martes, 16 de agosto de 2011

Mitos y realidades



                                                                                                                                  Eddie A. Ramírez S.
 Los  políticos son  corruptos, los comerciantes especuladores, los médicos  peseteros, los militares  parásitos, los siquiatras locos, los economistas enmarañados, los abogados tracaleros, los empleados públicos flojos, los motorizados asaltantes, los escritores alcohólicos, los petroleros despedidos de Pdvsa  prepotentes y aislados del acontecer nacional.  Éstas y otras generalizaciones e inmerecidos  epítetos  endilgados por muchos venezolanos a grupos de compatriotas no solo ocasionan daño   a determinadas personas, sino que contribuyen a que aumente la desconfianza en nuestra sociedad.   
¿Había pretenciosos en Pdvsa? Claro que sí, igual que en otros grupos. ¿Ganaban sueldos exorbitantes? Falso, eran buenos sueldos pero dentro del 75 percentil de los correspondientes a las mejores empresas  y el sistema de jubilación es y era inferior que el de  diputados, militares y profesores universitarios. Lo del aislamiento  en una cúpula quedó desmentido por la participación en los sucesos del 2002.
También, algunos arremeten contra los petroleros endilgándoles la culpa del paro cívico del 2 de diciembre, pasando por alto que los petroleros nunca lo convocaron  y que el mismo fue una decisión de la Coordinadora Democrática. Los petroleros se sumaron a él por decisión individual. ¿Era posible no comprometerse con ese paro cívico y “pasar agachados”?  Claro que sí, pero entonces tenían que  estar dispuestos a violar las normas de la empresa,  acatar decisiones lesivas al país y al negocio, vestirse de rojo y asistir en horas de trabajo a las concentraciones políticas. Por ello, aunque respetamos todas las opiniones, no compartimos lo afirmado  por Ibsen Martínez, quien declaró  que “Yo no estuve de acuerdo con ese paro y detesto la actitud de esa gente que se cree irremplazable”.  Pareciera que todo el que se declara en huelga es un prepotente que se considera irremplazable, olvidándose este escritor que las huelgas son un derecho universal y, muchas veces,  un deber.  
Sobre el tema, cabe recordar la intervención de Rafael Ramírez cuando aseveró “Pdvsa es roja-rojita y quien no lo sea lo sacaremos a carajazos..”. También este 7 de agosto el teniente coronel   declaró que “Una madrugada le dije a Alí Rodríguez que cueste lo que cueste vamos a tomar esa colina, vamos a tomar Pdvsa: fue un acierto estratégico”. Entendamos que este totalitarismo requería  dinero, es decir  a Pdvsa.
Muchos petroleros tuvieron que exiliarse y operan en 26 países con gran éxito.  En Venezuela quedan miles trabajando en áreas que no son de su experticia y muchos pasan por las mismas dificultades que atraviesan casi todos los compatriotas, pero con dignidad por defender valores. Además, si no lo hubiesen hecho hoy cargarían el sambenito de que el paro fracasó por culpa de ellos. No es cierto que en el seno de los mismos hayan ocurrido más hechos lamentables que el promedio nacional, salvo quizá el número de enfermos y fallecidos por enfermedades producto del stress. No soy de formación petrolera, ni fui actor en la decisión de ir al paro porque ya me había jubilado, pero sí participé activamente después que mis compañeros  acertadamente se unieron al mismo, por lo cual me retiraron la jubilación.  
Como en botica: Para Mata Figueroa en la oposición hay “apátridas y apátridos”.  Este general  “golpisto” es un aporreador del castellano. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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