Gustavo Coronel
Lombroso soñaba con una cara como esta...
De donde habrá salido este hombre? De cuál pantano o charco? Porque eso de decir: “Chávez se va a quedar para toda la vida”, no puede ser el producto de una mente normal. Tiene que ser el producto de un accidente genético, de alguna perversa mutación, mediante la cuál no solo el especímen se aferra a ideas políticas que han dejado de tener vigencia sino que las expresa con orgullo. Esta nueva versión del mujiquita de Gallegos parece complacerse en su papel de jalabolas rastrero. Como justificará este indigno papel ante sus hijos y esposa, si es que los tiene? Que podrá hablar con su medio hermano, Herman, quien ve la situación de manera diametralmente opuesta? Pensará seriamente que su hermano está conceptualmente equivocado? O, simplemente, se reirá de él por no haber sabido aprovechar el beneficio material que se deriva del abandono de los principios morales más elementales?
Es dificil encontrar palabras lo suficientemente severas para juzgar a Carlos Escarrá. No es un líder, es un vasallo; no señala un camino, sigue a un criminal; no es un delincuente discreto, se vanagloria de su jalabolismo.
Donde se meterá esta piltrafa humana cuando Chávez sea una mala memoria? En Zimbabue? Creo que sería el país más adecuado para recibirlo. En Cuba tendría problemas porque todavía hay allá demasiada gente digna quienes no podrían aceptarlo en una sociedad sin Fidel.
Escarrá, sacalapatapálla… has escrito unas páginas lamentables en la historia política venezolana. Serás recordado como la máxima expresión de la desverguenza política venezolana. Los políticos venezolanos del futuro dirán: “No soy un Cescarrá”, para argumentar que son honestos y que no se arrastran frente a los poderosos.
Lombroso soñaba con una cara como esta...
De donde habrá salido este hombre? De cuál pantano o charco? Porque eso de decir: “Chávez se va a quedar para toda la vida”, no puede ser el producto de una mente normal. Tiene que ser el producto de un accidente genético, de alguna perversa mutación, mediante la cuál no solo el especímen se aferra a ideas políticas que han dejado de tener vigencia sino que las expresa con orgullo. Esta nueva versión del mujiquita de Gallegos parece complacerse en su papel de jalabolas rastrero. Como justificará este indigno papel ante sus hijos y esposa, si es que los tiene? Que podrá hablar con su medio hermano, Herman, quien ve la situación de manera diametralmente opuesta? Pensará seriamente que su hermano está conceptualmente equivocado? O, simplemente, se reirá de él por no haber sabido aprovechar el beneficio material que se deriva del abandono de los principios morales más elementales?
Es dificil encontrar palabras lo suficientemente severas para juzgar a Carlos Escarrá. No es un líder, es un vasallo; no señala un camino, sigue a un criminal; no es un delincuente discreto, se vanagloria de su jalabolismo.
Donde se meterá esta piltrafa humana cuando Chávez sea una mala memoria? En Zimbabue? Creo que sería el país más adecuado para recibirlo. En Cuba tendría problemas porque todavía hay allá demasiada gente digna quienes no podrían aceptarlo en una sociedad sin Fidel.
Escarrá, sacalapatapálla… has escrito unas páginas lamentables en la historia política venezolana. Serás recordado como la máxima expresión de la desverguenza política venezolana. Los políticos venezolanos del futuro dirán: “No soy un Cescarrá”, para argumentar que son honestos y que no se arrastran frente a los poderosos.
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