Eddie Ramirez
Felicitaciones a los organizadores de la concentración en Caracas. El evento fue muy exitoso. La concurrencia fue más de la esperada para ser un viernes a mediodía y no contar con el apoyo de los partidos políticos, ni de muchas ONG. Quienes se dicen políticos, solo por pertenecer a un partido, siguen fuera de sintonía. Ni convocaron, ni asistieron, con muy pocas excepciones. Quizá por no estar al día con los nuevos medios de comunicación, no percibieron que este era un evento de repercusión mundial.
Los dirigentes de un doce porciento de la población asumieron una conducta autista, por considerar que el eslogan de ¡No más Chávez! no era conveniente, sin detenerse a pensar que no es lo mismo que ¡Chávez vete ya! La idea era gritarle al mundo que millones de demócratas estamos cansados de que el teniente coronel se inmiscuya en los asuntos de otros países. No más Chávez en Colombia apoyando a la narco guerrilla y a una parcialidad política. No más Chávez regalando uno o muchos maletines llenos de dólares para apoyar la campaña electoral de Cristina Kirchner. No más Chávez regalando ambulancias a Bolivia. No más Chávez donando plantas eléctricas a Nicaragua. No más Chávez financiando el exilio de Zelaya y a grupos subversivos en Honduras. No más Chávez regalando nuestro petróleo a Cuba y a otros gobiernos. No más Chávez predicando en contra de Israel. No más Chávez comprando armas a Rusia. No más Chávez con relaciones amistosas con los principales dictadores del mundo, como Gadaffi, Mugabe, Ahmadinejad, Lukashenko y otros. No más Chávez insultando a quienes no están de acuerdo con sus ideas decimonónicas.
¿Es tan difícil entender que estos eran los objetivos de la concentración y no la solicitud de que nuestro dictador siglo XXI se vaya ya? Desde luego que queremos que salga del poder por haber violado muchas veces la Constitución, pero para ello deben darse las condiciones apropiadas, respetando nuestra Carta Magna. Mientras tanto, es de miopes no apoyar eventos que debilitan su imagen en el exterior. Deseamos fervientemente que nuestros partidos políticos se fortalezcan y que sus dirigentes se hagan acreedores a nuestro reconocimiento. Por ello muy pocas veces les hacemos reclamos, pero tienen que entender que hoy el pueblo venezolano no es el mismo del pasado. Quizá estemos equivocados, porque en un escenario tan complicado nadie es dueño de la verdad, pero la idea es que la Mesa de Unidad, a la cual apoyamos, considere las opiniones de quienes estuvimos en la concentración. Hoy en muchas partes del mundo se sintió el rechazo a quien quiere exportar su llamada revolución, lo cual nos complace.
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