Rafael Gallegos
El “divide y reinarás” de
Nicolás Maquiavelo, quedó para los muchachos. El totalitarismo latinoamericano,
cuya figura cimera es – no lo dude- Fidel Castro, ha aplicado el principio de
“destruye y reinarás”. Y les dio resultado. Destruyeron a Cuba… y se han
mantenido más de 50 años en el poder. Y ahora, han venido a buscar la copia en
Venezuela, bajo la edulcorada denominación de socialismo del siglo XXI.
¿Quedará algo?, habrá que preguntar al observar la destrucción
nacional. Destrucción estratégica para permanecer forever en el poder. ¿Quedará algo?, repreguntamos ante este
marabuntismo leninismo, con el perdón de las marabuntas.
Destruyeron, por ahora, la imagen del Libertador. ¿A quién se le
ocurre que Bolívar, un típico liberal del s XIX, pudo haber sido socialista? O peor,
que un demócrata a carta cabal, podría estar de acuerdo con una sub democracia
como la que padecemos, con poderes públicos licuados (jugo, zumo, hugo) y en
medio de un gigantesco irrespeto a los opositores. ¿Ustedes creen que Bolívar,
estaría de acuerdo con entregar la soberanía a otro país? Recordemos que el
peor pecado que puede cometer un patriota es querer a otro país más que al
suyo. Y contimás… entregarlo. Destruido y minimizado, ¿O no es minimizar al
Libertador esa perenne igualación con Chávez? Porque si a ver vamos…
Destruyeron, a la empresa emblemática del país: PDVSA. Producción en
barrena, accidentes fatales, burocracia, politización. Transformaron una
empresa petrolera de contenido social, en una empresa social de contenido
petrolero. Además, con la obligación de ser rojos rojitos, la convirtieron en
un emblema del fascismo empresarial.
Destruyeron, a las empresas básicas de Guayana. Hierro, bauxita,
alúmina, aluminio, etc. Casi todas trabajan a baja producción, altos costos y
pérdida. Un milagro… de improductividad.
Con el exprópiese – confísquese-, las invasiones, los insultos a los
empresarios, los controles de costos, el control de divisas y un largo
etcétera, han diseñado un Antimanual
de producción, que dicen las deslenguados, sería la envidia de Julio Cortázar.
Podríamos continuar con la destrucción de la infraestructura, la
educación, la salud, la prensa… el país. Las cifras son contundentes.
POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS
Esta
destrucción estratégica ha generado lamentables resultados. La
inflación
es la más alta de América Latina, doblamos al segundo país, Argentina.
La escasez, un record de más de 20%: leche, azúcar, aceite,
papel higiénico y paremos de contar. Papá, ¿es verdad que en los
supermercados
de los países que no tienen petróleo, los anaqueles están llenos?, oí
que
preguntaba un niño en una tienda.
La velocidad de la devaluación, crece de una manera directamente
proporcional a los controles y de una manera inversamente proporcional a la
capacidad gerencial del gobierno. Y como los borbones, ni olvidan ni aprenden.
De la
violencia, ni hablar. Records latinoamericanos. La “revolución”, con su vuelo
de águila que no caza moscas, da la impresión de no preocuparse tanto de la
violencia en tierra: atracos, asesinatos, secuestros.
Pero como tenemos patria, aunque usted no lo crea colocarán
antimisiles en los cerros llenos de pobreza… para proteger a los pobres ¡ de
las agresiones del imperio! Y después se nos ocurre llamar a la literatura del
García Márquez, Realismo Mágico. Cosas veredes Sancho.
En lugar de Guerra Económica, lo que hay es
una Economía de Guerra. Por
cierto, conocida en el mundo político con el mote de comunismo.
Y lo que faltaba, ahora colocan la guinda del helado con el control de
precios a los televisores, las neveras, los repuestos, a todo lo que exista. ¿Por qué
esos “controles” deben poner a los comerciantes en la picota,
convertirse en un acto “heroico” del gobierno y generar violencia?
¿Será para terminar de acabar con el país para comerte mejor, como el
lobo de la caperucita? Cuidado pues, que la violencia se sabe dónde comienza; pero
no dónde termina.
¿O lo harán para superar su bajón
(saben que el escualidismo se mudó de bando) en las encuestas?, como si
al pueblo lo pudieran seguir engañando con las mismas mentiras durante tantos
años. Cuidado pues, que ya la gente los conoce y no les cree.
EL DÍA 8D
La oposición debe tener su Día D, el 8 de diciembre. Su Desembarco de
Normandía. Provocar el punto de inflexión. El voto, con todos los defectos del
CNE, es la única arma del pueblo. Y créalo, ya somos mayoría. La lucha ha
resultado larga. Nadie dijo que era corta y de paso, no la inventamos nosotros.
Lo inteligente es votar. Pliéguese al futuro democrático. A pesar de los esfuerzos, el espíritu
democrático de los venezolanos, no ha podido ser destruido por esta “revolución”. Utilicémoslo
pues.
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