Venezuela no sufrirá por el crack que afecta al capitalismo salvaje de los Estados Unidos. Mientras el imperio se hunde, las medidas socialistas tomadas por el gobierno nos ubican como un oasis de prosperidad. Lo primero que hicieron fue mudar nuestras reservas internacionales, para ponerlas lejos de los ojos y de las garras del águila del malévolo tío Sam; pero también lejos del conocimiento de los venezolanos que tenemos derecho a saber dónde están depositadas esas reservas, dólar a dólar, euro a euro y onza a onza. Igualmente contribuye a blindarnos ante la crisis que golpea al capitalismo, la nacionalización de bancos, para operarlos bajo el modelo oficial venezolano, que ha demostrado que es inmune a la desaparición por quiebra, ya que los bancos del Estado han quebrado muchas veces y siguen de pie… como si nada. Tan exitoso es el modelo, que ahora Rusia, Irán y China se pelean por crear instituciones financieras en asociación con Venezuela. El asesor mayor será Fidel Castro, sabedor a fondo de como reflotar bancos con capital… venezolano. No se descarta a Cuba como socio. Así, las prestigiosas finanzas socialistas nos reflotan, mientras el imperio se ahoga.
A PASO DE VENCEDORES
Luego de estas buenas noticias, podemos asegurar que la "revolución" seguirá a paso de vencedores, igualito que los patriotas en la Independencia; pero claro, sin el catire Páez.
El crack del imperio no va a interrumpir nuestra ruta a la inflación. Para el año que viene la tendremos en 40 % y el mérito será todo - todito de la "revolución" roja - rojita, por haber regulado productos por debajo del costo provocando pérdidas en los comerciantes y productores; por revaluar, en la práctica, la moneda represando el alza de los precios y; por atosigar la seguridad jurídica de los empresarios.
Igual, la magnífica noticia es que la crisis del imperio tampoco podrá revertir nuestro "patria y sobre todo muerte" de la producción petrolera. Ya vamos por 2,3 millones de barriles diarios y los deslenguados dicen que a este paso podemos llegar a la línea roja – rojita de 2 millones, para finales del 2009. Todo por haber botado a 23.000 petroleros. Cuando se crucen las curvas de producción y consumo de petróleo en Venezuela, la "revolución" tendrá todo el mérito, sola - solita, sin colaboración del crack, de nuestra salida de la OPEP. Habrá que felicitar a "Yoprovoquéelparo".
Podrán quebrar mil bolsas de valores del imperio y de todo el oprobioso mundo capitalista, pero ello no será obstáculo para que a paso de vencedores, sigan creciendo los números de la violencia, del déficit de vivienda, de la quiebra de empresas y disminuyendo el número de vacas que en nombre de la soberanía alimentaria ha bajado desde 14 hasta 10 millones en esta gloriosa década. Nuestros apagones seguirán alumbrando el camino al socialismo, porque como decía Fidel de las uvas cubanas: los apagones serán amargos; pero son nuestros. Y el árbitro electoral continuará como lelo, sin abrir la boca, viendo como en sus narices, el Presidente le hace propaganda por los canales del Estado, a los candidatos del glorioso PSUV para las elecciones del 23N. El crack no nos torcerá ni un milímetro de la gloriosa ruta del socialismo.
SOCIALISMO SALVAJE
El crack del imperio o el acabose del capitalismo, que es lo mismo, no podrá impedir que Venezuela se convierta en una potencia. O inventamos o erramos. La originalidad nos desborda. Los deslenguados no salen de su asombro con la "originalidad" del régimen cuando desempolva ese marxismo retrógrado, como si no hubiera caído el muro de Berlín, o como si Krucheff no hubiera denunciado los crímenes de Stalin hace más de cincuenta años. Qué alguien les explique a los niños de la patria que no tienen que comer, ni donde dormir, que somos nada menos que una potencia, o a los que hacen colas en los hospitales, o a los crecientes sin techo, o a los presos políticos, perseguidos, exiliados e inciliados, o a las victimas de la lista tascón.
Que alguien con seriedad le explique al pueblo cómo el crack bajará los precios del petróleo y subirá los costos de los alimentos que importamos en más de 50 %. Y que explique que eso significa hambre, desnutrición, enfermedades, no para los poderosos que siempre comen completo, sino para ese pueblo desesperanzado, al cual se quiere engañar con el cuento que sus carencias son producto del capitalismo salvaje y no de la pésima capacidad gerencial de esta "revolución".
Claro que sí nos afectará el crack. Más cuando la solución que se quiere vender es un socialismo lleno de nostalgias y de retórica fatua. Basta observar el historial de paredones, hambre, represión y líderes vitalicios del llamado socialismo real, para inferir cuál es el tipo de sistema político que concuerda más con el término "salvaje".
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