Los demócratas tenemos el privilegio de disponer de un abanico de buenos precandidatos para seleccionar a nuestro abanderado del 7 de octubre del 2012. Contamos con una mujer preparada y exitosa en la vida, como es María Corina. Un luchador de mil batallas y con experiencia política y administrativa, como Antonio Ledezma. Dos jóvenes con logros en sus respectivas gobernaciones, como Henrique Capriles y Pablo Pérez. Un representante de los trabajadores, con los que hay contar para garantizar la gobernabilidad, como Pablo Medina. Tres veteranos políticos que tienen mucho que aportar, sean o no candidatos, como son Oswaldo Álvarez Paz, César Pérez Vivas y Eduardo Fernández. Gane quien gane, los mencionados pueden y deben integrar un equipo vinotinto que rescate al país. Quizá los mensajes puedan no ser muy diferentes, pues todos aspiran a una democracia con énfasis en lo social, respetuosa de la propiedad privada y del estado de derecho, pero es importante poder seleccionar a quien nos inspire más confianza.
Arriesgan su integridad física cada día que están en la calle expuestos a los ataques de fanáticos rojos tarifados. Cuentan con pocos recursos, pero siguen con entusiasmo contactando a los ciudadanos para ofrecerles reconciliación y una mejor alternativa al totalitarismo. Tienen la doble tarea de ganar las primarias ante otros competidores demócratas, para luego derrotar al candidato rojo, quien quizá no sea el teniente coronel. La campaña de las primarias será limpia, salvo que algunos extremistas apelen a la guerra sucia. Estos ataques provendrán del sector oficial, pero no se descartan descalificaciones de parte de quienes consideran que ir a elecciones es ser colaboracionistas del régimen. Vaya a todos estos precandidatos nuestro agradecimiento.
Del lado oficialista todo indica que el teniente coronel no podrá con la múcura. No solo está grave, sino que fracasó en su gestión de gobierno. Tuvo la torpeza de pretender destruir todo, para construir algo diferente sobre las ruinas. No se percató que en Venezuela hay una sociedad indoblegable que resistió con huelgas y manifestaciones masivas a costa de muchos muertos, heridos, prisioneros, exiliados y despidos de organismos y empresas del Estado. También se le opuso con abstención electoral, cuando las circunstancias aconsejaron esa herramienta, y acudiendo a las urnas las más de las veces a pesar del ventajismo oficial. Esta valiente sociedad, con sus muchas acciones, ha impedido que el totalitarismo avance más y es el pivote de la próxima derrota electoral del aprendiz de brujo.
Como en botica: Parece que Leopoldo López tendrá que esperar otra oportunidad, ya que nuevamente el régimen amenaza con incumplir otra decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Le expresamos nuestra solidaridad. Ante su próxima derrota, los rojos pueden intentar provocar el caos. Estemos alertas. El mundo expresó su solidaridad con los Estados Unidos por aniversario del ataque terrorista del 11 de setiembre. Por Radio Nacional de Venezuela, en programa Observatorio Global, declararon que “el atentado fue una farsa del imperio”. Hebe de Bonafini , la dirigente argentina de las Madres de Mayo, quien expresó su alegría por las muertes del 11-S está investigada por apropiación indebida de fondos. Toda una revolucionaria. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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