Humberto Tirado Sánchez
Escuchaba a una funcionaria durante la inauguración de la
primera etapa de un bulevar en Lechería, municipio Urbaneja del
Estado Anzoátegui, que ello era posible “gracias la revolución”. Es decir, era
necesario una revolución para que los ciudadanos de Lechería, una de las
localidades donde ocurren más apagones, pudiera contar con un bulevar que ni
siquiera estaba terminado, construido para “la consolidación de la entidad
como una de los principales destinos turísticos de Venezuela”, como expresó el
Gobernador, durante la inauguración. Lo paradójico es que como reseña la prensa
local, la frase más
escuchada entre los dueños de los restaurantes y comercios, de parte de sus
clientes, es: “no hay luz, vámonos”, quienes poco a poco van notando la pérdida
en ventas debido a los racionamientos y cortes programados de la localidad que
se extienden hasta por tres horas consecutivas, durante los horarios más
fuertes de trabajo. En este caso, sí puede expresarse con propiedad: “gracias a
la revolución”.
Mientras
esto ocurre, el profesor titular de la Universidad Pontificia de Salamanca,
España, José Ramón Pin Arboledas, expresa en su artículo: “América Latina:
del futuro al presente” que tiempo atrás, se predecía que Brasil era el país
del futuro lo
mismo que otros países de América Latina y que ese futuro llegó, al menos en
cinco de los grandes y algunos de los pequeños. Para eso fue necesario que
confluyeran tres circunstancias: estabilidad
democrática, desarrollo de clases medias que aumenten el consumo interno y
aumento de la demanda de sus materias primas y productos intermedios.
En el
artículo se Indica que hay cuatro grandes países que lo están consiguiendo,
están recibiendo
inversiones extranjeras a
gran velocidad: Brasil, Colombia,
Chile y Perú. México está en vías de obtenerlo, pero
su economía está tan ligada a la de EE.UU. que su situación es diferente;
depende más del desarrollo del ALCA que de sus circunstancias internas. Entre
los pequeños los países en los que el futuro ha llegado son: Uruguay, mientras siga la demanda de productos
agrícolas de países emergentes asiáticos; Panamá como centro de confluencia
centroamericana de capitales, como los venezolanos; Costa Rica, que se ha
posicionado como el paraíso del ecoturismo; y República Dominicana,
con una situación geográfica envidiable en el Caribe.
Como
ejemplo, en el artículo se expone que Bogotá y Lima están
llenas de nuevos emprendedores. Medellín se ha convertido en un
exportador nato de productos textiles. San José do Campos, municipio del Estado de Sao Paulo en
Brasil, es considerado el mayor centro de investigaciones en alta tecnología de Latinoamérica, automovilíst ico y de telecomunicaciones;
material bélico, electrónicos; metalúrgica y sede del mayor complejo
aeroespacial de América Latina. Aquí están instaladas
importantes multinacionales como Petrobras y es la sede de Embraer, la tercera
mayor productora de aviones del mundo.
Expresa
Pin Arboleda, que es un presente tan espléndido que ya se habla de las
multinacionales latinas, empresas
que empiezan a invertir capitales dentro y fuera del subcontinente.
Un ejemplo es la petrolera brasileña Petrobras, el Grupo Carvajal colombiano o
el Grupo Vicini de Santo Domingo. Qué lamentable, Venezuela no se
nombra…gracias a la revolución.
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