El excomisionado de Distribución y Comercialización del sistema eléctrico nacional, Joaquín Osorio, considera que el paquete de medidas anunciadas por las nuevas autoridades en materia eléctrica, es un “reciclaje” de disposiciones aprobadas en el pasado reciente.
Señala que durante su gestión, el entonces ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, aprobó puntos de cuenta dirigidos a intensificar el mantenimiento, reparación y restitución de transformadores.
En la resolución del DIR-0620 del 6-5-2011 se autoriza a la comisionaduría de distribución 4,5millones de dólares para la compra de transformadores nacionales y se emplaza a conformar un equipo negociador para crear alianzas con los fabricantes locales de esos equipos, con la finalidad de recuperar y optimizar las líneas de distribución, ya obsoletas.
En esas fechas, igualmente se analizó la posibilidad de ajustar las tarifas eléctricas. “Tema recurrente y siempre desechado” por los altos funcionarios.
Advierte Osorio, profesor en la Escuela Técnica Germán Celis Saune -formadora del personal técnico eléctrico- que elevar el pliego trae consecuencias favorables: es la única manera de reducir el consumo y, por esa vía obtener recursos para garantizar, al menos parcialmente, la sostenibilidad financiera de la empresa.
Actualmente, apunta el ex-directivo de Fetraelec, “hay siete tarifas distintas a nivel nacional para el mismo tipo de consumidor. Sólo en Carabobo, existen tres tasas, las fijadas para Cadafe, Eleval y Calife”.
También se anuncia “como novedad” la revisión de los medidores de los grandes consumidores, especialmente de los centros comerciales. “Esa tarea la realizamos, hicimos un censo y se actualizaron muchos pagos. La recaudación en 2011 aumentó en alrededor de 30% respecto al año anterior. Todo comercio que terminara en “ía” era objeto de supervisión: panadería, ferretería, zapatería”.
La sustitución masiva de bombillos incandescentes por ahorradores, en 2007, produjo una caída de la demanda, recuerda. “Pero las familias que quieren reponer sus focos, se dan cuenta que son más caros que los tradicionales. Hay que abaratar esos costos”.
Osorio sostiene que “estos proyectos fueron paralizados y abandonados, ahora vemos el caos en que está sumido el sector. No hemos avanzado nada en estos dos años”.
Observa que el área de “generación es inconsistente. Es poco manejable. Se sale una máquina por desperfecto o por mantenimiento y el sistema queda desequilibrado”.
“Planta Centro, que es vital no sólo para garantizar el suministro de energía a la región central del país, sino para estabilizar el sistema, no ha mejorado a pesar de los recursos que se le han inyectado”, dice.
Un “porcentaje importante de las plantas de generación distribuida, están paradas porque se les dió otro uso”, refiere. “La planta La Mariposa que fue rescatada y motivo de orgullo, hoy está abandonada”.
Crisis dentro de la crisis
La fusión de catorce empresas en Corpoelec “no ha permitido aún la unificación de la terminología de los cargos y hay trabajadores, con iguales responsabilidades ganan diferente, eso crea desmotivación por la falta de desincentivos económicos y aspiracionales”, indica. “Esto, unido al señalamiento de saboteadores, tiene al personal desmotivado”.
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