraones. Reyes absolutos conectados con la Divinidad, con poder sobre la vida y la muerte de los súbditos. Por vía contraria, la masiva información que genera el twiter, sólo puede redundar en líderes demócratas, participativos y justos. No es aventurado afirmar que si Orwell hubiera vislumbrado estas poderosas herramientas, su novela “1984”… sería diferente.
EPIDEMIA DE DEMOCRACIA ÁRABE
Por ahora, la primera víctima de la explosión comunicacional que vivimos, es el autoritarismo árabe. El imperialismo – que sí existe y es malo, como afirma Rafael Poleo- ha tratado de controlar ese mundo mediante la implantación de policías del petróleo. Así, luego de esquilmar a Mossadeg, colocaron como policía del petróleo al Sha de Irán. Lo armaron hasta los dientes para que “cuidara” el petróleo de la zona y miraron para otro lado ante su dictadura. Todo marchó bien hasta que insurgió Komeini con su carga anti occidental. Entonces convirtieron en su policía nada menos… que a Sadam Hussein. Y lo pusieron a pelear con Irán. Los soviéticos apoyaban a Irán y los norteamericanos a Hussein. En esa guerra perdió Irán y perdió Irak. Hussein fue el policía del petróleo sin importar su férrea dictadura… hasta que invadió Kuwait. Entonces tuvieron que cambiar de policía. Y armaron – otra vez hasta los dientes- a Arabia Saudita. Estos policías del petróleo funcionaron hasta el atentado de las Torres Gemelas. Bin Laden era… árabe saudita, y de las familias más ricas. ¿Y si los árabes se les volteaban? Entonces, pura casualidad, sospecharon de armamentos atómicos en Irak y se preocuparon por la democracia iraquí. Y cayó el tirano y ex aliado Hussein. Ahora el policía, eran ellos mismos en Irak. Sin intermediarios.
La salida de Mubarak, remueve estrategias. No estaba en los cálculos de nadie. Epidemia de democracia. Túnez, Egipto, etc., etc.… ¿Hasta Arabia Saudita? ¿Y si sucumbe el precario equilibrio petrolero árabe? No se pierda los próximos capítulos.
Las comunicaciones están cambiando al mundo. Caen las caretas de las mascaradas políticas. El twiter. Una saludable epidemia. Bienvenida.
LOS SETENTA AÑOS DE EDDIE RAMIREZ
Una vida ejemplar, valiosa y digna la del líder de Gente del Petróleo. Un hombre sin fisuras… de una sola pieza. Su lucha por hacer justicia con los petroleros expulsados arbitrariamente en el 2003, lo es en el fondo por el futuro democrático de Venezuela. Todo un prócer de esta hora. Muchas felicidades, muchísimos años y mil gracias por compartir estos momentos tan álgidos y llenarlos de entereza y de esperanza.
Ingeniero y Consultor Gerencial rafaelgallegosc Hotmail.com
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