Los analistas Isaac Cohen, y el periodista mexicano
Alberto Padilla coinciden en que se avecinan cambios en el ajedrez económico y
geopolítico del mundo
Los descubrimientos de EEUU
cambiarán la economía mundial
El nuevo papel de Estados Unidos como potencia
energética gracias a su petróleo y gas natural, unido a las crecientes alianzas
comerciales de Latinoamérica y Asia transformarán de manera drástica el mapa
económico mundial en los próximos años.
Los analistas Isaac Cohen, consultor de Inverway, y
el periodista mexicano Alberto Padilla, que esta semana pronunciaron una
conferencia en Costa Rica, coinciden en que se avecinan cambios en el ajedrez
económico y geopolítico del mundo que podrían afectar especialmente a Oriente
Medio y al Mercosur.
Cohen, exdirectivo de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), explicó que el primer elemento que cambiará
el orden económico actual es la Alianza Transpacífica (TTP).
Actualmente EE.UU., Australia, Brunei, Canadá,
Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam integran este
bloque, pero muchas otras naciones con costas en el Pacífico desean unirse.
“La gran jugada en el mundo en este momento es la
Alianza Transpacífica, a la que pronto se unirá Japón y será así la zona de
comercio más importante”, afirmó Cohen.
“Si EE.UU. y la Unión Europea (UE) establecen un
tratado de libre comercio (TLC) eso dejaría en una incómoda posición a China,
Rusia, India y el Mercosur, que serían los grandes ausentes de este bloque”,
agregó.
Para el analista, “la segunda gran transformación
mundial es el ingreso de Estados Unidos como potencia energética gracias a sus
recién encontrados yacimientos de petróleo y gas natural”.
Según Cohen, EE.UU. no se convertirá en una
autarquía energética, pues seguirá importando petróleo, especialmente de Canadá
y Brasil, pero sí reducirá en gran medida su dependencia de otros proveedores.
Tener su propio abastecimiento y contar con fuentes
seguras en América “afectará sin duda la geopolítica de Medio Oriente, que
pasará a un segundo plano como principal proveedor de Rusia y China,
posiblemente”, argumentó.
Mas oportunidad
La otra gran oportunidad para Washington es el gas
natural y cómo decida comercializarlo, pues actualmente puede exportarlo sin
licencia a los países con los que tiene un TLC, como Centroamérica, México,
Chile, Colombia y Perú, lo que fortalecería su influencia en la región.
Padilla, indicó que el panorama para Latinoamérica
en los próximos años es mixto, con altas y bajas dependiendo de cada país y su
habilidad para asociarse en los bloques estratégicos.
Para Padilla, la mayoría de los países,
especialmente los que miran hacia el Pacífico, con México a la cabeza, seguirán
el camino de la última década, mientras que Brasil se estancará, y Argentina
afrontará una crisis al igual que Venezuela, donde “el chavismo desaparecerá
por completo”, pronosticó.
“Brasil no va a ser lo que fue porque es un burbuja
que no ha hecho reformas profundas; es un gigante pobre, poco competitivo y muy
cerrado”, sostuvo el periodista.
Mientras tanto, “Venezuela va a ‘implotar’ (sic) y
Argentina enfrentará graves problemas. La nueva niña linda del barrio es
México, pero eso dependerá de las decisiones que tome este mismo año”, añadió.
Según Padilla, el Mercosur -integrado por Brasil,
Argentina, Venezuela, Uruguay y Paraguay- es un bloque “sin futuro, una alianza
cosmética que no ha dado ningún resultado concreto y que ha probado ser más
bien una camisa de fuerza para las economías más pequeñas”.
La prueba de ello, para el comunicador, es que
Mercosur lleva 15 años negociando un TLC con la UE, mientras que Centroamérica
ya pudo poner en vigor el propio.
Latinoamérica tiene, a criterio de los
especialistas, mucho potencial para aprovechar los cambios venideros pero debe
industrializar su economía, pues es completamente dependiente de las materias
primas, como minerales y granos.
“Parece que en América Latina no es la gente la que
trabaja, es la tierra”, criticó Padilla.
Ambos analistas coincidieron, además, en que la
crisis que actualmente atraviesan tanto EE.UU. como la UE no se resolverá por
la vía de la austeridad.
“El problema medular está en abrazar la austeridad
como solución al déficit cuando el problema real es el desempleo”, apuntó
Cohen, quien criticó las restrictivas políticas fiscales estadounidenses y
europeas porque impiden el crecimiento económico.
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