Rafael Gallegos
La mala gerencia es una forma muy dañina de
sabotaje. En Venezuela este mal se ha hecho costumbre. Pésimas gerencias en la
electricidad, en la salud, en la educación, en el petróleo, en el mantenimiento;
que redundan en apagones, hospitales fallidos, escuelas de mala calidad. Y en
petróleo: baja de producción, daños en los yacimientos, “tuberías colador” en
el lago, derrames, importación de gasolina, explosiones en las refinerías y un
larguísimo etcétera.
Da pena ajena oír que la explosión de Amuay fue
sabotaje, o que la “extrema derecha” provocó el apagón del martes pasado. Un
día mostrarán un video de Capriles con un alicate, una iguana y un rabipelao,
cortando cables. Transforman, un desfalco gerencial, en un golpe eléctrico. Y,
claro, nadie les cree.
Al ladrón
a ladrón. Me sabotearon mi impoluta gestión. El imperialismo me está haciendo
brujería para que todo me salga mal. Y está sonsacando a sus lacayos de la
derecha fascista, vende patria, traidora y asesina. Y, claro, al infaltable Uribe. Puro infantilismo.
Maestra, maestra, yo no fui, fue Jaimito.
Excusas
que causarían hilaridad en un niño; pero tristeza y sobre todo terror, en un
gobierno. Lo que apenas es una
tremendura sin consecuencias en un infante, se refleja en los malos gobiernos,
como disminución de la calidad de vida, pobreza, violencia, es decir, en la Venezuela
desbaratada que padecemos.
Están aplicando para el siglo de la información,
un modelo del chisme y de la infamia. Se solicita equipo gerencial para dirigir
país dilapidado, abstenerse ideólogos trasnochados.
Muchos pensamos que la destrucción del país es
estratégica. Por aquello de destruye y reinarás. Copian la destrucción “revolucionaria” de Cuba. Vencer
los resortes económicos y de autoestima
del país, para gobernar totalitariamente, forever.
Crónica de un sabotaje permanente.
GERENTES
EN LA POLÍTICA… O ESTADISTAS
La gerencia parte de una visión sistémica, que
consiste en colocar tras objetivos predeterminados, la misión- para qué estamos
trabajado – a los procesos, la organización, la tecnología y la gente. Y eso,
se aprende.
Procesos orientados a los usuarios,
organizaciones aplanadas que mejoran continuamente, habilitadores tecnológicos,
gente entrenada, motivada, bien pagada,
que trabaja en equipo.
Buenos gerentes en la política: Lagos, Aznar,
Bachelet, Angela Merkel, Felipe González, Uribe - aunque les duela- ,
Betancourt -idem-, o Roosvelt, entre muchos otros. Líderes de masas, que supieron
gerenciar sus países. También se llaman,
estadistas.
En cambio, la “revolución” ha hecho todo lo
contrario. Por sus resultados los padeceréis. Veamos:
“60
% de escasez en aceites, azúcar, leche, queso amarillo, harinas”. Claro, si expropiaron
esas empresas, botaron a los no rojitos, colocaron al estado cubano al frente
del procesamiento de azúcar, intervinieron haciendas productivas… tendrían que
buscar a Hechizada para que con su nariz, llenara los estantes. Porque la
verdad es que después de tanta desfachatez, si tuviéramos productos, no lo
dude, sería un verdadero “milagro” económico, con brujos y todo.
Y además, se acabaron los dólares, ¿cómo
importamos?, otro milagrito, importar sin dólares. “La industria química adeuda 700 mm$”, entonces, ¿cómo consiguen
los insumos? ¿Es culpa del imperio que tarden 210 días en liquidar los dólares?
… ¿de la derecha fascista?... ¿de Uribe? … ¿de los antecesores de María Corina
y Leopoldo”? Habrase visto. El verdadero sabotaje… gerencial.
Y de PDVSA, ni hablar. Pasaron a la historia.
Tanta desfachatez, será estudiada en los cursos de gerencia del mundo, por
siglos. Sus dirigentes serán antihéroes en las comiquitas del futuro. Botaron
23.000 técnicos. Sin excusas, porque el mismo Chávez dijo “yoprovoquéelparo”. Triplicaron
la nómina y “eneplicaron” la deuda. Disminuyeron la producción. Dañaron los
yacimientos. Multiplicaron los derrames, y las explosiones. Transformaron una próspera empresa
petrolera de contenido social, en una flácida empresa social de contenido
petrolero.
Rapadísimos en gerencia. A ciento y pico de
dólares el barril, transitan la pre quiebra. Midas al revés. Transmutaron el
oro negro… en destrucción roja. Más ranchos, más deuda,
más pobreza, más violencia.
¿Destrucción
estratégica acompañada de supina incapacidad? Perfecto coctel para revoluciones
fracasadas.
Y no hay excusa, ni siquiera una supuesta buena
voluntad. Algo así como un “no médico” que dañara a un paciente en una
operación, porque tenía buenas intenciones. De buenas intenciones está
empedrado el camino del infierno.
¿Quedará algo? Claro, además de la creciente
lista de “saboteadores” diseñada para eludir tanto fracaso.
Se solicitan estadistas, abstenerse falsos
profetas disfrazados de mesías.
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