martes, 12 de noviembre de 2013

La ultima parada

Juan Fernández.

La realidad petrolera se esta empezando a sentir, en parte debido al cambio estructural que viene desarrollándose por técnicas de producción petrolera a través del fraccionamiento hidráulico.

EEUU en breve tiempo  se convertirá en el primer productor de crudo y gas, y Canadá que viene desarrollando reservas e impulsando la construcción de un gasoducto (Keystone) hasta la costa del Golfo para suplir a las refinerías en Texas. México en un proceso de un nuevo marco legal para permitir la inversión privada en el negocio petrolero, y expandir su negocio petrolero, Argentina buscando inversionistas que le permitan desarrollar sus reservas de Vaca Muerta y  Brasil en un acelerado proceso para la producción del Presal, ambos países para ser autosuficientes en petróleo, Colombia convertido en el tercer producto de crudo de América del Sur y hoy exportando a los EEUU. China el segundo consumidor mundial  invirtiendo en Canadá, Brasil, Australia, Africa y al mismo tiempo   estableciendo alianzas y convenios de suministro con países del medio oriente, y Rusia con ventajas competitivas obvias en comparación con otras fuentes como el caso Venezolanos. Lo anterior, deberían de ser suficientes elementos para que en Venezuela el tema petrolero estuviese en el tapete de la discusión nacional, mas aun si requerimos de una salida de la grave crisis económica con las consecuencias sociales y políticas  que viven todos en Venezuela.

El tema del cambio estructural del mercado, una realidad económica por encima de sesgos ideológicos, implica que la visión tradicional de productores y consumidores de petróleo, cambia por un enfoque de eficiencia y eficacia, en donde el costo volverá a ser una variable clave y no el enfoque de los últimos años basado en  la defensa de los precios. Pero además hay otros factores como la incorporación de fuentes renovables  para el consumo de energía, que países desarrollados están implementado. En un reciente articulo del New York Times de Elizabeth Rosenthal, señala que para 2030 los EEUU podría consumir la mitad del combustible automotor del año 2005, incluyendo el consumo de fuentes de energías alternativas. Son muchos los  países están incentivando con mecanismos fiscales, financiamientos como el caso de Noruega país petrolero que también apoya  las energías renovables. Alemania por ejemplo,  genero en por esta vía de renovables en 2011 el 20,7 % de la energía eléctrica que consume , espera para 2030 llegar a 35% y para el 2050 el 80%.

En cambio en nuestro país mas petro dependiente que nunca en su historia, el manejo de PDVSA es una suerte de bochinche como diría el recordado Oscar Yánez, Se vienen prometiendo aumentos de producción que no se dan, inversiones en refinerías sin sentido económico, financiamiento publico con garantía hipotecaria de petróleo, y como han dicho muchos expertos petroleros, una privatización escondida de PDVSA, sin resultados y para colmo un esquema de no pagar a  las empresas socias, contratistas y suplidores de PDVSA miles de millones de dólares, que al momento de un reclamo o diferencias con PDVSA,  la respuesta es la expropiación, algo que podríamos definir como “la receta de Ramírez,”, ahuyentando  a los inversionistas y limitando las posibilidades de desarrollo.

Es natural como en estos momentos de escases, de falta de divisas, de inflación, la preocupación de la gente este centrada en como resolver y el tema petrolero se vea distante y hasta podría decirse con  indiferencia. Sin embargo, es at raves de un enfoque diferente , estratégico, y de gerencia como podemos salir del hueco en donde han metido al país.  La responsabilidad del liderazgo es  asumir la responsabilidad y exigir el cambio en la industria petrolera, así no podemos seguir. Por el camino que vamos y a pocos meses de cumplir 100 años de actividad petrolera en el país en 2014, nos quedaremos con la etiqueta del mayor país con reservas petroleras del mundo, sin haber generado la riqueza, el aumento del bienestar, y  sobre todo porque parece una de los ultimas oportunidades de obtener los suficientes recursos para diversificar la economía haciéndola menos dependiente del petróleo.

Con el actual gobierno de los mas mediocres en su gestión y con el sesgo ideológico marcado, sabemos que vamos al fracaso, pues es incapaz de entender la necesidad del consenso y del dialogo como lo ha indicado Rafael Poleo en sus escritos. La esperanza queda entonces en generar lo mas pronto posible el cambio, pues todo parece indicar que estamos en la parada del autobús  que nos pueda permitir una de las ultimas oportunidades de salir de la crisis.

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