Advierten que en este campo ha cundido la improvisación, los proyectos nunca terminados y las malas inversiones
Javier Brassesco
José Aguilar, ingeniero que ha
trabajado como consultor de sistemas eléctricos en 45 países, cree que
si hay algo en el país que necesita una auditoría es el sistema
eléctrico. Advierte que en el sector la improvisación ha sido la
característica fundamental en los últimos años, una improvisación que ha
podido apoderarse del sistema eléctrico gracias al apagón infomativo
que se ejecutó entre 2008 y 2010, cuando dejaron de publicarse los
informes públicos y boletines que daban cuenta de la energía eléctrica
generada en cada región y del estado del sistema en general.
Como un ejemplo pone el caso de Caracas,
en donde se invirtieron casi tres mil millones de dólares para lograr
una capacidad de generación de 3.800 megavatios (el consumo es de
2.300). El problema es que esos 1.500 megavatios extra (diferencia entre
la demanda y la capacidad de generación) no pueden ser utilizados
porque se necesita de un combustible que debe ser importado y no existen
las líneas de transmisión. En la práctica son 1.500 megavatios de
capacidad ociosa.
José Manuel Aller, doctor en ingeniería
eléctrica, los apagones que se han multiplicado en Caracas con la
llegada de las lluvias es una prueba contundente del abandono en que se
encuentra el sector. “Los sistemas de mantenimiento están en el
abandono, las subestaciones trabajan con sobrecarga permanente, las
cuadrillas muchas veces no tienen vehículo y las fallas tardan mucho en
solucionarse, y el estado de la economía hace cuesta arriba conseguir
partes eléctricas”.
Por su parte el ingeniero Guillermo
Ovalles, especialista en distribución eléctrica, cree que la empresa se
politizó y es ahí donde se originan todos sus males: “En el año 98 había
20.500 megavatios de capacidad instalada y teníamos una demanda de
10.854. Había 9 mil megavatios por encima de la demanda. Hoy en día la
capacidad instalada es de poco más de 17 mil megavatios pero la demanda
está por encima de 18 mil. Alguien tendría que responder por eso”.
Entre otras irregularidades, señala que
hay al menos siete plantas eléctricas fuera de servicio por falta de
mantenimiento, y debería estar ya construidas plantas de generación que
siguen siendo promesa, como La Vueltosa en Los Andes (el difunto
diputado Luis Tascón denunció en su momento casos de corrupción allí),
La Raisa en Valles del Tuy o Planta Sucre en Cumaná.
Recuerda también que en 2009 trajeron
plantas de generación distribuida para casos de emergencia y las
colocaron cerca de las subestaciones, pero las pusieron a trabajar 24
horas por día y no estuvieron en funcionamiento ni tres años. “En Planta
Centro (Morón), cinco de esas plantas de 400 megavatios cada una
generan en total 650 MWh en vez de 2 mil, pues unas están dañadas, otra
se quemó, otra la quisieron poner a funcionar a gas y no lo lograron. Ha
existido muchísima improvisación, y ojalá el ministro Chacón pueda
revertir esta situación”.
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