Carlos Delgado
Ocurren
sucesos, unos, accidentalmente, algunos, inducidos, otros, naturales,
causados por terremotos, tormentas, deslaves, otros por envejecimiento
de sistemas, los cuales, en estos casos, no deberían llamarse accidentes
sino descuidos, negligencia, falta de mantenimiento, desidia,
incompetencia, malas inversiones, todos
lamentables ya que afectan por igual a todos los ciudadanos residentes y
transeúntes de la región, en cuestión.
Los
sistemas eléctricos gigantescos -el que parte de Guri lo es-
pueden sufrir interrupciones causadas por diferentes razones, algunas
inexplicables, como la que se se comenta con relación al apagón de NY en
1.965, el cual llegaron a atribuírselo a platillos voladores. La data
de estos apagones es larga y distribuida por toda la geografía mundial
desde que los grandes conglomerados urbanos reciben energía eléctrica
desde gigantescos centros generadores...térmicos, hidroeléctricos,
nucleares.
Cuando
la causa del apagón es un fenómeno natural es poco lo que hay que
investigar, en estos casos se determinan los puntos neurálgicos y
volubles del sistema para reforzarlos o rediseñarlos y para que soporten
el embate de otro ataque natural de igual o mayor intensidad. De
inmediato se procede a atacar y resolver el problema, a atender las
poblaciones
afectadas poniendo mayor énfasis en los centros de salud, de educación,
vías y sistemas de transporte, suministro de agua potable, centros de
producción de alimentos y otros insumos primordiales para la
supervivnecia de la población, posibles incendios y rescate de personas
atrapadas en ascensores y sistemas de transporte, especialmente el aéreo
y el subterráneo, el resguardo de la seguridad nacional.
Si
la causa no es natural, igual que en el anterior caso, se procede a
efectuar todas las operaciones descritas en favor del bienestar y
seguridad de los pobladores y de la infrestructura de la región afectada
para garantizar un rápido retorno a la normalidad, restaurando los
servicios inoperantes. Paralelamente, se inicia una investigación para
conocer las causas del apagón y aplicar
los correctivos correspondientes. Por lo general, estos apagones se
deben a deficiencias técnicas y administrativas...exceso de demanda la
cual ocasiona recalentamiento de líneas y transformadores,
cortocircuitos, fallas o errores operativos, falta de mantenimiento,
descuidos, baja inversión, obsolescencia de equipos y sistemas, ausencia
o falta de previsión, sistemas de emergencia y detección de fallas
inadecuados u obsoletos, impericia del personal operativo y gerencial,
planificación deficiente, subestimación de la relación demanda/carga y
otros factores que los expertos y personas con sentido común puedan
añadir, yo me incluyo entre las últimas.
Denunciar,
señalar y acusar culpables, de inmediato, es grotesco, a menos que se
esté en estado de guerra declarada contra otro país,
grupos subversivos armados -caso guerrilla-, sabotaje. En el caso
particular del reciente apagón que afectó a 80% del territorio nacional,
es temerario hablar de sabotaje, especialmente cuando el sistema
eléctrico está militarizado y custodiado por los mejores agentes del
Estado, cuando el personal que labora en las empresas de generación y
suministro eléctrico son leales a la empresa responsable del servicio y
al gobierno de turno, si los expertos en la materia que podrían adversar
al gobierno están fuera del país, expatriados, y los que están dentro
intentan colaborar produciendo estudios e informes técnicos -ad honorem-
para salvaguardar nuestro patrimonio, patrimonio que no es del gobierno
sino de todos los ciudadanos. Actuar inmediatamente y con tanta
vehemencia, precipitarse señalando culpables, como se ha hecho, sólo
produce suspicacias sobre la capacidad de los responsables en garantizar
la calidad y continuidad de servicio tan
preciado. Las palabras de la máxima autoridad del sistema eléctrico
nacional son claras: "se desprendió una malla sobre el tejido eléctrico
lo que produjo un cortocircuito"..."se tienen serios indicios de que
fueron retirados los sujetadores de la malla"..."si se demuestra que la
malla que cayó en la torre fue manipulada, tomaremos medidas
penales"..." no se excedieron los niveles de transformación de la línea
765 pues la demanda era de 16,5 MW y la capacidad disponible era de 20,0
MW"..."queremos ofrecerles disculpas a los venezolanos y agradecerles
el comportamiento cívico a pesar de que algunos sectores trataron de
usar esto con otros fines".
Todo esto suena incongruente. Todo el mundo
lamentó lo ocurrido, nadie quiere quedar atascado en una cola, atrapado
en un ascensor, que las unidades de diálisis o quimioterapia se
paralicen, que el quirófano quede a oscuras, quedar sepultado en el
Metro, dar vueltas sobre el aeropuerto esperando que
autoricen aterrizar, parar la producción en la fábica, en la oficina,
dejar de ver el programa favorito en TV, dejar de escuchar música, dejar
de lavar la ropa y hacer la comida, pararse en un semáforo a la espera
de los atracadores cotidianos y de turno, dejar de hacer el tetero al
tripón que grita de hambre, dejar de leer un bello poema...¡No entiendo!
¿Quién quiere esto? ¿Quién se atreve a hacerlo? ¿Es una excusa por
incompetencia? ¿Es un acto defensivo por no saber dar una explicación
inmediata? En estos casos, nadie la exige. Todavía, el apagón de Nueva
York, de 1.965, no tiene respuestas. En el noreste de Brasil fueron
afectadas 53 millones de personas en ocho estados por una interrupción
del servicio eléctrico hace apenas unos días, el 29 de agosto. El apagón
del noreste de EEUU y Canadá, en agosto 2.003, que afectó a 50 millones
de personas por 2 horas, fue causado por la baja inversión que dio EEUU
a su sistema eléctrico,
la caída de un árbol sobre una línea eléctrica en Suiza dejó sin
electricidad a 56 millones de personas en ese país e Italia en
septiembre de 2.003, el apagón en Brasil el 22 de enero 2.002 dejó a 100
millones de hermanos brasileños a oscuras por una hora, los apagones en
Chile, donde todo el país colapsó después del terremoto de octubre
2.010, los de Chenzhou, Buenos Aires, Panamá, Brasil-Paraguay, Los
Ángeles, Monterrey, Barcelona, Auckland, Mexicali-San
Diego-Arizona-Tijuana, Indonesia, Grecia, Lima, Gran Canarias, Portugal,
Quebec, el de India que dejó sin luz a 670 millones de indiecitos
durante dos días, no fueron provocados por saboteadores, fueron producto
de eventos naturales, accidentes, negligencia, impericia, falta de
mantenimiento e inversión y, quizás, por extraterrestres. Para consuelo
de muchos, hubo uno en Portugal, el 9 de mayo de 2.005, supuestamente
provocado por una cigüeña que construyó un nido arriba de una
torre de alta tensión lo cual provocó un cortocircuito entre los hilos
conductores.
Es
hora de redimirse, de hacer acto de contrición, de sincerarse, de
invitar a toda la ciudadanía a resolver los problemas del país sin
imponerle credo político ni ponerle bozal de arepas a nadie. El
patrimonio nacional no es del gobierno de turno, ya basta de acusaciones
infundadas y de amenazas. Ayer, en pleno apagón, circularon por la
Avenida Principal de Chuao más de 100 motos, con sus respectivas parejas
de motorizados, gritando consignas políticas, intimidando a los
residentes, paralizando el tráfico, amedrentando a otros motociclistas,
blandiendo banderas de una agrupación afecta al partido de gobierno y de
la sufrida y vapuleada república de Siria.
VENEZUELA SOMOS TODOS.
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