Rafael Gallegos
Claro
que hay vacío.
Vacío
de poder, vacío de economía, vacío de integración y sobre todo vacío de
soberanía. Hay hasta un vacío en el alma. Pálpese.
Y
por encima de la polémica enfermedad presidencial; de la dilemática presencia en
ausencia del Presidente; de la legalidad o ilegalidad de las medidas para perpetuar a Maduro, o a la “revolución”,
en poder; o de la firma en ausencia para el nombramiento del Canciller… nos
estamos quedando sin país.
Tanto
vacío va dando paso a una vorágine. Y no lo dude, nos puede tragar a todos.
Pobres y ricos. Chavistas y demócratas. Hombres, mujeres, jóvenes, viejos. A
todos. Es que en la política y en las
sociedades, como la física, los grandes desequilibrios se reflejan en diferenciales de presión, remolinos,
huracanes, vorágines.
Y
las vorágines se tragan a los hombres. Como a Arturo Córdoba, el inteligente y atormentado
personaje de la gran novela de José Eustacio Rivera. O como a nuestro Marcos
Vargas de Canaima, que se lo tragó la selva, con su educación y sus ideales.
La
“revolución” ha sido un triunfo pírrico. Con el corazón en el pecho, sus
líderes podrían parafrasear a Pirro:
otra “revolución” como esta y nos quedamos sin país.
PARA DESTRUIRTE MEJOR
Los
“revolucionarios” no se han equivocado. El plan está clarito. Los ojos del lobo
son para ver mejor a la caperucita, y la boca del lobo es para comerte mejor.
Como si el lobo nos dijera a los venezolanos ingenuos que preguntemos para qué
tienes ese poder tan grandote: para destruirte mejor.
Porque,
no lo dude, el gran desiderátum de esta “revolución” es destruir al país para permanecer
en el poder forever.
Nada
nuevo bajo el nublado sol de las revoluciones comunistas. Como Cuba, el país
con el marasmo más grande más de América. Cincuenta y cuatro años con los Castro destruyendo… para
permanecer en el poder.
Para
medir el fracaso de esa revolución comunista, basta observar cómo luego de
tantas décadas, ni siquiera son autosuficientes. Ayer le vendieron el alma a la
URSS para poder sobrevivir. Y hoy, paradoja de paradojas, lograron comprarle el
alma a Venezuela… y encima le cobran. Todos los días sale un bobo a la calle y
el que lo agarre, es de él. Y ese el
país que quiere imitar el gobierno de Venezuela.
Los
jefes de nuestro gobierno dicen representar al pueblo; pero este pueblo cada
día que pasa, tiene peores condiciones de vida. Si de verdad hubieran mejorado
a los tan utilizados pobres, no hubiera
esa creciente cantidad de ranchos rodeando a Caracas, ni tantas viviendas
insalubres en todas las ciudades de Venezuela, ni tanta violencia generadora de
miles de víctimas al año. En el nombre de los pobres… se han burlado de los pobres.
En
línea con la política de destruir al país para permanecer en el poder, han
llevado a PDVSA a una sima inimaginable hace pocos años. Mínima producción
máxima deuda, misión desvirtuada. En la historia del petróleo, no existe
parangón con lo que han hecho con nuestra gallina de los huevos de oro. En el
futuro, ¿de dónde saldrán los dólares para las políticas sociales? Se siguen burlando de los pobres. Y eso sin mencionar el record, por abajo, de
producción de SIDOR, o el aluminio produciéndose al 30 % de su capacidad.
¿Será
que la imitación al comunismo cubano es tal, que planean que otro país nos
mantenga luego de acabar con la industria petrolera?
Para
destruirte mejor, ha funcionado Y tienen la desfachatez de defender a un
gobierno que a erializado el 25% de la superficie de siembra y destruido el 40 %
de las industrias, en apenas 15 años. ¿Dónde
van a trabajar esos pobres que dice defender la “revolución”?
Y
por si fuera poco, han dividido el alma nacional. Venezuela es un país con el
corazón partío. Hasta la Asamblea Nacional la quieren convertir en un ring de
boxeo. Cómo hemos decaído. ¿Se imaginan al parlamentario Uslar Pietri
ofreciéndole unos golpes a Prieto Figueroa? Es cuestión de niveles. Como decía mi querido padre: con
enanos no se puede realizar una tarea de gigantes. Y con tanto odio a flor de
piel, menos.
Ahora,
a nuestros eternos problemas hay que agregar la dependencia de Cuba. ¿Se
solicita libertador?
No
podemos seguir imitando a los líderes de Bizancio discutiendo acerca del sexo
de los ángeles, o del tamaño de los pelos del pubis, con los invasores tumbando
los muros de su ciudad.
Hay
que concentrarse en lo importante. En la
aplicación de la Constitución, la organización de las masas, las
estrategias de desarrollo. En la unidad y el diálogo de los venezolanos y en la
defensa de la democracia. Pilas y guáramo son nuestras primeras necesidades.
La
sustentabilidad del país, está en veremos. Es imperativo superar este reto. Venezuela o vorágine, he
ahí el dilema a que nos estamos enfrentando.
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