Gustavo Coronel
En un mundo acogotado por el hambre y la miseria Venezuela acaba de dar una lección de eficiencia. Su gran líder, faro de la revolución, acaba de ordenar que se garantize la seguridad alimentaria a través de acceso oportuno a los alimentos “y demás argumentos habituales”. Ya todos los venezolanos tendremos tres golpes diarios garantizados. Como lo ha hecho el magnífico? Fácil. Anunció el Plan VII (que le habrá pasado a los otros seis?) de Compra de Alimentos, así como lo lee. No se trata de cultivar sino de comprar e importar.
La empresa Corporación de Abastecimiento y servicios Agrícols, CASA (quienes tendrán las pezuñas allí?. A quien Dios se lo da, San Pedro se lo bendiga). Casi $2500 millones de dólares serán dados a esa empresa para que compre comida importada. Se imaginan ustedes los guisos, los robos? La cantidad de alimentos a ser comprados será esta vez 15 por ciento menor que la del año anterior, por lo que es fácil deducir que el robo será mucho mayor.
Los genios agrícolas de la revolución comprarán un millón de toneladas métricas de arroz, pastas, harina de maíz, leguminosas, café, margarina, pollo, mortadela, sardinas, leche y otros, a ser distribuido por MERCAL. También se ha decretado la adquisición de todo lo necesario para la navidad: aceitunas, alcaparras, jamón planchado, nueces…. Viva la revolución, pásame otro palo..
Quien pagará por esto? El BANDES y el Banco del Tesoro, organizaciones que reciben el dinero derivado de la liquidación de nuestro petróleo, un recurso que no regresa. En otras palabras, Chávez ha decidido convertir el excremento del diablo en mierda criolla, para que sus amigos y relacionados se metan un billete monumental mientras el pueblo hambriento los bendice.
Los autores de esta transmutación de pesadilla, de esta alquimia criolla, incluyen a Hugo Chávez, Alí Rodríguez y Rafaél Ramírez. Ya sabremos a quienes agradecerles cuando llegue el momento del juicio final.
En un mundo acogotado por el hambre y la miseria Venezuela acaba de dar una lección de eficiencia. Su gran líder, faro de la revolución, acaba de ordenar que se garantize la seguridad alimentaria a través de acceso oportuno a los alimentos “y demás argumentos habituales”. Ya todos los venezolanos tendremos tres golpes diarios garantizados. Como lo ha hecho el magnífico? Fácil. Anunció el Plan VII (que le habrá pasado a los otros seis?) de Compra de Alimentos, así como lo lee. No se trata de cultivar sino de comprar e importar.
La empresa Corporación de Abastecimiento y servicios Agrícols, CASA (quienes tendrán las pezuñas allí?. A quien Dios se lo da, San Pedro se lo bendiga). Casi $2500 millones de dólares serán dados a esa empresa para que compre comida importada. Se imaginan ustedes los guisos, los robos? La cantidad de alimentos a ser comprados será esta vez 15 por ciento menor que la del año anterior, por lo que es fácil deducir que el robo será mucho mayor.
Los genios agrícolas de la revolución comprarán un millón de toneladas métricas de arroz, pastas, harina de maíz, leguminosas, café, margarina, pollo, mortadela, sardinas, leche y otros, a ser distribuido por MERCAL. También se ha decretado la adquisición de todo lo necesario para la navidad: aceitunas, alcaparras, jamón planchado, nueces…. Viva la revolución, pásame otro palo..
Quien pagará por esto? El BANDES y el Banco del Tesoro, organizaciones que reciben el dinero derivado de la liquidación de nuestro petróleo, un recurso que no regresa. En otras palabras, Chávez ha decidido convertir el excremento del diablo en mierda criolla, para que sus amigos y relacionados se metan un billete monumental mientras el pueblo hambriento los bendice.
Los autores de esta transmutación de pesadilla, de esta alquimia criolla, incluyen a Hugo Chávez, Alí Rodríguez y Rafaél Ramírez. Ya sabremos a quienes agradecerles cuando llegue el momento del juicio final.
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