martes, 7 de septiembre de 2010

¿Qué nos pasa? Juan Fernández

NO MAS PRESOS POLITICOS, NI EXILIADOS.
Han pasado tantas cosas en nuestro país desde que la supuesta revolución llego al poder, que recordar cada uno de los eventos los cuales han afectado a la familia venezolana, sería una lista interminable, no terminamos de vivir uno para que nos salga otro. En todos existe una constante y analicen cualquiera de los casos el despido de los 23.000 trabajadores petroleros, la situación de inseguridad, la descomposición del sistema carcelario, la corrupción, etc., etc., jamás el gobierno de Chávez aceptara culpa alguna, siempre es la culpa de los otros. Las lecciones recibidas desde Cuba del viejo Fidel han sido muy aprendidas e imitadas de forma impecable. No obstante lo anterior, estos años de gobierno “Chavista” incluirán el análisis sociológico de como el venezolano o perdió el sentido de asombro, o se acostumbro a vivir en un entorno en donde el deterioro de los principios y valores es continuo. Desde el exilio uno se pregunta si será que ese “silencio”, esa supuesta calma ante tanto maltrato al ciudadano, es una presión que viene llenando al país, y espera dar una respuesta el próximo 26 S.
El silencio ocurrido con el Sr. Franklin Brito, luego de entregar su vida por convicción a una causa justa, podría ser parte de esa presión que viene aguantando la ciudadanía. De haber ocurrido algo similar durante la llamada cuarta republica, la manifestación popular y el reclamo de todos no se hubiese hecho esperar. Los poderes públicos en especial la fiscalía actuaría, pero evidentemente no de la misma manera como la actual. Ese poder público actualmente se burla a todos los venezolanos al decir públicamente la apertura investigación a la familia por inducir al Sr. Brito al suicidio.
Lo complicado de todo este panorama, es auto convencerse de un comportamiento democrático del régimen cuando no, todos sabemos que el valor de la vida para estos quienes ejercen el poder no existe, es igual a nada. Lo importante es mantenerse en el poder, sin importar cuánto ciudadano haya que pisotear, maltratar, o inclusive como en el caso del Sr. Brito, pasar por encima de su vida. El comunismo establece claramente, “el fin justifica los medios”
En estos días un compañero de gente del petróleo Iván Fernández, escribía la vergüenza que sentía por lo ocurrido con nuestro país, deja ver en su escrito una gran frustración porque los venezolano no hicimos mas para que no ocurriese la entrega de la vida por Franklin Brito. Casi nos hemos vuelto inmunes ante ese dolor, o quizás el agua tibia en la que no tienen nos paraliza y preferimos dejar hacer y dejar pasar, esperando que algún día llegue ese supuesto Mesías que sacara al país del foso en donde nos han metido. Una forma de evadir la responsabilidad, pues el problema lo resuelve otro.
Entiendo a Iván, pues en carne propia lo vivo, no obstante si cada uno de nosotros se convence, se realiza, determina su accionar, el cambio de país que tan urgentemente necesitamos para que sea ese lugar de convivencia de todos, de solidaridad de todos, de oportunidad de todos, de democracia de todos, está a nuestro alcance.
Todos aquellos que nos limitan el acceso a la justicia tanto presos en Venezuela como en el Exilio, tenemos en cada uno de los ciudadanos, de los venezolano una esperanza puesta este próximo 26 S, que por cierto no es final sino el principio de una tarea dura, compleja, difícil, para recuperar la Venezuela de todos. Ojala, dejemos de preguntarnos ¿Qué nos pasa? y comencemos a practicar “No preguntes que hace tu país por ti, sino que puedo hago yo por mi país”.

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