Erika Hidalgo López.- (El Mundo)
El robo de energía eléctrica o, lo que es lo mismo, las pérdidas no técnicas de electricidad dejan fuera de facturación más de 4.000 millones de bolívares al año.
Así lo aseguró el Ministro de Energía Eléctrica, Héctor Navarro.
En un reporte de prensa del despacho de electricidad, destacó que además de los inconvenientes en transmisión, y distribución, el Ejecutivo Nacional, no ha acudido a racionamientos del servicios.
No obstante señala el ministro Navarro que "no hay ningún sistema eléctrico en el mundo que no acuda eventualmente a restricciones de distribución de energía. Por una razón o por la otra, no hay sistemas infalibles", agregó.
A esto se suma, dice Navarro, un dramático 30% de pérdidas no técnicas, asociado al hurto de conductores, transformadores y conexiones ilegales, un equivalente a 6.000 megavatios (MW): "Más de 30% de pérdidas no técnicas son energía que se produce, se transmite y cuesta dinero".
El otro análisis
Por su parte el analista y docente, José Manuel Aller, habla de pérdidas equivalentes a 1.117 millones de dólares anuales, muy cercanas a la estimación oficial.
Sus cifras parten de un consumo diario de 340 millones de kilovatios horas por día (Kwh), de los cuales 102 millones kilovatios equivalen a 30%, y a una tarifa promedio de 3 centavos de dólar.
La suma podría ser mucho más, dice el especialista, considerando que en Venezuela las tarifas están congeladas desde hace ya 10 años. "Podría ser el doble o hasta el triple", comenta.
Para Aller, sin embargo, el nivel de pérdidas por este concepto es muy superior, incluso, a 40%, tal como lo había señalado el ministro del despacho eléctrico recientemente. El analista sostiene que en Caracas y Maracaibo las pérdidas no técnicas pueden estar en el orden de 40%, pero que en el resto del país pueden estar muy cerca de 50%.
Según el último informe de la desaparecida Caveinel (Cámara Venezolana de Industria Eléctrica) perteneciente al ejercicio 2007, se tiene que para ese año se cuantificaron pérdidas por el orden de 38%.
Aller sostiene entonces, que es imposible que ese nivel de pérdidas haya retrocedido a 30%, considerando la enorme crisis en la que ha esto inmersa el sector, la desinversión e ineficacia para concretar soluciones reales.
¿Y por qué las pérdidas no técnicas están afectando la recaudación y persisten en altos niveles?, se pregunta el analista. Simple: no solo desviar un cable y robar la electricidad determina las pérdidas no técnicas, también la inexistencia de medidores y la no calibración de los existentes son responsables de esa energía que se genera y no se factura y, por ende, no se recauda.
El 50% de los seis millones de usuarios no tiene medidores, de esa cantidad un elevadísimo porcentaje lleva 20 años sin que hayan sido calibrados, por lo que las mediciones no están sujetas a la realidad, dijo Aller.
Sobre las pérdidas técnicas, comunes en la operatividad normal de cualquier sistema eléctrico, el académico señaló que giran en torno a 8%, aceptable según los estándares internacionales. Para Aller estas no son pérdidas que preocupen mucho, y opinó que el cálculo de Navarro de considerarlas en un 10% es elevado.
El titular del despacho de la electricidad reconoce: "no tenemos un sistema eléctrico con la confiabilidad y robustez", y que se trabaja en función de lograrlo.
Retoma entonces que además de los inconvenientes típicos de un sistema eléctrico, se ha descubierto que detrás del hurto de conductores y transformadores, hay un negocio.
"Es un gran negociante el que está allí, sin escrúpulos ni barreras morales, al que no le importa arriesgar la vida de un ser humano que robe los cables o los transformadores (…) Se necesita conciencia y ciudadanía para la vigilancia. Hay que ser muy rudo con los bandidos que hacen de la cosa pública, un negocio. Para mí es corrupción. Eso es un daño a lo que hace posible la vida de un ser humano", destaca el comunicado.
Para Aller, explicar que las fallas, y racionamientos son parte del robo de cables y transformadores es una manera de endilgar la verdadera culpa de la situación del sistema a factores que poco podrían explicar el colapso actual del servicio eléctrico y su precario desempeño.
"Están mezclando peras con manzanas, pues ya no tienen como explicar la ineficacia de las gestiones sobre el tema eléctrico", destacó el analista.
En su discurso, Navarro pese a estar consciente de varios de los bemoles que aquejan al sector, asegura que la demanda en el país está completamente satisfecha, toda vez que existe suficiente generación que cubre inclusive las horas de mayor demanda en el país.
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