Rafael Gallegos
Cuando llegó a Cumaná la noticia de triunfo de Antonio José de Sucre en la Batalla de Ayacucho, algunos de sus paisanos decían: mira ganó toñito, toñito… el guarichito ese que se la pasaba por aquí. Sí, el mismo muchachito aquel. Otros decían: cará imagínate quien ganó la batalla de Ayacucho, el toñito. Así serían esos matos.
A pocos se les ocurría plantear que aquel toñito con el que ellos habían compartido, se había transformado en un gran hombre. Preferían decir: así serían esos matos. Síndrome Toñito, que refleja la baja autoestima, la falsa creencia en que lo nuestro no puede ser bueno… y hasta maravilloso.
Este Síndrome Toñito lo están mostrando algunos venezolanos en este proceso electoral. Sobran las opiniones que a los candidatos, especialmente a los más jóvenes, les falta mucho para ser presidentes. Craso error. Ellos, hombre a hombre (o mujer a mujer) tienen mucho más que la mayoría de los políticos nuestros que llegaron a ejercer la Primera Magistratura.
Por ejemplo, María Corina Machado fue la primera de su promoción en ingeniería industrial, y en el post grado en el IESA. Y alta ejecutiva de Súmate, empresa de importantísimo rol en esta era de tanta opacidad electoral. Y es diputado. Por su parte Capriles es abogado, con post grado en el extranjero, presidente de la Cámara de Diputados, Alcalde de Baruta, Gobernador de Miranda y ex preso político de mucha dignidad, Y TIENE MENOS DE CUARENTA AÑOS. Y Leopoldo López, economista con post grado en Harvard, Alcalde de Chacao ocho años. Inhabilitado injustamente y reivindicado internacionalmente. Fundador de un importante movimiento político. Y en cuanto a Pablo Pérez, dirigente político, abogado, gobernador del Zulia. Y TODOS SON MENORES DE CUARENTA Y CINCO AÑOS. ¿Les falta algo para ser una brillante generación de relevo?
En cuanto a los precandidatos o ex precandidatos mayores de cincuenta años (jóvenes para el cargo, porque no se trata de correr los cien metros planos), brillan Antonio Ledezma, abogado, dirigente político, buen gobernador de Caracas, Alcalde Mayor desvencijado y digno, columnista de prensa. ¿Tendrá el gobierno alguno como él? O como Eduardo Fernández, Álvarez Paz, o Pérez Vivas, políticos fundamentales desde su juventud. O como Diego Arria, emblemático Gobernador de Caracas. O Pablo Medina, político, dirigente sindical y buen escritor. Y Cecilia Sosa, abogada y nada menos que ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia.
¿Quién dijo que no tenemos dirigentes calificados? ¿Vamos a seguir con eso de toñitos, en lugar de entender que nuestros líderes han crecido? Quien gane las primarias estará BAÑADO DE MASAS y listo para ser un gran presidente. Los toñitos han crecido y están en vías de convertirse en grandes mariscales.
Cualquiera de los precandidatos tiene más curriculum que por ejemplo Castro, Gómez, Pérez Jiménez y otros presidentes, entre ellos el actual, cuando accedieron a la jefatura de estado. ¿Cuál era el CV del comandante Chávez cuando ganó las elecciones del 98? ¿Entonces?
Tenemos maravillosos precandidatos que hacen pensar que se cumple la máxima que cuando las sociedades necesitan grandes líderes… estos APARECEN.
Además, ellos son apenas la punta del iceberg. Por allí por allí hay mucho político preparado, honesto y demócrata. En la MUD (me declaro mudista), están trabajando 25 equipos con expertos en temas fundamentales como petróleo, economía, agricultura y etc. que son el gran respaldo programático para lo que se requiere hacer en Venezuela.
LA TERCERA GENERACIÓN
En Venezuela ha habido tres generaciones que enrumbadoras de la historia. La GENERACIÓN DE LA INDEPENDENCIA, que se alzó contra la autocracia española y creó a Venezuela. La GENERACIÓN DEL 28, que irrumpió contra la dictadura de Gómez e implantó la democracia, y la actual, que emerge contra esta oferta de comunismo cubano y está llamada a salvar la democracia, como el único modelo que puede generar calidad de vida a los venezolanos. Curiosamente, las tres generaciones han nacido para combatir autocracias.
La actual generación, ¿GENERACIÓN DEL 2012?, está llamada a restaurar la democracia, integrada por gente de todas las edades y dirigida por jóvenes políticos. La de la INDEPENDENCIA produjo a Bolívar, a Sucre y tanto prócer. La del 28 a Betancourt, Villaba y una pléyade de políticos. Y los líderes de la ¿GENERACIÓN DEL 2012?, están a la vista, haciendo historia.
Desterremos ese Síndrome Toñito, reflejo de baja autoestima y elevemos la moral como primer paso para una contundente victoria en el 2012 y el comienzo de la transformación de Venezuela. Somos más, mejor preparados, más unidos y transitamos la vía asfaltada de la historia. Tenemos gente para hacer un país maravilloso. ¿Entonces?
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