Rafael Gallegos
Se conoce como La Patria Boba, al período de la Primera República de Colombia (1810-1816). Se caracterizó por peleas, desacuerdos y divisiones entre los patriotas, que culminaron con llegada de Morillo y la reimplantación del régimen español, que duró hasta la gloriosa gesta de Boyacá. Las elecciones parlamentarias representan para Venezuela en un período que, de acuerdo a nuestro comportamiento, también podría ser conocido como de patria boba. La encrucijada es dramática: sociedad democrática… o comunismo. De ganar el gobierno, nos cabría el bochornoso honor histórico de haber escogido “democráticamente” al comunismo como sistema de vida. Tal como un individuo que prefiriera voluntariamente la cárcel sobre la libertad. Seríamos recordados como otra patria boba… por obviar de los análisis políticos las purgas del comunista Stalin; el sonoro fracaso del comunismo cubano; o para no ir muy lejos, por hacernos los locos con la pobrecía, el decrecimiento, inflación y partición del alma venezolana. ¿El pueblo que produjo a los Libertadores de América podría transitar ese vergonzoso camino hasta convertirse en su propia antípoda y decidirse electoralmente por el totalitarismo… aunque usted no lo crea? Degradé total.
¿La ignorancia nos hace Instrumento ciego de nuestra propia destrucción… como decía el Libertador? ¿O es que esta “revolución” invierte la lógica del Padre de La Patria y estimula la ignorancia del pueblo para destruir sus empresas, minimizarlo y generar un marasmo totalitario del cual sentimos apenas el comienzo?
Si de verdad quisieran educar al pueblo no difundirían ni groserías ni insultos por los medios, ni anularían las instituciones. Educarían al pueblo en lugar fortalecerle sus carencias. Traerían luz en lugar de estimular la ceguera. ¿Será que la ruta del marasmo para comerte mejor, en lugar de moral y luces es… “inmoralidad y ceguera” son nuestras primeras necesidades?
ENSAYO SOBRE LA CEGUERA
Como en el libro de Saramago, donde una persona que se quedó ciega y cual epidemia, fue transfiriendo la ceguera a buena parte de la población, muchos venezolanos, se enceguecieron con el resplandor de las promesas de un Mesías que a la larga resultó un falso profeta. Dejaron de ver los valores democráticos como base del devenir nacional. Porque la verdad es que ignorar que el llamado socialismo del siglo XXI, va resultando una careta de la autocracia…
La ceguera no les permite detectar que cuando los “revolucionarios” dicen inclusión, excluyen – listas Tascón en mano- , y además ledezmizan a los alcaldes y gobernadores de oposición. Que cuando dicen elecciones, lo hacen con un árbitro rojito, amenazan a los “árbitros escuálidos” (como si el Rector Díaz también fuera empleado de Miraflores) y malversan los recursos del Estado para hacer propaganda a su partido. Que cuando dicen división de poderes, licuan las instituciones en un jugo, zumo, hugo que deja indefenso al ciudadano común. Que cuando dicen políticos presos, todo el mundo sabe que se trata de presos políticos. Que cuando dicen geometría del poder están desbaratando las alcaldías y gobernaciones, para lograr el desideratum de esta revolución: mantenerse – cual Fidel- para toda la vida en el poder. Que cuando dicen producción socialista invaden fincas y toman empresas provocando un marasmo empresarial desconocido en los anales de nuestra historia. Y esto sin mencionar cuando les dan ataques de risa en medio de las cifras de violencia.
Como las encuestas les indican que ya no les resulta parecerse al fracaso cubano, ahora se les ocurre llamar al socialismo del siglo XXI “y que” socialismo democrático. ¿Será que se quieren deslindar, pura apariencia, del modelo cubano y pregonar que ahora se parecen al exitoso socialismo democrático chileno, o brasilero y hasta – el fondo de la lumpia - al español, francés o sueco? Como si el venezolano fuera bobolongo y no supiera medir los parámetros de la democracia.
Compatriota, de usted depende. La patria, será boba por escoger el comunismo como sistema de vida y nos tocará como a Baobad, llorar como mujeres lo que sepamos defender como hombres… o despertará como Bolívar cuando despierta el pueblo (cada uno de nosotros un pedacito del Libertador) y hará valer sus derechos. El futuro es hoy. Somos más y tenemos razón. ¿A cuenta de qué no podemos dirigir al país? El primer paso es ganar el parlamento para reverdecer la democracia. Mañana no diga lleno de lágrimas yo no sabía, yo no sabía. A votar y rescatar la democracia el 26 S. Con S de sunami.
PD: Ahora habrá que culpar a los judíos por inducir gas a sus pulmones, a Ricaurte por inducir su muerte en San Mateo, a Ruiz Pineda por inducir su asesinato en manos de la tenebrosa S.N. Toda la admiración para el prócer de la dignidad, Franklin Brito y su familia.
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