Veneconomia Opina (28-07-09)
Del dicho al hecho hay mucho trecho, en especial en la Venezuela de hoy donde el Gobierno se caracteriza por el brutal descaro con que miente y manipula la realidad.
Aunque esta nefasta práctica del engaño oficial abarca a todo el quehacer del Estado venezolano, se hace especialmente patente en el área petrolera.
Las mentiras comienzan cuando se jura y perjura que PDVSA está produciendo 3 millones de b/d, cuando realmente está produciendo poco más de 2 millones de b/d. Las falacias son tales que se anuncian con bombos y platillos las nuevas concesiones en la Faja Petrolífera del Orinoco, pero lo cierto es que se posterga por enésima vez la publicitada licitación del Bloque Carabobo. Ni qué decir del secreto a voces de que el Gobierno tiene tiempo importando gasolina debido al grado de deterioro de las refinerías del país. Igual de lamentable, o peor aún, es la situación del desarrollo del Gas Natural.
Como punto previo para analizar la situación actual de la producción del gas, se debe indicar que la mayor parte está íntimamente ligada a la producción de petróleo. Es decir, es un gas asociado que se obtiene cuando se trae petróleo a la superficie. Para graficar, es lo mismo que una botella de Coca Cola, que al abrirla surgen las burbujas de gas.
Explicado esto, se debe recordar que según el Plan Siembra Petrolera 2006-2013, la producción de ese combustible debería llegar en
Con la caída de la producción petrolera, Venezuela no tiene gas para cubrir sus necesidades básicas. En la actualidad el déficit estaría en unos 1.500 millones de pies cúbicos diarios. Este déficit de gas es incluso más importante que el de petróleo, esto debido a que en el caso del gas se tiene que reinyectar una buena parte de lo que se produce para poder seguir extrayendo petróleo.
En Venezuela, existen yacimientos de gas no asociados, es decir que no dependen de la producción del petróleo. Pero, el problema está en que los dos desarrollos para producir ese gas están estancados: El Proyecto Cristóbal Colón, hoy Mariscal Sucre, tiene más de 15 años de atraso, y la Plataforma Deltana desde hace más de 10 años está en veremos. Aunque el gas no asociado está allí, le faltan muchos años para poder contar con esa producción.
El Gobierno también ha anunciado con regocijo una serie de proyectos basados en disponibilidades ficticias de gas, entre ellos:
El faraónico gasoducto que iría de Venezuela hasta Argentina; el Programa de Gas Vehicular; el ambicioso desarrollo petroquímico y varios proyectos de electrificación en base a ciclos combinados con gas. El caso es que ninguno de ellos es factible, porque todos requieren gas y, como se dijo antes, hoy en Venezuela no hay gas. En fin, esto es un ejemplo más de que la verborrea oficial no tiene sustento ni contenido y vive de ilusiones. Lo malo es que a punta de desengaños esta llevando al país a la quiebra.
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