Juan Fernández.
No más presos políticos ni exiliados
La retorica del Presidente Chávez en cada oportunidad que ve una cámara o un micrófono, no deja de mencionar su infinito querer al país. Se podría decir su pretensión de desdoblarse no se trata de su persona, él es el pueblo. Luego de once años en el poder y dieciocho del golpe de estado del 92, esas palabras son vacías, mentiras y solo una actuación como si se tratase de Hollywood.
Un ciudadano que asumiendo la responsabilidad de ser el empleado público número uno, cuando solo insulta a los estudiantes que siendo libres en su pensamiento, se oponen con la fuerza de la razón a una dictadura. No conforme con ello utiliza a gente joven encerrada en el Teresa Carreño, para hacer su arenga y mantener una división entre los venezolanos injustificable. Aquellos jóvenes que en su buena fe son objetos de la política del gobierno, cuando se den cuenta de cómo fueron parte de una gran mentira, su rechazo a la figura del empleado público número uno, aun será mayor. Tenga en cuenta Sr. Presidente que esta no es forma de querer al país, cuanto miedo le tiene a la “Manitos Blancas”.
Un Presidente que en su propio país da vivas a un país extranjero como si se tratase del suyo, solo demuestra su debilidad y en ningún caso fortaleza. Todos los venezolanas tienen la virtud de ser solidarios con nuestro hermanos latinoamericanos, pero que continuamente se refiera a Cuba como el ejemplo a seguir, un país con 50 años de dictadura, es indeseable para cualquier persona. EL enamoramiento del Presidente Chávez, solo es con las autoridades fidelistas, nunca con el sufrido pueblo cubano, que en 50 años, no ha salido de la pobreza. La gota que derrama el vaso, es el nombramiento de un individuo marcadamente opresor como Ramiro Valdés, para tratar de apuntalar al gobierno más ineficiente de la historia republicana. Por ello buscar a un verdugo para el país, no es forma de querer al país, sinceramente se equivoca el Presidente a subestimarnos con la excusa del asesoramiento para resolver el problema eléctrico nacional.
Un Presidente que permite se destruyan las principales industrias del país, base fundamental para generar riqueza y combatir la pobreza, como es el caso de PDVSA cada día más ineficiente, con graves fallas operacionales, comerciales, llena de corrupción y el Ministro Presidente engañado al país con supuestas inversiones para desarrollar los recursos energéticos, los cuales nunca llegan. El caso de la CVG, Pequiven, CANTV, EDC, la expropiación como método para hacerse con bienes del sector privado. Limitando las posibilidades inversión tanto extranjera como nacional, tan necesaria para el país. Los Presidentes Latinoamericanos son los principales promotores de la inversión en sus países, solo basta ver el ejemplo de LULA , esa si es una forma de hacer querer a su país.
No obstante lo anterior, pues la lista de ejemplos de cómo el Presidente Chávez haría interminable la nota de cómo no querer al país, pareciera que hay otros ciudadanos acompañan el no querer a Venezuela, seudo empresarios ufanados en solo acumular dinero fácil, no les importa la destrucción del país, líderes políticos que pareciera no tienen sangre en la venas, pues en momentos críticos, cuando se requiere su voz y guía están en sus agenda particulares y no las de país. También hay mucho ciudadano que espera que otro haga por para recomponer al país, y esa comodidad no es forma de querer al país.
Las palabras dichas por Kennedy, “no preguntas que hace tu país por ti, sino que haces tú por tú país” deberían estar diariamente presente en todos nosotros para así demostrar que si queremos a nuestra Venezuela.
Como el Presidente sabe sus debilidades, el rechazo en crecimiento de la población, aunado a la falta de billete para comprar voluntades, viene gradualmente aumentando la temperatura para sancocharnos. ¿Lo permitiremos?.
No más presos políticos ni exiliados
La retorica del Presidente Chávez en cada oportunidad que ve una cámara o un micrófono, no deja de mencionar su infinito querer al país. Se podría decir su pretensión de desdoblarse no se trata de su persona, él es el pueblo. Luego de once años en el poder y dieciocho del golpe de estado del 92, esas palabras son vacías, mentiras y solo una actuación como si se tratase de Hollywood.
Un ciudadano que asumiendo la responsabilidad de ser el empleado público número uno, cuando solo insulta a los estudiantes que siendo libres en su pensamiento, se oponen con la fuerza de la razón a una dictadura. No conforme con ello utiliza a gente joven encerrada en el Teresa Carreño, para hacer su arenga y mantener una división entre los venezolanos injustificable. Aquellos jóvenes que en su buena fe son objetos de la política del gobierno, cuando se den cuenta de cómo fueron parte de una gran mentira, su rechazo a la figura del empleado público número uno, aun será mayor. Tenga en cuenta Sr. Presidente que esta no es forma de querer al país, cuanto miedo le tiene a la “Manitos Blancas”.
Un Presidente que en su propio país da vivas a un país extranjero como si se tratase del suyo, solo demuestra su debilidad y en ningún caso fortaleza. Todos los venezolanas tienen la virtud de ser solidarios con nuestro hermanos latinoamericanos, pero que continuamente se refiera a Cuba como el ejemplo a seguir, un país con 50 años de dictadura, es indeseable para cualquier persona. EL enamoramiento del Presidente Chávez, solo es con las autoridades fidelistas, nunca con el sufrido pueblo cubano, que en 50 años, no ha salido de la pobreza. La gota que derrama el vaso, es el nombramiento de un individuo marcadamente opresor como Ramiro Valdés, para tratar de apuntalar al gobierno más ineficiente de la historia republicana. Por ello buscar a un verdugo para el país, no es forma de querer al país, sinceramente se equivoca el Presidente a subestimarnos con la excusa del asesoramiento para resolver el problema eléctrico nacional.
Un Presidente que permite se destruyan las principales industrias del país, base fundamental para generar riqueza y combatir la pobreza, como es el caso de PDVSA cada día más ineficiente, con graves fallas operacionales, comerciales, llena de corrupción y el Ministro Presidente engañado al país con supuestas inversiones para desarrollar los recursos energéticos, los cuales nunca llegan. El caso de la CVG, Pequiven, CANTV, EDC, la expropiación como método para hacerse con bienes del sector privado. Limitando las posibilidades inversión tanto extranjera como nacional, tan necesaria para el país. Los Presidentes Latinoamericanos son los principales promotores de la inversión en sus países, solo basta ver el ejemplo de LULA , esa si es una forma de hacer querer a su país.
No obstante lo anterior, pues la lista de ejemplos de cómo el Presidente Chávez haría interminable la nota de cómo no querer al país, pareciera que hay otros ciudadanos acompañan el no querer a Venezuela, seudo empresarios ufanados en solo acumular dinero fácil, no les importa la destrucción del país, líderes políticos que pareciera no tienen sangre en la venas, pues en momentos críticos, cuando se requiere su voz y guía están en sus agenda particulares y no las de país. También hay mucho ciudadano que espera que otro haga por para recomponer al país, y esa comodidad no es forma de querer al país.
Las palabras dichas por Kennedy, “no preguntas que hace tu país por ti, sino que haces tú por tú país” deberían estar diariamente presente en todos nosotros para así demostrar que si queremos a nuestra Venezuela.
Como el Presidente sabe sus debilidades, el rechazo en crecimiento de la población, aunado a la falta de billete para comprar voluntades, viene gradualmente aumentando la temperatura para sancocharnos. ¿Lo permitiremos?.
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