Juan Fernandez
Comienza el 2014 para muchos países
desarrollados, los emergentes y economías de la región como la Colombiana,
Chilena, etc., con perspectivas de crecimiento, creación de riqueza, de empleo
y un camino a recuperar el estado del bienestar, se estima la economía mundial
crecerá 3.5 % en 2014. Sin embargo en Venezuela, las perspectivas son al
contrario la crisis económica esta presente, con un aspecto en lo político
positivo al ser 2014 un año sin elecciones, permitirá una discusión publica
concentrada en los graves problemas que vivimos y la exigencia de soluciones al
gobierno.
En este sentido es natural que todos nos
preguntemos; ¿Como es posible estemos en esta situación, si el país recibió
desde 1998 hasta 2013 mas ingresos desde
que somos republica?. La respuesta debe considerar múltiples aspectos desde la corrupción,
el despilfarro, la pésima gerencia de lo publico, el sesgo ideológico del
comunismo atrasado, la falta de una
estrategia sobre la energía. Nos encontramos, hoy con un país petrolero y rico
según algunos, teniendo que importar de todo hasta lo impensable como; combustibles,
gas, sin electricidad y con PDVSA destruida.
Hay una arista de la situación actual
del mercado petrolero mundial que debería ser un tema de discusión publica y se
refiere a las casi nulas posibilidades de un aumento de los ingresos del país
por la vía del petróleo. Consideremos la política que viene estableciendo la
OPEP de una oferta por parte del cartel de 30 millones de barriles diarios, con
unos niveles de precio proyectado para este 2014 similares al 2013, es decir
alrededor de los 100$/barril, lo cual significa para Venezuela que por la vía
del precio, no habrá mayores ingresos. Pero lo grave esta en que tampoco por la
vía de mayor volumen se tendrían ingresos. Las razones para que esto sea así y
que de paso desmiente las declaraciones de Ramírez de aumentos de producción
para Venezuela, se explican por las siguientes razones;
La demanda mundial para 2014 se estima tanto por la OPEP como la AIE en alrededor de
unos 92 millones de barriles diarios, lo cual significa 1.3 millones mas que en
2014. Este aumento la demanda será suplido por los países No-OPEP, como; EEUU,
Rusia, Canadá, Brasil y el propio México son los principales proveedores. Pero
además en la OPEP, hay una discusión pendiente sobre los acuerdos de
producción, pues Iraq es hoy en día el segundo productor del cartel con unos
3.2 millones de barriles por día con planes de aumento en marcha hasta 4
millones, Irán que por razones de las sanciones ha disminuido su producción de
4 millones a 2.7 millones de barriles día, pero que de lograr el acuerdo
definitivo con el grupo 5+1, volverá a producir sus 4 millones para recuperarse
como segundo productor y Libia, que por conflictos internos ha visto mermada su
producción que debe ser de 1.7 millones de barriles/día. También es importante considerar, que países
como Irán, Iraq, Arabia Saudita, Rusia e inclusive Canadá con un proyecto de
oleoducto hacia el Pacifico, son crudos competitivos para el suministro Chino y
del mercado asiático en donde para Venezuela, es muy difícil equipararse a
menos que sea con descuentos en el precio. En consecuencia de lo anterior, no
es por la vía de aumento de la producción que Venezuela aumentara sus ingresos,
además que los planes de Ramírez se concentran supuestamente en crudo de la
faja, que requieren de inversiones mil millonarias, que no se ejecutan.
La falta de un estrategia petrolera con
visión de mercado y no sujeta a la conveniencia política dirigida con la
influencia de La Habana, tendrá sus consecuencias también, es hora que nos
dediquemos tiempo a la exigencia de una política petrolera de interés nacional.
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