Alberto Quiros Corradi
“Ese pobre ya está muerto, no más no le han avisado” Canción mexicana Muchos de los detractores de Chávez le reconocen cierto interés por los pobres y los excluidos. Su gobierno les ha dado algún protagonismo y su discurso habla de inclusión, del hambre, de la pobreza y de recoger a los niños de la calle. Pero entre el discurso y lo hecho hay una brecha donde reina el más estrepitoso fracaso.
No ha solucionado los problemas y ha creado su propia legión de excluidos con un lenguaje de odio (más de la mitad del país). Sin embargo, algunas almas caritativas piensan que sus intenciones siguen siendo sanas y que lo que ha fracasado ha sido la ejecución. Tres eventos han servido para demostrar que el amor de Chávez por los pobres, los excluidos y los ciudadanos, no es más que hipocresía bien administrada. Veamos.
La pérdida de miles de toneladas de alimentos, podridos, quemados, abandonados, o donados a Cuba puso sobre el tapete, en forma por demás visible, el desamor que Chávez tiene por los pobres y por los niños con hambre. Ante la corrupción inocultable de sus más cercanos colaboradores, traficantes con el hambre del pueblo, que dejaron perecer comestibles que pudieran haber alimentado a toda una nación, su reacción ha sido la indiferencia (“eso no es grave”) o la transferencia de la culpa (“es el sector privado”) o la satisfacción (“PDVAL ha hecho un gran trabajo”). Además, no hay ni una investigación seria y cuando Pastora Medina en la Asamblea Nacional pide que se aclaren los hechos, Cilia Flores la manda a rezar (¿?) No hay pues culpables. Aquí no ha pasado nada y a otra cosa. Estimulada por el desabastecimiento y la inflación, el hambre acosa a los que menos tienen. ¿Chávez quiere a los pobres? ¡Yo te aviso!
Al señor Franklin Brito le confiscaron sus tierras. Como no tenía instituciones a las cuales acudir para buscar justicia, Brito presionó mediante una huelga de hambre. ¿Qué quería Brito? solo que le devolvieran lo que era de él. No pretendía cambiar al mundo ni siquiera al país. Pedía justicia en pequeña escala. Chávez lo dejó morir. No se llame nadie a engaño. Lo dejó morir. Cuando en las manos de alguien está la posibilidad de salvar una vida y no hace nada, ha dejado morir a quien podía mantener con vida. En este caso no caben discusiones de tipo legal ni excusas tardías. Cuando te veas en el espejo sabrás, Chávez, que dejaste morir a un ser humano, por soberbio, por no dar tu brazo a torcer ¿Chávez es respetuoso de la vida humana? ¡Yo te aviso!
Por último, si el caso Brito fue una muerte por la terquedad de Chávez lo sucedido con el hospital Pérez de León pudo haber resultado en un asesinato en serie. Decir en TV que no le asigna a ese centro de salud los recursos necesarios para hacerlo operativo porque está situado en un municipio donde gobierna un escuálido y además no va a enviar dinero para que se lo roben es el colmo del cinismo y de la insensibilidad. Primero, no es el dueño del dinero. Segundo, ante la corrupción galopante del régimen, Mercal, PDVSA, los bonos del Estado, etc. ¿Cómo se atreve Chávez a llamar ladrón a nadie? Tercero, todos los ciudadanos de cualquier municipio tienen derecho a los servicios de salud ¿Chávez se preocupa por la salud de la ciudadanía? ¡Yo te aviso!
Sin amor por los pobres ni respeto por la vida humana y sin interés por la salud pública Chávez está desnudo ante la ciudadanía y como él es el único candidato del régimen en todos los circuitos
¿Todavía dudas por quiénes hay que votar el 26S? ¿Chávez ganará el 26S? ¿Yo te aviso!
“Ese pobre ya está muerto, no más no le han avisado” Canción mexicana Muchos de los detractores de Chávez le reconocen cierto interés por los pobres y los excluidos. Su gobierno les ha dado algún protagonismo y su discurso habla de inclusión, del hambre, de la pobreza y de recoger a los niños de la calle. Pero entre el discurso y lo hecho hay una brecha donde reina el más estrepitoso fracaso.
No ha solucionado los problemas y ha creado su propia legión de excluidos con un lenguaje de odio (más de la mitad del país). Sin embargo, algunas almas caritativas piensan que sus intenciones siguen siendo sanas y que lo que ha fracasado ha sido la ejecución. Tres eventos han servido para demostrar que el amor de Chávez por los pobres, los excluidos y los ciudadanos, no es más que hipocresía bien administrada. Veamos.
La pérdida de miles de toneladas de alimentos, podridos, quemados, abandonados, o donados a Cuba puso sobre el tapete, en forma por demás visible, el desamor que Chávez tiene por los pobres y por los niños con hambre. Ante la corrupción inocultable de sus más cercanos colaboradores, traficantes con el hambre del pueblo, que dejaron perecer comestibles que pudieran haber alimentado a toda una nación, su reacción ha sido la indiferencia (“eso no es grave”) o la transferencia de la culpa (“es el sector privado”) o la satisfacción (“PDVAL ha hecho un gran trabajo”). Además, no hay ni una investigación seria y cuando Pastora Medina en la Asamblea Nacional pide que se aclaren los hechos, Cilia Flores la manda a rezar (¿?) No hay pues culpables. Aquí no ha pasado nada y a otra cosa. Estimulada por el desabastecimiento y la inflación, el hambre acosa a los que menos tienen. ¿Chávez quiere a los pobres? ¡Yo te aviso!
Al señor Franklin Brito le confiscaron sus tierras. Como no tenía instituciones a las cuales acudir para buscar justicia, Brito presionó mediante una huelga de hambre. ¿Qué quería Brito? solo que le devolvieran lo que era de él. No pretendía cambiar al mundo ni siquiera al país. Pedía justicia en pequeña escala. Chávez lo dejó morir. No se llame nadie a engaño. Lo dejó morir. Cuando en las manos de alguien está la posibilidad de salvar una vida y no hace nada, ha dejado morir a quien podía mantener con vida. En este caso no caben discusiones de tipo legal ni excusas tardías. Cuando te veas en el espejo sabrás, Chávez, que dejaste morir a un ser humano, por soberbio, por no dar tu brazo a torcer ¿Chávez es respetuoso de la vida humana? ¡Yo te aviso!
Por último, si el caso Brito fue una muerte por la terquedad de Chávez lo sucedido con el hospital Pérez de León pudo haber resultado en un asesinato en serie. Decir en TV que no le asigna a ese centro de salud los recursos necesarios para hacerlo operativo porque está situado en un municipio donde gobierna un escuálido y además no va a enviar dinero para que se lo roben es el colmo del cinismo y de la insensibilidad. Primero, no es el dueño del dinero. Segundo, ante la corrupción galopante del régimen, Mercal, PDVSA, los bonos del Estado, etc. ¿Cómo se atreve Chávez a llamar ladrón a nadie? Tercero, todos los ciudadanos de cualquier municipio tienen derecho a los servicios de salud ¿Chávez se preocupa por la salud de la ciudadanía? ¡Yo te aviso!
Sin amor por los pobres ni respeto por la vida humana y sin interés por la salud pública Chávez está desnudo ante la ciudadanía y como él es el único candidato del régimen en todos los circuitos
¿Todavía dudas por quiénes hay que votar el 26S? ¿Chávez ganará el 26S? ¿Yo te aviso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario