Cuando este articulo se encuentre en circulación, la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, estará discutiendo y, esperamos que aprobando, un Plan de Rescate para afrontar la crisis que sufre el sistema financiero global y que podría afectar seriamente, no solo a la economía estadounidense, la más grande del mundo, sino también, a las economías de los países más desarrollados y, por ende, repercutir de manera global.
Tal como acotáramos en nuestro artículo de la semana pasada, la palabra clave es confianza y los mercados han estado tratando de mantenerse a flote, mientras esperan porque una decisión política, se transforme en un Plan de Rescate que intenta detener, lo que podría transformarse, a su vez, en una profunda crisis económica mundial, una recesión paralizante que sin duda, tendría inconmensurables proporciones.
Bajo este escenario, pensábamos la semana pasada y, aun el día domingo, que muy temprano el lunes la Cámara de Representantes aprobaría la propuesta de la Casa Blanca. No fue así. La Cámara negó la aprobación al Plan de Rescate, en los términos presentados por la Casa Blanca, votando en contra un tercio de los representantes demócratas y dos tercios de los representantes republicanos.
Este inesperado resultado por 228 votos en contra de la propuesta y
De modo que, esta negativa combinación de una presidencia desgastada y deteriorada en su confianza, el vacío político del momento, previo a las elecciones de la Casa Blanca con dos candidatos sin propuestas claras para la solución y unas tensas elecciones en el Congreso, atentan contra la aprobación del Plan de Rescate para el Sistema Financiero estadounidense. Esperemos que la Casa Blanca, el Senado que trabaja en modificaciones al Plan, los candidatos presidenciales y los más connotados miembros de la Cámara de Representantes, puedan encontrar, en el más corto plazo posible, una propuesta coherente y unitaria.
Entre tanto, luego de una impresionante e inédita caída de la bolsa de Nueva York de 770 puntos, el día lunes, el martes la bolsa registro un rebote importante de 550 puntos, mostrando, a pesar de todo una confianza en la aprobación del Plan de Rescate y en la recuperación del sistema financiero.
Por su parte, el petróleo que cayó fuertemente el lunes hasta los 93 dólares por barril, tuvo de nuevo un comportamiento errático y aumentó por encima de los 100 dólares el barril el día martes. Como mencionamos en nuestro artículo anterior, este comportamiento de abruptas y considerables subidas y bajadas, está confirmándonos, la fuerte influencia que el sistema financiero global tiene hoy sobre la estructura de los precios del crudo. Algunos analistas se han adelantado a opinar sobre los precios, pronosticando que dentro de los próximos seis meses, los precios del West Texas Intermedie (WTI) caerán hasta niveles de los 80 dólares por barril. Otros, sin embargo consideran que ocurrirá, lo que podríamos definir como un desplome de los precios del precios del petróleo que colocarían la cotización del (WTI) entre los 50 y 60 dólares por barril.
En realidad, consideramos que pronosticar, en este momento, el comportamiento de los precios del petróleo dentro de la gran turbulencia financiera más que conocimiento requiere una dosis importante de poder mágico para ver el futuro. Ciertamente, en nuestra opinión, una vez que se apruebe un Plan de Rescate y se tenga una visión más clara de la magnitud de la crisis y de las posibles acciones de solución, sobre la base de haber evitado corridas bancarias, quiebras masivas y una generalizada sensación de desconfianza, las economía real sentirá un importante frenazo, una desaceleración y una posible recesión de mediana intensidad. Aun en este escenario, quizás el menos funesto, la tendencia a reducir el consumo energético es innegable y sobre esta base, la oferta superará los requerimientos de la demanda que harán necesario que la OPEP materialice cierres de producción ante la segura caída de los precios que en nuestra opinión, podrían alcanzar los 80 u 85 dólares por barril para el crudo marcador WTI, en el transcurso del primer semestre de 2009.
Habíamos venido manteniendo, desde meses atrás, que la tendencia a la baja de los precios del petróleo era clara y habíamos ubicado los precios, en la banda comprendida entre los 90 y 100 dólares por barril. En este momento, y a la luz de esta crisis financiera, se hace necesario estimar un precio por debajo de esta banda que, como mencionamos en el párrafo anterior, estaría más cercana a los 80 dólares por barril para el WTI. Sin embargo, no vemos precios por debajo de este valor, sobre la base de la articulación e influencia que el sistema financiero y otros factores geopolíticos, tienen sobre los precios de los “commodities”, donde el petróleo es jugador protagónico. Confiamos en que esta crisis financiera se traducirá en una recesión económica global de corto plazo y mediana intensidad.
Resulta obvio avizorar, tiempos turbulentos para países que dependen económicamente, en gran medida, de la venta de crudo, cuyo precio bajará a corto plazo y por tiempo no definido. Entre este grupo de países, sin duda, Venezuela ocupa lugar preponderante en cuanto a vulnerabilidad, ante esta situación se refiere, dado que, como nunca antes el país ha dependido con tanta intensidad del petróleo. Tengamos en cuenta, además, que Venezuela ha estado contrayendo de manera imprudente deudas garantizadas, en muchos casos, con venta de petróleo a futuro y además, vendiendo volúmenes de crudo con importantes descuentos y con pagos a largo plazo.
Tengamos en cuenta que la ya deteriorada cesta petrolera venezolana, desde el punto de vista de la calidad de los crudos y productos que incluye, estaría ubicándose, en el mejor de los casos 8 dólares por debajo del precio del WTI, vale decir que para un precio del WTI de 80 - 85 dólares por barril significaría un precio alrededor de los 72 -77 dólares por barril. Por otro lado, recordemos que el factor ingresos tiene dos componentes: precios y volumen. En tal sentido, Venezuela está en el peor escenario posible: precios bajando y volumen, en el mejor de los casos, constante, además, sin grandes proyectos de expansión en su fase conclusiva, motivo por lo cual, no se puede prever un aumento posible de ese volumen de producción. Tampoco podemos observar grandes inversiones privadas en el sector de hidrocarburos, más allá de las promesas y declaraciones públicas sobre el desarrollo masivo de unas ilimitadas reservas de crudo en una Faja del Orinoco que parece ser también ilimitada. Súmese, a todo esto, la reciente aprobación en la Asamblea Nacional de una Ley que considera, prácticamente todo el territorio nacional de utilidad pública, lo cual aleja de prácticamente todo el territorio nacional a la inversión privada, nacional e internacional.
Tiempos de turbulencia política, económica y social, están por venir para el mundo globalizado, pero en países como Venezuela esto puede transformarse en tiempos tormentosos con situaciones económicas y sociales de crisis profunda.
En resumen, estamos en un momento de una importante crisis financiera con altísimos riesgos de producirse un colapso económico con efectos globales. Aprobar el “paquete” de Rescate Financiero podría atenuar el colapso y producir un efecto de desaceleración o recesión económica mundial que afectara la demanda energética y por ende, producir una caída de mediana intensidad en los precios hasta niveles ubicados entre los 80 y 90 dólares por barril para el WTI apuntalado por otros factores que no estarían propicios a permitir un desplome en los precios. Tendremos necesariamente que observar con atención, opinar con prudencia y tener confianza de cara al futuro.
1 comentario:
Aparecio de nuevo el delincuente de Medina..............sigue pensando que no producimos por que ustedes se fueron y ya no sabemos que hacer.......LLevas 6 anos en esa masturbacion mental y lo que te falta!!!!!!!
Pide una extension a los que te mantienen para asegurarte seguir viviendo de las nubes en que sigues!!!!!!!
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