Rafael Gallegos
El siglo XXI es el siglo del
hombre panorámico, holístico, generalista. Cada vez son menos útiles los
ingenieros que sólo saben de ingeniería, los médicos que sólo saben de
medicina, o los abogados que sólo saben de leyes. A los seres de este siglo no
nos basta con saber las técnicas de nuestro oficio. Es imperativo dominar el
contexto donde estas se aplican. Y para ello, hay que saber un poco de
historia, de sicología, de arte. LA CULTURA DEBE PONERSE DE MODA, para
incrementar la calidad de vida. La globalización
implica cerebros panorámicos para poder
competir.
La producción, el ambiente,
la política, el desarrollo social, la productividad, la democracia. Todo está
cada vez más mezclado.
En las empresas sucede otro
tanto. Ya no basta con que los empresarios se concentren en las ganancias. Para
sobrevivir de manera sustentable, deben ampliar su enfoque. Satisfacer sus
responsabilidades con TODOS SUS RELACIONADOS. ¿Y quienes son los relacionados?
Los empleados, los accionistas, los proveedores… EL ESTADO Y LA COMUNIDAD,
entre otros.
Este concepto gerencial,
muy en boga en los últimos años, se conoce como Responsabilidad Social
Empresarial. Las realidades han determinado que LA GERENCIA ES SOCIAL… O NO ES.
Sin embargo es importante
aclarar que lo social es un complemento de la Misión de la empresa y no al
revés. O sea, que hacer gerencia social no pasa por desvirtuar la Misión de las
empresas.
EL
CASO DE PDVSA
El éxito de PDVSA es imperativo
para Venezuela. Su Responsabilidad Social se determina en primer término, por SER EFICIENTE, para maximizar
la renta. En segundo lugar, por generar una SÓLIDA ECONOMÍA CONEXA, que sirva
de eje dinamizador de la industrialización. Y en tercer término, debe adelantar
una política de RESPONSABILIDAD SOCIAL (RS) que, hacia el entorno externo, implica
GENERAR CALIDAD DE VIDA EN LAS ÁREAS ALEDAÑAS AL NEGOCIO, y la sustentabilidad
de su negocio.
No es posible que continúen
existiendo pueblos petroleros llenos de marginalidad y violencia. PDVSA (y
aplica para todas las empresas petroleras)
debe adelantar estrategias para TRASFORMAR LAS BURBUJAS PETROLERAS EN
CALIDAD DE VIDA DE LAS COMUNIDADES. La RS debe estar orientada a: HACER EQUIPOS
SOCIALES GOBIERNOS, EMPRESAS, COMUNIDADES… HACER DIAGNÓSTICOS DE LAS
COMUNIDADES… ELABORAR PLANES DE DESARROLLO SUSTENTABLES (social, económico y
ambiental)… y ASESORAR PROYECTOS DE DESARROLLO hasta que las comunidades
generen su propia dinámica socio-económica.
La vieja PDVSA evolucionaba
en ese sentido. Pasó del GASTO SOCIAL, puntual y reactivo, a la INVERSIÓN
SOCIAL, en contexto, proactiva, sustentable y buscando como retorno LA
SUSTENTABILIDAD DE LA EMPRESA Y LA CALIDAD DE VIDA DE LAS COMUNIDADES.
Participaba en
mancomunidades, en mejoras gerenciales en las alcaldías, construyó y mejoró
escuelas en las comunidades aledañas. Aplicó vastos proyectos ambientales.
Además interactuó con el Banco Mundial para buscar préstamos de importantes
proyectos. Asesoró alcaldías para lograr que apalancaran recursos.
Toda una estrategia de
intervención en las comunidades, a objeto de hacer de la calidad de vida, el
derivado 3001 del petróleo.
Transmitió a sus comunidades
aledañas, RECURSOS ECONÓMICOS Y ENERGÍA CREADORA. Eso sí, SIN OCUPAR EL LUGAR
DE LOS GOBIERNOS.
Se trataba de una empresa
petrolera con contenido social.
RESPONSABILIDAD
SOCIAL “EN REVOLUCIÓN”
Luego de la lobotomía
empresarial, cuando botaron 23.000 de los mejores técnicos de la empresa, la
Responsabilidad Social de PDVSA sufrió un cambio significativo. Dejó de ser una
empresa petrolera con contenido social y… se transformó, en una empresa social
con contenido petrolero. Es decir, desvirtuó su Misión. Los petroleros fueron
utilizados como vendedores de verduras y de pollos, constructores de viviendas,
activistas políticos, manejadores de todo tipo de misiones… mientras, la
producción en barrena, el petróleo en lugar de sembrarse se derrama, se importan
componentes de la gasolina. Es decir, EL NEGOCIO PETROLERO PASÓ A UN SEGUNDO
PLANO y en una mágica dimensión “revolucionaria” de trabajadores rojitos,
yacimientos del partido de gobierno y clientes panas y mala paga.
La empresa sustituyó el rol
del Estado. Hizo labores correspondientes a diversos ministerios. Y lo peor, ABANDONANDO
SU ROL.
La PDVSA que viene, deberá
aplicar políticas de de Responsabilidad Social SIN DESVIRTUAR SU MISIÓN.
Haciendo que sus zonas aledañas usen el petróleo para generar una nueva
dinámica de desarrollo, interactuando en SÓLIDOS EQUIPOS SOCIALES con las
comunidades, los gobiernos y otras empresas.
El desarrollo ya no es de
abajo para arriba ni de arriba para abajo. Es en tercera dimensión y ENTRE
TODOS. Pero cada quien cumple su rol.
Si queremos una PDVSA
diferente, debemos gerenciarla de manera diferente. El reto: transformar las
burbujas petroleras en calidad de vida.
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