sábado, 13 de junio de 2009

LA DIGNIDAD DEL PUEBLO CUBANO

Rafael Gallegos

No es lo mismo la “dignidad” del gobierno de Cuba, que la dignidad del pueblo cubano. Pero - cosas del bla bla bla político- se escribe igual y confunde a los más desprevenidos. La dignidad del pueblo cubano, pasa por el derecho a juicio justo de los familiares de las Damas de Blanco, por la liberación de los presos de opinión; por el cese de las persecuciones; por el derecho a fundar partidos políticos y tener candidatos no oficialistas hasta para Presidente de la República; por la libertad expresarse en emisoras de televisión y de radio y en periódicos distintos a medios parcializados como el Gramma; por la posibilidad de tener una empresa, una casa propia o aunque sea una gallina o un perrito propio, ¿ por cierto es verdad que en Cuba no hay mascotas?; por no verse obligado a “vivezas” para comer más allá de la tarjeta de racionamiento. La dignidad del pueblo de Cuba pasa por el derecho a tener acceso a todos los hoteles y sus tiendas, o al mejor ron, sin que eso sea privilegio de los turistas cargados de los “cochinos” dólares del capitalismo; por el acceso a Internet y al cable; por la elemental libertad de entrar y salir de su país. Esa es la verdadera dignidad de Cuba, la de un pueblo libre y democrático, capaz de enfrentar su destino. Muy diferente a la “dignidad” de la dictadura que impera en la isla. ¿Es “digno” que un país sea propiedad de dos hermanos luego de cincuenta años, con elecciones tuteladas por los eternos ganadores, sin libertad de expresión, sin propiedad privada?

Sería bueno que abran Cuba por un ratico a los medios internacionales, para que estos observen las “maravillas” de esa revolución y le tapen la boca al mundo. Y de paso, para que a la “revolución” venezolana, le sea más fácil enseñarnos a nadar en el Mar de la Felicidad, donde intuyo que sólo los tiburones son felices.


¿GUIPUZCOANA O CUBAPUZCOANA?


Y por supuesto, la “dignidad de nuestra revolución” tampoco tiene que ver con la dignidad del pueblo venezolano. Por ejemplo, casi trescientos años después de la Compañía Guipuzcoana, este gobierno vuelve a otorgar a Venezuela en monopolio a extranjeros. ¿Cubapuzcoana? Le obsequia a Cuba el manejo de áreas estratégicas de Venezuela. ¿En qué país es eso digno? Más allá del irrespeto de la bandera de Cuba izada en el Panteón Nacional, la Cubapuzcoana se refleja en seguridad presidencial y asesorías militares, como si los uniformados venezolanos fueran inferiores; en salud, como si nuestros médicos y personal hospitalario no fueran tan preparados que se los llevan a Europa; en los registros y notarías, como si ellos tuvieran la menor idea de lo que significa propiedad; en el agro, ¿ para acabar con la siembra de azúcar como sucedió en Cuba?; en los puertos, como si exportaran algo distinto a “catedráticos” y espías; en la Educación, donde implantan una currícula como la del fracasado régimen cubano; en cédulas y pasaportes, tan grave que… sin comentarios. Ah! y ahora y que nos van a asesorar en petróleo. Los deslenguados dicen que los tiburones nuestros serán asesorados por tiburones cubanos, de esos cebados con carne de valientes balseros. Y por cierto, ¿dónde está el piloto? ¿Y peor, dónde está el avión?, tan caro que nos costó, para que el Presidente se la pase viajando por Cubana de Aviación. ¿Incapacidad de nuestros pilotos… desconfianza en lo nuestro… órdenes de la isla?


GLORIA A RÓMULO BETANCOURT


Los delegados de la OEA omitieron plantear la justeza de la suspensión de Cuba en 1962, por invadir a Venezuela y tratar de usarnos como cabeza de puente del comunismo en América del Sur. La confluencia entre el Ejército Venezolano, el valiente equipo de gobierno encabezado por Rómulo Betancourt y el respaldo mayoritario del pueblo a su democracia; dieron al traste con aquella invasión. Gloria a Rómulo Betancourt, a punta de guáramo defendió a Venezuela ante la planta insolente del extranjero.


Cuando nuestro territorio fue invadido por el ejército español, lo enfrentó victoriosamente Bolívar. Y ante la invasión cubana - duélale a quien le duela –a otro gran patriota, Rómulo Betancourt, le correspondió llevarnos a la victoria. Hoy a Venezuela nuevamente se le quiere ubicar como cabeza de puente del comunismo y además colonizarnos con la vergonzosa anuencia del gobierno. Se solicita un Rómulo Betancourt que rescate nuestra Soberanía.


Las sociedades no se suicidan. En las grandes crisis surgen grandes liderazgos. Aunque sea el mismísimo Rómulo galopando en Babieca después de muerto. De no ser así, en pocos años le cantaremos loas a Fidel desde los textos escolares o en los futuros desfiles rojos rojitos y obligatorios de La Semana de La Patria Socialista. ¿Es eso lo que usted quiere para Venezuela?

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