domingo, 20 de mayo de 2012

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE PDVSA


 Rafael Gallegos

El siglo XXI es el siglo del hombre panorámico, holístico, generalista. Cada vez son menos útiles los ingenieros que sólo saben de ingeniería, los médicos que sólo saben de medicina, o los abogados que sólo saben de leyes. A los seres de este siglo no nos basta con saber las técnicas de nuestro oficio. Es imperativo dominar el contexto donde estas se aplican. Y para ello, hay que saber un poco de historia, de sicología, de arte. LA CULTURA DEBE PONERSE DE MODA, para incrementar la calidad de vida.  La globalización implica cerebros panorámicos  para poder competir.

La producción, el ambiente, la política, el desarrollo social, la productividad, la democracia. Todo está cada vez más mezclado.

En las empresas sucede otro tanto. Ya no basta con que los empresarios se concentren en las ganancias. Para sobrevivir de manera sustentable, deben ampliar su enfoque. Satisfacer sus responsabilidades con TODOS SUS RELACIONADOS. ¿Y quienes son los relacionados? Los empleados, los accionistas, los proveedores… EL ESTADO Y LA COMUNIDAD, entre otros.

Este concepto gerencial, muy en boga en los últimos años, se conoce como Responsabilidad Social Empresarial. Las realidades han determinado que LA GERENCIA ES SOCIAL… O NO ES.

Sin embargo es importante aclarar que lo social es un complemento de la Misión de la empresa y no al revés. O sea, que hacer gerencia social no pasa por desvirtuar la Misión de las empresas.

EL CASO DE PDVSA

El éxito de PDVSA es imperativo para Venezuela. Su Responsabilidad Social se determina  en primer término, por SER EFICIENTE, para maximizar la renta. En segundo lugar, por generar una SÓLIDA ECONOMÍA CONEXA, que sirva de eje dinamizador de la industrialización. Y en tercer término, debe adelantar una política de RESPONSABILIDAD SOCIAL (RS) que, hacia el entorno externo, implica GENERAR CALIDAD DE VIDA EN LAS ÁREAS ALEDAÑAS AL NEGOCIO, y la sustentabilidad de su negocio.

No es posible que continúen existiendo pueblos petroleros llenos de marginalidad y violencia. PDVSA (y aplica para todas las empresas petroleras)  debe adelantar estrategias para TRASFORMAR LAS BURBUJAS PETROLERAS EN CALIDAD DE VIDA DE LAS COMUNIDADES. La RS debe estar orientada a: HACER EQUIPOS SOCIALES GOBIERNOS, EMPRESAS, COMUNIDADES… HACER DIAGNÓSTICOS DE LAS COMUNIDADES… ELABORAR PLANES DE DESARROLLO SUSTENTABLES (social, económico y ambiental)… y ASESORAR PROYECTOS DE DESARROLLO hasta que las comunidades generen su propia dinámica socio-económica.

La vieja PDVSA evolucionaba en ese sentido. Pasó del GASTO SOCIAL, puntual y reactivo, a la INVERSIÓN SOCIAL, en contexto, proactiva, sustentable y buscando como retorno LA SUSTENTABILIDAD DE LA EMPRESA Y LA CALIDAD DE VIDA DE LAS COMUNIDADES.

Participaba en mancomunidades, en mejoras gerenciales en las alcaldías, construyó y mejoró escuelas en las comunidades aledañas. Aplicó vastos proyectos ambientales. Además interactuó con el Banco Mundial para buscar préstamos de importantes proyectos. Asesoró alcaldías para lograr que apalancaran recursos. 

Toda una estrategia de intervención en las comunidades, a objeto de hacer de la calidad de vida, el derivado 3001 del petróleo.

Transmitió a sus comunidades aledañas, RECURSOS ECONÓMICOS Y ENERGÍA CREADORA. Eso sí, SIN OCUPAR EL LUGAR DE LOS GOBIERNOS.

Se trataba de una empresa petrolera con contenido social.

RESPONSABILIDAD SOCIAL “EN REVOLUCIÓN”

Luego de la lobotomía empresarial, cuando botaron 23.000 de los mejores técnicos de la empresa, la Responsabilidad Social de PDVSA sufrió un cambio significativo. Dejó de ser una empresa petrolera con contenido social y… se transformó, en una empresa social con contenido petrolero. Es decir, desvirtuó su Misión. Los petroleros fueron utilizados como vendedores de verduras y de pollos, constructores de viviendas, activistas políticos, manejadores de todo tipo de misiones… mientras, la producción en barrena, el petróleo en lugar de sembrarse se derrama, se importan componentes de la gasolina. Es decir, EL NEGOCIO PETROLERO PASÓ A UN SEGUNDO PLANO y en una mágica dimensión “revolucionaria” de trabajadores rojitos, yacimientos del partido de gobierno y clientes panas y mala paga.

La empresa sustituyó el rol del Estado. Hizo labores correspondientes a diversos ministerios. Y lo peor, ABANDONANDO SU ROL.

La PDVSA que viene, deberá aplicar políticas de de Responsabilidad Social SIN DESVIRTUAR SU MISIÓN. Haciendo que sus zonas aledañas usen el petróleo para generar una nueva dinámica de desarrollo, interactuando en SÓLIDOS EQUIPOS SOCIALES con las comunidades, los gobiernos y otras empresas.
El desarrollo ya no es de abajo para arriba ni de arriba para abajo. Es en tercera dimensión y ENTRE TODOS. Pero cada quien cumple su rol.

Si queremos una PDVSA diferente, debemos gerenciarla de manera diferente. El reto: transformar las burbujas petroleras en calidad de vida.

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