A
pesar de los 17 taladros asignados y a pesar del fuerte desembolso de
capital erogado, la caída en la producción real en tubería fue de cerca
de 6.7% en 2013
El 2014 es un año definitivamente clave para la cuestión gasífera en Venezuela.
Es el año en que supuestamente y según declaraciones del jerarca mayor,
así como de otros representantes de menor calado dentro de PDVSA,
arranca la producción temprana de los proyectos costa afuera y se
revierte el envío de gas de unos 180 MMPCD que en mala hora el país
recibe de Colombia. Nuestros deseos son porque
en efecto se cumplan y se excedan dichos objetivos; desafortunadamente
las señales indican que el camino actual no es el correcto.
Los resultados que se anuncian desde dentro de las propias entrañas de PDVSA Gas Anaco, predicen que esos anuncios podrían quedarse por quinta vez consecutiva en solo eso: anuncios. PDVSA
Gas Anaco habría desarrollado dotes especiales a la hora de “maquillar”
y manipular no solo cifras de producción y de resultados de gestión,
sino de proyección y planificación de su propio portafolio de
actividades.
Según reposa en el Informe Anual 2012 de PDVSA,
la producción real promedio reportada para el año fue de 793 MMPCD. Ya
para octubre 2013 dicha producción se había derrumbado a menos de 755
MMPCD, para llegar a diciembre con alrededor de 740 MMPCD, reflejando
así una penosa actividad y resultados que solo desnudan improvisación e
ineptitud. A pesar de los 17 taladros asignados y a pesar del fuerte
desembolso de capital erogado, la caída en la producción real en tubería
fue de cerca de 6,7% en 2013 (tomando como ciertos esos 793 MMPCD al cierre de 2012).
Durante 2013 PDVSA Gas Anaco
planificó la ejecución de 34 pozos por perforación, para generar una
producción adicional por ese concepto de 107 MMPCD. Más allá de ese
plan, los resultados reales indican que escasamente se logró
perforar 13 pozos más dos de arrastre de 2012, para generar una
producción de tan solo 30 MMPCD. Todo ello se traduce en consecuencia en
un vergonzoso porcentaje de éxito en perforación de tan solo 44% de lo
planificado, mientras que en producción escasamente se alcanzó 28% de lo
previsto.
En cuanto a la actividad de reacondicionamiento y reparación (RA/RC) de pozos, PDVSA Gas Anaco planificó 83 pozos para 2013, esperando una producción asociada de 117 MMPCD. Las
cifras reales al cierre del año indicaron que solo 58 pozos de dicho
total fueron realmente ejecutados representando 70% de lo previsto,
mientras que la producción efectiva resultó ser de tan solo 62 MMPCD; un
tímido 53% de lo esperado.
Con todo lo anterior por delante, ese liderazgo de PDVSA Gas Anaco
planifica para 2014 una actividad poco fidedigna, a juzgar por esos
risibles resultados de gestión 2013, a sabiendas de la pobre eficiencia
operativa y de la dudosa experticia expuesta. El plan 2014 incluye la
perforación de 38 pozos, 77 RA/RC con taladro, 116 RA/RC sin taladro y
59 estimulaciones/fractura hidráulica. Todo ello considerando
los mismos recursos tanto humanos como logísticos existentes durante
2013, y que llevaron a PDVSA Gas Anaco a un vergonzoso éxito de 28% en
perforación y 53% en RA/RC.
PDVSA Gas Anaco se ha
destacado, a partir de 2008 por un incremento sustancial en costos y
tiempos de perforación y RA/RC, así como una pérdida sostenida de la
producción de gas y una eficiencia operacional que pone cada vez máss
entredicha la capacidad técnica de dicho equipo. Mientras que
para 2013 se planificó completar un pozo en 33 días, se terminó
completando en 59 días; un 76% adicional del tiempo original
planificado. Mientras se estimó un costo por este mismo concepto de 4.5
MMBs F, se terminó pagando 8.4 MMBs F, un incremento real versus
planificado de 86%.
Si se incluye la cadena de
actividad completa perforación + completación original, de un tiempo
promedio planificado para dichas actividades en conjunto de 101
días, PDVSA Gas Anaco tardó mas de 180 días promedio en términos reales,
para la misma operación, reflejando durante 2013 un incremento de 82%
en los tiempos de ejecución.
Lo mas triste de todo ello es
que a nadie parece importarle estos resultados; estos desmanes. ¿Cómo
puede un país planificar un desarrollo armónico con una
industrialización basada en el uso del gas? ¿Cómo puede un Estado
soportar el crecimiento en generación termoeléctrica, en apuntalar su
industria petroquímica y siderúrgica por ejemplo, basado en la
confiabilidad de una empresa como esta? Una PDVSA Gas Anaco donde parece
prevalecer una gestión operativa, gerencial y presupuestaria altamente
cuestionable y anacrónica.